Redescubriendo Puebla viajes inolvidables
Bosque, neblina, tirolesa y cascadas viajes inolvidables
Pahuatlán es uno de los 12 Pueblos Mágicos de Puebla. Su nombre deriva del náhuatl: Pahuatl “fruta” y tlan “junto o entre”, lo que se terminó traduciendo como “entre frutas” o “lugar de los frutos”. Ubicado en la serranía poblana, exactamente en la Sierra Norte del estado, se distingue por la producción del papel amate y porque conserva muchas tradiciones prehispánicas, por ejemplo en su gastronomía. viajes inolvidables
Aquí preparan muchos platillos utilizando la hormiga chicatana, como las chicalas en salsa, que son recolectadas en temporada de lluvias de verano —un dato que nos habría sido útil saber en aquel momento, pues las chicatanas fueron nuestro motivo principal del viaje, pero fuimos en diciembre. Además del pan artesanal en horno, el atole de cacahuate y las artesanías de chaquira y bordados de pepenado, a unos minutos de Pahuatlán, está el municipio de Honey, pronunciada “onei” por los locales, esta palabra es de origen anglosajón en honor a Richard Honey, un empresario británico que impulsó la economía de este lugar a través de la construcción de una fábrica de colorantes a mediados del siglo XIX.
Fotos: México Ruta Mágica
Centro ecoturístico de Honey viajes inolvidables
Honey alberga un centro ecoturístico llamado Cascadas Paraíso que crearon trece colaboradores de la región con la ayuda de la Comisión Nacional para el Desarrollo Indígena, donde encontrarás una acogedora estadía en cabañas, senderos boscosos con pozas naturales, revitalizantes cascadas, algunas habitadas por supuestos duendes y otras para romancear, puentes colgantes y una tirolesa que atraviesa la neblina, mientras la brisa de la cascada moja ligeramente tu rostro, una simple acción que llena de agradecimiento, asombro y energía a quien lo vive, pues, por el entorno, también sentirás que vas volando entre las nubes.
Foto: México Ruta Mágica
Esta travesía fue inolvidable no solamente por el recorrido con olor a bosque y tierra mojada, que nos desafiaba a través de caminos resbalosos, pero nos premiaba con sorprendentes vistas de diez cascadas y hermosos miradores, sino también por una tirolesa y un puente colgante para los más intrépidos y para unas selfies únicas.
Foto: México Ruta Mágica
También lo hizo especial que fue mi primer viaje en grupo, el primer viaje que organicé yo, mi primera vez en tirolesa y mi primera vez resbalando a cada paso que daba por no llevar el calzado adecuado —¡ah! y se nos cayó el dron, pero esa es otra historia, ¡escuchamos pero no juzgamos!
Aventura acuática en Quintana Roo viajes inolvidables
Mar turquesa, delfines y mucha diversión
Ya lo dijo Rousseau “lo que uno ama en la infancia se queda en el corazón para siempre” y este viaje representó eso para mí. Un viaje al pasado, en el que mi niña interior se volvió a maravillar con un mundo que creía conocer.
El Consejo de Promoción Turística de Quintana Roo organizó un inolvidable fam trip familiar en el que las actividades incluían visita al Acuario de Cancún y al parque acuático Aqua Nick, nado con delfines, ver el show JOYÀ de Cirque Du Soleil, entre otras cosas.
Foto: México Ruta Mágica
Con nuestras actitudes de asombro y alegría literalmente en cada actividad, mi amiga fotógrafa Arlette y yo parecíamos otro infante más, además de los cinco chiquitines que nos acompañaron durante el viaje: Ian, Helena, Santiago Marcel, Isabela y Patricio, con sus respectivos tutores.
La magia comenzó desde las vistas idílicas del mar turquesa del Caribe mexicano desde el avión y los complejos hoteleros que nos alojaron Hyatt Ziva Riviera Maya y Hotel Generations, enormes complejos que ofrecen todo al alcance del huésped. El segundo merece mención honorífica, pues incluye ¡hasta un Starbucks! Literalmente, el sueño de todo vacacionista.
Foto: México Ruta Mágica
¿Qué más? viajes inolvidables
Hicimos esnórquel en una de las playas más bonitas del mundo: Maroma Beach, que cuenta con un restaurante tipo buffet donde encontrarás desde pizzas al horno hasta tacos de barbacoa. Luego, vivimos el show más espectacular que haya visto, JOYÀ de Cirque Du Soleil, en el que los acróbatas y efectos especiales sorprenden a chicos y grandes. Además, cabe destacar que el lugar donde se realiza es una joya arquitectónica: el complejo residencial Vidanta Riviera Maya.
