Pensé que sabía cómo tomar vino, pero sólo me di cuenta de que no era así hasta que visité De Cote, una casa vitivinícola en Ezequiel Montes, Querétaro, que se ha dedicado al estudio y cultivo de la vid, echando mano de las mejores técnicas y la más alta tecnología, para producir vinos de excelente calidad.
Sus viñedos me dejaron maravillada y, además, tuvimos el honor de que el sommelier corporativo, Mario Alberto Fernández, fuera nuestro guía para mostrarnos cada rincón de De Cote, platicarnos la historia de la empresa y, al final, compartirnos su conocimiento sobre la manera correcta de tomar una copa de vino. Ahora estoy segura de que no pasaré una pena al momento de degustar un buen vino con mis amigas.
La experiencia fue muy grata para mí, desde el momento de entrar percibí ese aroma a uva y madera que se me quedó en la memoria y de sólo recordar mi visita, me dan ganas de volver y disfrutar alguno de sus deliciosos vinos en una de sus terrazas.
Si quieres conocer qué otros viñedos recorrimos durante nuestro viaje por Querétaro, checa el siguiente video:
Aprendizaje exquisito
Las instalaciones de De Cote son increíbles, cada esquina te brinda un spot perfecto para esas selfies y fotos del recuerdo. En cuanto llegas te encuentras con una fachada hermosamente sobria —en la que se combinan adobe, madera y vidrio— y, desde ese momento, te das cuenta de que saldrás de ahí con una sonrisa que cubrirá tu rostro, como comúnmente se dice, de oreja a oreja.
Mi parte favorita fue visitar las bodegas de vino y conocer todo el proceso que se sigue, desde el cultivo hasta llegar ahí. También me di cuenta de que la maquinaria que se utiliza en este lugar es bastante moderna, pero me gustó mucho saber que, a pesar de ello, en De Cote se recolecta las uvas de manera manual, lo cual contribuye a darle al vino un toque artesanal y, sobre todo, una calidad que no cualquier viticultor logra obtener.
Para cerrar el recorrido con broche de oro, brindas con una copa de vino en compañía de las personas con las que vayas y de tu guía, quien te brindará una capacitación exprés acerca de la apreciación del vino, qué se debe hacer antes del primer trago y cómo tomar tu copa correctamente. En este lugar no sólo conocerás los viñedos y las bodegas, sino que también te llevarás un gran aprendizaje que podrás compartir con tu familia y amistades.
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El recorrido
Antes de ingresar a De Cote, nos tomaron la temperatura, pasamos por un tapete sanitizante, nos proporcionaron gel desinfectante y nos advirtieron del uso obligatorio del cubrebocas durante todo el recorrido. El personal nos recibió de manera muy amable y nos presentó a Mario Alberto Fernández, nuestro guía de lujo.
Luego de tomarnos unas cuantas fotos en los jardines exteriores, donde hay sillas y barricas que sirven como mesas, empezamos el recorrido por los viñedos. Entre las vides, Mario Alberto nos ofreció una breve historia de los inicios de De Cote y nos habló acerca de los diferentes tipos de uva que lograron cultivar con éxito.
Cabe resaltar que Querétaro no forma parte de la Franja del Vino en México, por lo que la labor de esta casa vitivinícola —que desde su origen ha marcado diferencia y demostrado que cuando las cosas se hacen con amor y dedicación, todo se puede lograr— adquiere mayor relevancia. Aquí, por ejemplo, se elabora “vinos inéditos”, cuyo origen es un equilibrado ensamble de diferentes uvas para lograr morapios únicos.
Algo de lo que aprendí en los viñedos De Cote, y que me pareció muy interesante, es que en el sabor del vino influyen varios factores, uno de los más importantes es el microclima de la región en la que se cultiva la vid; a esa región se le llama “terroir”, un término un poco más técnico que — aquí te va un tip— puede darte un aire de sotisficación si lo utilizas en una reunión en la que haya vino, ¡pero no abuses de él!
Contenedores y bodegas
Tras una larga plática en la que el sommelier corporativo también nos reveló la manera en la que consiguieron que las diferentes variedades de uva que cultivan se adaptaran al suelo semiárido de Querétaro, procedimos a conocer la zona donde se fermenta el líquido que se obtiene de este milenario fruto para, finalmente, convertirse en un vino de excelente calidad.
Conocer los gigantescos tanques donde se fermenta el mosto, ver todo el proceso por el que pasa antes de llegar a la botella, fue para mí uno de los mejores momentos. Fue en esta parte del recorrido donde me percaté de que De Cote cuenta con la mejor tecnología —que conjuga perfecta-mente con el savoirfaire de sus especialistas—, y que esta casa no es una más en el panorama vitivinícola de México.
Posteriormente, pasamos a la gran cava, la zona más emblemática de todo el lugar, donde el vino “crece” y alcanza su madurez en las barricas para después salir al mercado. Nuestro recorrido finalizó de la mejor manera, con una copa de vino en la mano, lo mejor de todo es que te la llevas como recuerdo.
¿Cómo nació De Cote?
Bodegas De Cote nació del sueño de dos hermanos que compartían el amor por la cultura del vino, por ello decidieron crear uno propio y fusionaron conocimientos, uno en la parte administrativa y otro en lo correspondiente al campo. Adquirieron, en un inicio, tres hectáreas de terreno y, trabajando de manera conjunta, lograron sembrar las primeras uvas en 2008, al tiempo que planeaban y daban forma a las instalaciones.
Empezaron a dar vida a la zona de las bodegas y, a medida que su sueño empezaba a hacerse realidad, establecieron nuevas metas, aumentaron su terreno a 10 hectáreas y continuaron invirtiendo en la construcción hasta abrir sus puertas al público en 2014. Desde entonces, Bodegas De Cote, que actualmente cuenta con 50 hectáreas de viñedos, mantiene la curva ascendente de su crecimiento y un espíritu de innovación que se aprecia en cada gota de sus vinos.
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