La ciudad de Puebla alberga varios recintos en los que podrás culturizarte y viajar en el tiempo a través de la historia como uno que alberga la zona de Los Fuertes de Loreto y Guadalupe, ubicada en el nororiente de la Angelópolis, que sirvió como base militar a inicios del siglo XIX y fue escenario de un importante momento histórico, celebrado hasta nuestros días: la Batalla de Puebla, de la cual salimos victoriosos los mexicanos contra los franceses durante la Segunda Intervención Francesa, y también el Planetario de Puebla, del cual te contaré nuestra experiencia.

Precisamente, en esta área se encuentra el planetario Germán Martínez Hidalgo, cuya construcción inició en 1979 y fue inaugurado en 1985, y se nombró así en honor al científico mexicano, nacido en Teziutlán, Puebla.

Desde su apertura, este espacio ha estado dedicado a la divulgación científica y tecnológica, buscando posicionarse como uno de los complejos de difusión científica y tecnológica más importantes a nivel nacional. Entre sus características más destacadas es su estructura, pues por fuera se puede apreciar su forma piramidal, que alberga una pantalla IMAX para la proyección de películas y documentales. También posee áreas para conferencias, juegos en los que podrás realizar varios tipos de experimentos, cafetería, entre otras cosas.

Si visitas la ciudad de Puebla o vives en ella, este lugar debe formar parte de tu itinerario. Aunque está enfocado en el público infantil, es algo que se disfruta también en familia.

Aprendiendo de astronomía en el Planetario de Puebla

Regresar al Planetario de Puebla significó para mí como hacer un viaje en el tiempo. Me trasladó a mi niñez, a mi yo de 7 años emocionada por entrar y descubrir este lugar. A pesar de contar con más de tres décadas en el mundo, no pude evitar emocionarme y sentirme como en la NASA desde la entrada que simula un hangar espacial —bueno, tomen en cuenta que mi capacidad de asombro sí sigue siendo la de un niño de 7 años.

En el recorrido, pudimos tener un acercamiento con la astronomía y física a través de actividades didácticas y sensoriales, porque es más divertido entender cualquier ciencia mediante la experiencia que a través de la teoría, como bien dijo Víctor Cabrera, encargado del lugar.

El Planetario de Puebla cuenta con un gran equipo colocado estratégicamente en todas las áreas didácticas, iluminadas por luces neón únicamente, lo que hace la experiencia más interesante y original, para que los visitantes reciban una breve explicación del fenómeno natural, proceso físico u objeto astronómico exhibido. Asimismo, mientras escuchas la explicación, podrás interactuar con los objetos colocados en cada mesa.

En estas áreas aprenderás más sobre las fases de la Luna, el allanamiento ecuatorial, la caída en vacío, cómo funciona el radiotelescopio y la actividad que más me gustó: mandar un mensaje a un extraterrestre, entre otras, en la que crearás un mensaje con los sonidos e imágenes de la naturaleza, de la humanidad y de todo lo que existe en el planeta Tierra, además, le puedes agregar texto.

Conociendo Júpiter

Después de conocer este pabellón, vimos un cohete espacial y un astronauta que pendía del techo, escenarios dignos de tu cámara para hacer una selfie y decir que estuviste aquí.

Luego, nos dirigimos a la sala de proyecciones en la que nos explicaron la alineación de los astros de esa noche. Cada noche las estrellas se colocan de manera distinta, así que nunca verás un manto estelar idéntico. También vimos un documental de unos 30 minutos en el que nos contaron la historia de la astronomía.

Lo peculiar de esta sala, con capacidad para 300 personas, es que su pantalla no es la típica que te encuentras en el cine, sino que es de formato IMAX (imagen máxima). Aquí podrás ver los filmes proyectados en un domo y vivirás una experiencia sorprendente.

Sin más, nos recostamos sobre los cómodos asientos y disfrutamos la función.

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Por último, salimos que la noche —junto con una larga fila de niños y adultos interesados en la observación de planetas— se habían apoderado de la explanada del complejo. Observamos con ayuda de un telescopio, colocado por Víctor, al planeta Júpiter, conocido como el gigante gaseoso, pues es el más grande del sistema solar, ya que posee el doble de masa que todos los planetas juntos. Debido a esto, también es el único que no gira alrededor del Sol.

Es importante saber…

Sin duda, todos aquellos interesados en la astronomía, física, química, robótica, tienen que vivir esta experiencia y disfrutar de todas las actividades que ofrece el Planetario Germán Martínez Hidalgo, como la observación en telescopio, que es gratuita y se lleva a cabo desde noviembre. Esta se seguirá realizando mientras el clima lo permita, es decir, que no llueva o anochezca temprano.

El costo de entrada general es de 80 pesos adultos y 70 pesos niños, estudiantes y docentes con credencial. Adultos que cuenten con credencial del INAPAM y personas con discapacidad entran gratis. Los martes tienen promoción de 2X1 en el costo de la entrada.

¡No te quedes sin vivir esta experiencia espacial!

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