A tan sólo 45 minutos de la ciudad de Puebla y dos horas de Ciudad de México, se encuentra el Pueblo Mágico de Atlixco, un lugar lleno de historia, color y tradiciones que dejan maravillados a sus visitantes. En esta ocasión, visitamos varios puntos de su Centro Histórico que nos dejaron encantados y, como siempre, con muchas ganas de volver. Gracias a su cercanía con la ciudad de Puebla, visitar Atlixco es un infaltable si estás turisteando en el estado de Puebla, es perfecto para ir un fin de semana en compañía de tu familia y amigos. Lo mejor de todo es que en este lugar encuentras atractivos para todos los gustos y ocasiones.
Si vas en plan familiar, pueden visitar los viveros, comer una nieve o probar exquisitos platillos en los restaurantes que rodean al zócalo. Ahora bien, si vas en un plan un poco más fiestero, encontrarás pequeños negocios donde te puedes tomar una cerveza bien fría con tus amigos o, en un plan más relajado, rentar una casa con alberca y pasar un fin de semana inolvidable.
Una rica cecina para comenzar
Siempre es bueno tener el estómago lleno para realizar cualquier actividad y nosotros lo tenemos muy claro, por esta razón, pasamos a comer una rica cecina atlixquense en el Mercado Benito Juárez, también conocido como el Mercado de la Cecina.
Nos comentaron que en este lugar encontraríamos la mejor cecina de Puebla y así fue, nos deleitamos real- mente con este platillo. La cecina tiene un costo aproximado de 300 pesos por kilo y el mercado está abierto de 10:00 a 19:00 horas. Si pides un kilo, puedes pedir medio kilo de cecina y otro medio de carne enchilada para probar las diferentes variedades de carne que te ofrecen en el lugar.
Te recomendamos visitar este lugar temprano para que no lo encuentres abarrotado de visitantes y puedan atenderte rápidamente. Algo importante: los acompañamientos de la carne, como queso, aguacate, en- salada de nopales y tortillas, no están incluidos en el precio de la carne.
Y ahora sí, ¡a caminar!
Iniciamos nuestro recorrido en el zócalo, donde se encuentra el Palacio Municipal, un edificio histórico en el que apreciamos hermosos murales que relatan, de una manera artística, la historia de este Pueblo Mágico y muestran cómo se vive la “fiesta grande” de Atlixco: el Huey Atlixcáyotl, un festival cultural que se celebra el último domingo de septiembre de cada año en el Cerro de San Miguel.
En ese magno evento, lleno de música, danza y tradición, participan los nahuas, totonacos, tepehuas, otomíes, mixtecos, popolocas, mazatecos y criollos, quienes se reúnen |para honrar a su santo patrón, Quetzalcóatl, en una fiesta multicolor en la que se realizan cantos, danzas, rituales y se preparan platillos típicos de la región.
En el Huey Atlixcáyotl, cuyo significado en náhuatl es “gran tradición atlixquense”, también eligen a la Xochicíhuatl (Mujer Flor) y a sus Xochipilme (Florecitas). Al contrario de lo que muchos podrían pensar, este concurso no califica la belleza, sino el conocimiento de las costumbres de los pueblos del estado de Puebla.
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Volviendo al Palacio Municipal de Atlixco, en el que resaltan los coloridos murales, obra de Juan Manuel Martínez Caltenco, un pintor atlixquense, te informamos que el acceso a este sitio es gratuito y puedes ingresar en un horario recomendado de diez de la mañana a cinco de la tarde. De ahí caminamos unos cuantos metros hacia la Parroquia de Santa María de la Natividad, un lugar muy importante del zócalo de este Pueblo Mágico. Atlixco también es conocido por sus nieves y helados artesanales y como hacía bastante calor disfrutamos de una rica nieve para después continuar con nuestro paseo por este destino.
Herencia y tradición cultural de Atlixco
Llegamos a uno de los puntos más emblemáticos de Atlixco, la colorida Escalera Ancha, un lugar imperdible en tu visita por este destino poblano. No nos podíamos ir sin subir sus 87 escalones y apreciar otro hermoso mural que albergan las escaleras, el cual representa el folclor, la cultura e identidad de los atlixquenses en la típica solañera y el charro del pueblo. Al terminar de subir encontrarás el Ex Convento de San Francisco, compuesto por el claustro alto y bajo, dormitorios y huerta, y la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, su nave es típica de las construcciones franciscanas del siglo XVI, así como un retablo, de los más bellos de la Nueva España del siglo XVII. El ex convento fue construido por el arquitecto Fray Juan de Alameda sobre una plataforma prehispánica que data del año 1571.
Finalizamos nuestro recorrido en el quiosco del zócalo atlixquense. Allí disfrutamos de un delicioso frapuccino en su parte alta, desde donde se puede contemplar los jardines, las tranquilas calles de Atlixco y una bonita estampa de la Parroquia de Santa María de la Natividad, y aprovechamos para planear nuestro siguiente viaje.
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