La turismofobia es un fenómeno social que se manifiesta a través de sentimientos de rechazo, hostilidad o resentimiento hacia el turismo y los turistas, especialmente en destinos muy visitados. Surge como respuesta a los efectos negativos que el turismo masivo puede tener en comunidades locales y entornos naturales.
Las causas de la turismofobia son variadas. Entre ellas se encuentran el aumento de los precios de vivienda debido a la demanda turística, la congestión en calles y lugares públicos, la pérdida de identidad cultural y la degradación del medio ambiente. Estas preocupaciones pueden alimentar la percepción de que los turistas son intrusos que perturban la vida cotidiana de los residentes locales.
Los actos de turismofobia pueden manifestarse de diversas maneras, desde protestas y vandalismo hasta campañas de sensibilización y regulaciones gubernamentales más estrictas. Sin embargo, es importante distinguir entre la crítica constructiva al turismo insostenible y la xenofobia hacia los visitantes extranjeros.
Abordar la turismofobia requiere un enfoque equilibrado que busque promover un turismo responsable y sostenible, que beneficie tanto a los visitantes como a las comunidades anfitrionas. Esto implica la participación activa de todos los actores involucrados, incluidos los gobiernos locales, la industria turística y los residentes, para encontrar soluciones que preserven el equilibrio entre el desarrollo económico y la conservación del patrimonio cultural y natural.
Países donde ya no quieren más turistas
Esta es una lista de los lugares donde ya no son bien vistos los turistas, si quieres evitar algún problema con algún habitante local, te sugerimos seguir todos los reglamentos del sitio:
- Croacia
- España
- Francia
- Grecia
- Italia
- Tailandia
Croacia
Croacia emerge como un prominente destino turístico en Europa. El récord de 18,5 millones de visitantes en 2017, en un país con apenas cuatro millones de habitantes, subraya su atractivo. Este incremento se atribuye en gran medida a la popularidad de la serie televisiva ‘Juego de Tronos’, que convirtió a Dubrovnik en el escenario de Desembarco del Rey, capital de los Siete Reinos.
Sin embargo, este boom turístico ha generado preocupaciones entre los lugareños. Las autoridades de Dubrovnik han tomado medidas, como limitar a dos el número de buques de crucero permitidos en el puerto por día. Además, se han instalado cámaras cerca de los sitios considerados patrimonio por la Unesco para controlar el flujo de visitantes.
España
Según el informe anual del Consejo Mundial de Viajes y Turismo, en 2017, el turismo contribuyó con el 15% del PIB del país. Sin embargo, esta dependencia del turismo tuvo consecuencias negativas durante la crisis global de 2008, cuando la reducción del flujo turístico dejó a miles de personas desempleadas, exacerbando aún más la situación económica.
La turismofobia en Barcelona ha sido alimentada por el aumento exponencial del turismo en los últimos años, especialmente en el centro de la ciudad y en áreas costeras como La Barceloneta. Los residentes locales se han quejado de la saturación de turistas, el aumento del costo de vida y la pérdida de identidad cultural.
¿Dónde más hay Turismofobia?
Francia
Francia ostenta el título indiscutible del turismo mundial. Como el hogar de los croissants, es el destino más visitado, con su capital como la ciudad más popular y la icónica Torre Eiffel como la atracción turística más concurrida del mundo, convirtiéndose en un símbolo emblemático del turismo.
Hasta la fecha, la única medida adoptada por las autoridades francesas para contener el flujo turístico ha sido el intento de regular el alquiler de viviendas particulares. Aunque las grandes ciudades como París pueden gestionar el gran número de visitantes, otras regiones del país han comenzado a implementar medidas cautelosas para regularlo.
Grecia
La cuna de la civilización occidental atrajo en 2016 tres veces su población en turistas, y desde entonces este flujo ha seguido aumentando. Lugares como Atenas, Esparta, Delfos, Creta, el monte Athos y numerosas islas e islotes albergan reliquias milenarias, pero también han sido testigos de un creciente descontento entre la población local.
La isla de Santorini es famosa por sus impresionantes vistas y puestas de sol. Sin embargo, la masificación turística ha generado problemas de congestión, presión sobre la infraestructura y la erosión del patrimonio cultural y natural.
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Sostenibilidad y daño al medio ambiente
Italia
Diversas regiones han endurecido las normas de comportamiento en espacios públicos, influenciadas por la falta de consideración de algunos visitantes. Por ejemplo, las autoridades de Roma han incrementado las multas por actividades como bañarse en las fuentes, bañar a los animales o sentarse en los parapetos de estructuras arquitectónicas.
Otro claro ejemplo de esta tendencia está en Venecia, esta ciudad es conocida por su belleza y su fragilidad ambiental. Sin embargo, el turismo masivo ha provocado preocupaciones sobre la sostenibilidad, el deterioro de los edificios históricos y la congestión de las calles y los canales. Los residentes se han quejado de los precios inflados, la pérdida de servicios locales y la presión sobre la infraestructura.
Tailandia
La sobreexplotación turística ha causado un considerable daño al medio ambiente, lo que ha llevado a las autoridades a implementar medidas de control más estrictas.
La decisión se tomó de cerrar al turismo la isla de Tachái, en el mar de Andamán, con el fin de proteger los corales, la flora y la fauna en uno de los destinos más populares para el buceo en Tailandia. Posteriormente, también se cerró la famosa Maya Bay, en la isla de Phi Phi Leh, reconocida por su aparición en la película ‘The Beach’, protagonizada por Leonardo Di Caprio.
¿Cómo combatir la turismofobia?
Combatir la turismofobia requiere un enfoque integral que aborde las preocupaciones subyacentes y promueva un turismo más sostenible y equitativo. En primer lugar, es crucial fomentar un diálogo abierto y constructivo entre residentes locales, autoridades gubernamentales y actores de la industria turística. Escuchar las preocupaciones de la comunidad y trabajar juntos para encontrar soluciones puede ayudar a construir un consenso y promover la comprensión mutua.
Al mismo tiempo, promover la educación y la sensibilización sobre los impactos del turismo y la importancia de un turismo responsable es esencial. Esto puede incluir campañas de concienciación pública, programas de formación para profesionales del turismo y actividades educativas en escuelas y comunidades locales.
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Además, es importante incentivar prácticas turísticas responsables que respeten el medio ambiente, la cultura local y los derechos de las comunidades anfitrionas. Esto implica la promoción del ecoturismo, el turismo comunitario y el turismo cultural auténtico.
Finalmente, es crucial asegurar que las comunidades locales se beneficien de manera equitativa del turismo a través de la creación de empleo local, el apoyo a pequeñas empresas y la inversión en infraestructuras y servicios públicos.
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