Al día siguiente nadamos con delfines y conocimos varias especies de la fauna marina en el Acuario de Cancún, entre ellos unos ajolotes.
Foto: México Ruta Mágica
En el último día, fuimos al famoso parque acuático Aqua Nick dentro del hotel Nickelodeon, lleno de todos los personajes de las caricaturas —actuales y de antaño— más emblemáticas de esta cadena televisiva, donde participamos en la slime party, nos aventamos por los toboganes y saludamos a los personajes de Bob Esponja.
Pero ahí no acabó el día, porque después nos llevaron al parque Xenses de Grupo Xcaret en el que jugaron con todos nuestros sentidos, desde lugares inmersos en la oscuridad, túneles que mareaban, tirolesa nocturna, un pueblito chueco y espacios psicodélicos que nos maravillaron.
Foto: México Ruta Mágica
Ensenada, un viaje culinario
Vinos, cerveza y mariscos
El norte de México siempre ha llamado mi atención y Baja California era un destino que estaba en mi checklist, y el Ensenada Beer Fest fue el motivo perfecto. La Secretaría de Turismo de Baja California nos invitó a este gran evento en el que convivimos con varios ensenadenses y catamos algunas de las cervezas artesanales que producen.
Esta visita fue muy especial para mí, ya que realizamos actividades diferentes y se enfocó en un viaje culinario totalmente.
Fotos: México Ruta Mágica
Pero empecemos por lo primero, el paisaje escarpado de la Sierra Madre Occidental que pude ver por la ventanilla del avión y la carretera escénica más bonita de México (Tijuana-Ensenada) engalanada por el ocaso fueron momentos inolvidables que me hicieron saber que nunca estuve equivocada sobre este estado, su belleza es colosal en todos los sentidos.
Lo especial de esta andanza también tuvo que ver con que fue la primera vez que probé mariscos —ostiones para ser exactos, que cené llegando a Ensenada—. Su consistencia y sabor superaron mis expectativas y es que, qué mejor lugar para probar mariscos que el mar del Pacífico norte. Tijuana destaca por su variada gastronomía y también por originales y creativos lugares de comida como el restaurante Morocha, con una decoración ecovanguardista, que conserva el pasado de sus muros y con objetos rústicos adorna y acoge a sus visitantes.
Foto: México Ruta Mágica
Recorrido gastronómico viajes inolvidables
El recorrido gastronómico continuó en el Parador Mercedes, de estilo country y ubicado en medio de la ruta comercial Ensenada-Tecate-Mexicali, por lo que se volvió el favorito de los conductores. Aquí encontrarás delicias como burritos con cangrejo y machaca estilo sinaloense.
Baja California se distingue por producir el 90% del vino mexicano, así que, indudablemente, no podía faltar la visita a las vinícolas Vena Cava y Clos de Tres Cantos, nos maravillaron con su arquitectura y vinos, creados desde la sabiduría palatal —y filosófica— de sus dueños.
Foto: México Ruta Mágica
Asimismo, probé por primera vez la carne wagyu —sí, de las más caras del mundo por cómo tratan y crían al ganado— y aprendimos sobre la producción de mejillones en Ensenada —probando algunos literalmente salidos del mar— en una embarcación de Baja Shellfish Farms, que ofrece este tipo de tours.
Por último, pasamos a la cantina más antigua de todo California: Hussong’s, donde tomamos unas margaritas y terminamos disfrutando de la marea noctámbula en Punta Morro —dicen que es el lugar favorito de Luis Miguel en Ensenada.
Foto: México Ruta Mágica
Tour citadino en Manhattan
Miradores, museos, arquitectura y naturaleza
Manhattan es un lugar lleno de historia, cultura y vida moderna. Recorrer sus calles es como entrar en un mundo de muchas sensaciones, desde el ruido y las luces de Times Square hasta la tranquilidad de Central Park.
Mi aventura comenzó en Times Square, un lugar lleno de luces y pantallas gigantes que lo convierten en el epicentro turístico de la ciudad. Aquí, la energía única de la zona se siente en cada paso. A pocos minutos, la majestuosa Catedral de San Patricio me sorprendió, ofreciendo un respiro espiritual en medio del bullicio de la Quinta Avenida, con su arquitectura neogótica y hermosas vidrieras.
El Rockefeller Center fue mi siguiente parada. Desde el mirador Top of the Rock, las vistas panorámicas de Central Park y el Empire State Building son impresionantes. Este histórico complejo también alberga la famosa pista de hielo y el tradicional encendido del árbol de Navidad.
