Los platillos típicos de México son reconocidos a nivel mundial por su especial sazón. Incluso, la Secretaría de Turismo decretó el 16 de noviembre como el Día Nacional de la Gastronomía Mexicana.

Por otro lado, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), declaró nuestros guisos como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

¿Cómo negar que las recetas heredadas de nuestros ancestros, que han ido evolucionando, son un manjar para todo el que lo prueba? Nuestro país no sólo cuenta con riquezas naturales y culturales, sino también culinarias, así que te invitamos a conocer un poco más de su historia.

La historia de la comida mexicana

Cada platillo de nuestro país es único desde sus orígenes prehispánicos. Las culturas indígenas utilizaban ingredientes que abundaban en la región, como maíz, frijol, nopal y calabaza. Sin embargo, el choque de culturas, provocado por la llegada de los españoles, incorporó a nuestra gastronomía más alimentos en las recetas tradicionales.

Las almendras, el aceite de oliva, algunos condimentos y carne de pescado, cerdos y cabras contribuyeron a mejorar la ya deliciosa comida del Imperio Azteca.

Los mexicanos supimos aprovechar este mestizaje, que se dio, incluso, en la comida, para enriquecer los platillos típicos de México. Aunque no sólo las recetas españolas influyeron en nuestra alimentación, también las de los musulmanes y las de los esclavos africanos, quienes nos compartieron sus secretos.

Gran parte de la fusión gastronómica ocurría en los complejos religiosos a lo largo de nuestro territorio hace 3,000 años. Todo esto ocurrió debido a que los evangelizadores convivían con las comunidades indígenas constantemente y fue infalible la fusión culinaria.

Curiosidades de los platillos típicos de México

Entre los platillos típicos de México se encuentran el mole, pozole, cochinita pibil y chile en nogada. Hoy vamos a contarte algunas curiosidades de estas cuatro comidas que seguramente no conocías.

Mole

Este guiso con aspecto de salsa, un tanto espesa, hecho a base de chiles, especias y hasta chocolate, es el favorito de muchos mexicanos. Durante la época prehispánica, este platillo era servido como ofrenda a los dioses.

Hay 50 tipos diferentes de mole y algunas versiones dicen que la receta original poblana tenía 100 ingredientes. En la antigüedad sólo se utilizaba carne de guajolote, pero ahora se usa de cerdo y pollo.

Su nombre deriva de la palabra náhuatl mulli.

A pesar de las historias que sostienen que este platillo fue creado por una monjita o un fraile, otros chefs lo niegan por la complejidad y exactitud de su elaboración.

En Oaxaca se preparan siete tipos de mole: negro (poblano), amarillo o amarillito, coloradito, verde, chichilo, manchamanteles y rojo.

Existe un mole blanco que se prepara especialmente en bodas en algunas regiones de Puebla.

Pozole

Este sabroso caldito con maíz es de origen prehispánico. Fue creado por los mexicas y era un platillo ceremonial, utilizado en celebraciones religiosas. Incluso, se dice que era preparado con ¡carne humana!

Al maíz usado para esta receta se le llama cacahuacintle por su tamaño similar al del cacao. Su nombre proviene del náhuatl pozolli, que significa espuma o espumoso, pues tiene este efecto cuando es hervido. Esta comida sólo se preparaba a nobles, gobernantes o guerreros.

Hay diferentes tipos de pozole, entre los que destacan el rojo, blanco y verde. Sin embargo, hay muchas variantes en el país; en algunos lados lo preparan con pepita, en otros con carne de cerdo, con pollo o chile pasilla. Por ejemplo, en Guerrero se instauraron los jueves pozoleros en muchos restaurantes, donde se sirve una mezcla del blanco con mole verde.

Más platillos típicos de México

Cochinita Pibil

La gastronomía yucateca es un mar de sabores exquisitos y este platillo típico de México no se podía quedar fuera de nuestro top.

Su nombre es porque se prepara en un horno de tierra conocido como pib, palabra de origen maya. Su cocción se realiza en un hoyo escarbado en la tierra, donde arde leña seca.

Sus orígenes se remontan a la época prehispánica en Yucatán, cuando era elaborado como ofrenda del Hanal Pixán o “Comida de las Ánimas”. Esta comida tuvo influencia de los españoles, ya que, antes se hacía con carne de venados, jabalíes y faisanes, después de su llegada se cocinó con cerdo.

Los mayas utilizaban el achiote, principal ingrediente de este platillo, para pintarse el cuerpo y la cara en ritos religiosos. Además, lo asociaban con la lluvia y también lo usaban como especia.

Chile en nogada

El chef Ricardo Muñoz Zurita desmintió la versión de que una monjita del Convento de Santa Mónica había creado este manjar culinario en su libro Cocina del hermano fray Gerónimo de San Pelayo. Esta receta data del siglo XVIII, según él.

Este platillo es de temporada, ya que sólo lo encuentras en el mes de agosto en la mayoría de restaurantes poblanos. Existen dos versiones: una dulce y otra salada.

El Chile en Nogada cuenta con su propio postre, desconocido por varios: el mollete poblano. Este complemento lo puedes encontrar en panaderías de Puebla entre junio y octubre. Consiste en un pan relleno de crema pastelera, cubierto de una delgada capa de dulce de pepita de calabaza.

Descubre más delicias de la comida mexicana en el siguiente video:

¿Cuál es tu platillo favorito?