El Memorial y Museo del 11-S, ubicado en el lugar exacto de las Torres Gemelas, fue una experiencia conmovedora. Las fuentes que marcan su ubicación y el museo subterráneo que documenta ese trágico día brindan un homenaje a la memoria de las víctimas. Luego, caminé por el Puente de Brooklyn, una de las estructuras más emblemáticas, con vistas espectaculares de Manhattan y Dumbo, en Brooklyn, conocido por sus calles adoquinadas y boutiques modernas.
Fotos: Omar Sánchez
Más de la Gran Manzana
Central Park, el pulmón verde de Manhattan, fue mi siguiente destino. Este extenso parque ofrece un respiro de la ciudad con lagos, senderos y actividades al aire libre, reflejando la diversidad de la vida neoyorquina. También visité la Biblioteca Pública de Nueva York, con su majestuosa arquitectura Beaux-Arts y su vasta colección literaria, y el Museo de Historia Natural, hogar de la mayor colección de huesos de dinosaurios del mundo. Me detuve en Lexington Candy Shop, una cafetería clásica que conserva el encanto de la vieja Nueva York a través de sus sodas.
Foto: Omar Sánchez
No podía faltar un recorrido por los miradores más icónicos, como el Empire State Building y el Summit, desde donde la ciudad se despliega en todo su esplendor. Un paseo en metro —imperdible también— me llevó por Wall Street, el corazón financiero de la ciudad, y continué mi recorrido visitando la estación Oculus, un impresionante centro de transporte que alberga una gran variedad de tiendas.
Finalmente, un ferry me llevó a la Estatua de la Libertad y Ellis Island, símbolos de libertad e inmigración. Manhattan es más que un destino; es un lienzo de experiencias, siempre sorprendentes y que te invitan a volver.
Huatulco,travesía prístina
Entre el mar y la sierra
Huatulco cuenta con nueve bahías, cada una con su propio encanto, lo que hace casi imposible elegir la más bella. Si buscas privacidad y aguas tranquilas, El Órgano es la mejor opción, aunque solo es accesible en embarcación, pues llegar por tierra es un tanto complicado.
Otra bahía imperdible es La Entrega, famosa por su biodiversidad, lo que la convierte en un sitio ideal para practicar snorkel y paddle board, o bien, nadar o recorrer sus aguas en lancha. Cuenta con restaurantes que ofrecen mariscos frescos y una gran variedad de platillos a precios accesibles.
Foto: México Ruta Mágica
Si prefieres playas más vírgenes, Bahía Chachacual es una excelente alternativa. Al igual que El Órgano, conserva un entorno prácticamente intacto. La mejor forma de llegar es atravesando el Parque Nacional Huatulco, donde se pueden observar distintos ecosistemas en apenas unos cientos de metros, desde selva baja caducifolia hasta paisajes semidesérticos.
Sin embargo, Huatulco es mucho más que playas. En La Crucecita, el corazón del destino, encontrarás restaurantes de comida típica e internacional, bares y antros que animan la vida nocturna, además de un mercado de artesanías con piezas únicas para llevarte un recuerdo especial.
Foto: México Ruta Mágica
Otra joya es Pluma Hidalgo, una región cafetera rodeada de exuberante vegetación. En lugares como la Finca El Pacífico, puedes conocer el proceso del cultivo del café, desde la semilla hasta la cosecha, y finalizar con una degustación de su exquisito sabor.
Aventuras extremas
Para los amantes de la aventura, Huatulco ofrece experiencias inolvidables. Con la Agencia Aventura Mundo, puedes recorrer en bicicleta la Sierra Sur, desde Pluma Hidalgo hasta la costa; practicar kayak en las playas o aventurarte en un descenso de rafting por el río Copalita. Si prefieres el ecoturismo, el Jardín Botánico Hagia Sofía es un santuario natural donde podrás conocer una gran variedad de especies vegetales y animales.
Foto: México Ruta Mágica
Para cerrar con broche de oro, un paseo en yate te llevará mar adentro en el Pacífico, donde, con suerte, podrás avistar delfines y tortugas marinas. También, los miradores de Huatulco, especialmente el del Faro, ofrecen vistas espectaculares para despedir el día con un atardecer inolvidable.
Huatulco es un destino que combina playa, aventura, cultura y naturaleza, brindando una experiencia única para todo tipo de viajeros.
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Yohualichan y Cuetzalan
Historia, naturaleza y magia
No recuerdo exactamente qué edad tenía la primera vez que escuché hablar de Yohualichan –“La Casa de la Noche” en náhuatl–, el primer asentamiento de la cultura totonaca, ubicado en la Sierra Norte de Puebla, que tuvo su apogeo alrededor del año 600 de nuestra era. Pero, no pasaba de los 10 años.
Según la leyenda, en algunas noches, justamente en la zona arqueológica, se escucha un sonido muy particular; algunas personas dicen que suena como quejidos, otras, como un silbido. Lo cierto es que, según los expertos, dicho sonido es resultado del paso del viento por los nichos –característicos de la arquitectura totonaca– que decoran las milenarias construcciones.
Foto: México Ruta Mágica
Desde Yohualichan, los totonacas partieron hacia el norte del actual estado de Veracruz, donde levantaron las imponentes edificaciones de El Tajín, siendo la más famosa la Pirámide de los Nichos, que se convertiría en su segundo centro ceremonial.
Todo lo que escuché se me quedó muy grabado y durante años soñé conocer Yohualichan. Más tarde, tuve la fortuna de visitar el lugar en un viaje familiar. Recorrí sus cuatro basamentos piramidales y su juego de pelota, el lugar era más pequeño de lo que había imaginado.
Foto: México Ruta Mágica
No escuché los sonidos de la leyenda, pero descubrí el hermoso pueblo de Cuetzalan, el primero de Puebla en recibir la denominación de Pueblo Mágico, el 11 de marzo de 2002. De los 12 Pueblos Mágicos que tiene el estado, personalmente, me parece el más hermoso.
Turismo religioso en Yohualichan y Cuetzalan
El primer punto a visitar es la Parroquia de San Francisco de Asís, en cuyo atrio los Voladores cautivan a los visitantes con su danza. Después, hay que perderse en sus estrechas calles empedradas hasta que el exquisito aroma del café cultivado en la zona o el de la cecina ahumada, también típica de esta tierra, nos inviten a hacer una pausa.
Foto: México Ruta Mágica
Alrededor del pueblo hay maravillas naturales como la Cascada Las Brisas, además de El Salto, Las Hamacas, Las Golondrinas y Taxipehuatl, ideales para un chapuzón, practicar rapel o hacer tirolesa. También destacan la Cueva del Duende, la Poza Pata de Perro y el Jardín Botánico Xoxoctic.
Definitivamente, tienes que visitar Cuetzalan. Hay opciones de hospedaje para todos los gustos y bolsillos, desde casas de huéspedes y hostales hasta hoteles con todas las comodidades. Si tu intención es descansar o poner a prueba tus capacidades físicas y conocer de cerca la esencia de México, Cuetzalan es, sin duda, una de las mejores opciones.
Huasteca Potosina
Paraíso de aves, cascadas y surrealismo
En la Huasteca Potosina, donde la naturaleza despliega su grandeza sin límites, existe un abismo fascinante en el municipio de Aquismón. Allí, cada mañana, el latido de la tierra se transforma en el aleteo de miles de aves que despiertan en un espectáculo de libertad y vida. Esta vivencia permanece incorrupta en el baúl de mis recuerdos, me sigue pareciendo tan cercana y sorprendente.
Foto: México Ruta Mágica
El Sótano de las Golondrinas es una maravilla natural que atrae a decenas de turistas antes del amanecer. Para presenciar este fenómeno, es necesario descender a oscuras por un sendero empedrado de 500 metros hasta el borde del abismo. Con los primeros rayos del sol, los vencejos, conocidos localmente como golondrinas –por su parecido con estas–, emergen en una danza espiral perfecta, un espectáculo hipnótico que deja sin aliento.
Pero la Huasteca Potosina es mucho más que este majestuoso refugio de aves. A pocos kilómetros se encuentran las Cuevas de Mantetzulel, con paisajes que evocan tiempos prehistóricos, y la Cascada de Tamul, la más alta de la región, con una imponente caída de 105 metros que alimenta las aguas turquesa del río Tampaón.
Foto: México Ruta Mágica
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Paisajes impresionantes
Antes de llegar a estos parajes, es imprescindible visitar Puente de Dios y las Cascadas de Tamasopo, donde pozas de agua cristalina invitan a sumergirse en la serenidad del entorno. Para los amantes de la adrenalina, el ejido “El Platanito” ofrece saltos en cascadas y otras actividades de turismo extremo.
Al caer la tarde, otro espectáculo natural aguarda en la Hoya de las Huahuas, un abismo similar al Sótano de las Golondrinas, donde miles de aves regresan a su santuario con el crepúsculo.
Foto: México Ruta Mágica
Un viaje a la Huasteca no estaría completo sin recorrer Xilitla, cuna del surrealismo en México. Aquí, el Jardín Escultórico de Edward James sumerge a los visitantes en un mundo de formas imposibles, mientras que el Castillo de la Salud de Don Beto Ramón sorprende con su enigmática arquitectura. Para cerrar la travesía, el Museo Leonora Carrington ofrece una ventana al arte onírico de la célebre artista.
Cada rincón de la Huasteca Potosina deja una marca indeleble en el corazón. Su belleza no solo se contempla, sino que se vive, se respira y se recuerda para siempre.
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