La gastronomía de Puebla, en México, es una de las más ricas y variadas del país, conocida por su fusión de sabores indígenas y españoles. Su cocina se distingue por la complejidad de sus platillos y el uso de ingredientes únicos que no solo conquistan el paladar local, sino también el de los turistas que la visitan. Entre sus platillos más emblemáticos se encuentran el mole poblano, una salsa espesa y oscura con más de 20 ingredientes, y los Chiles en Nogada, famosos por combinar el sabor de los chiles con una crema de nuez y granada. origen de las chalupas

Foto: Es Imagen / Jaime Anzurez Cordero

Además de estos platillos tradicionales, Puebla es también reconocida por sus antojitos callejeros, que son una parte esencial de la vida diaria. Las calles están llenas de puestos donde se pueden disfrutar de delicias como las cemitas, una especie de sándwich típico poblano con carne, aguacate, queso y pápalo, o las pelonas, un pan crujiente relleno de carne y frijoles. Las chalupas, pequeñas tortillas fritas con salsa y carne, son otro ejemplo de la rica variedad de comida callejera que se puede encontrar.

Foto: X / @Octavio_01

Puebla ofrece una experiencia gastronómica que es única y extraordinaria, no solo por sus platillos tradicionales, sino también por la calidez y la tradición de su comida callejera.

A continuación, te mostraré el origen de la chalupa, un antojito que tiene profundas raíces en la historia y cultura de esta región.

¿Cuál es el origen de la chalupa?

Las chalupas son un platillo emblemático de la gastronomía mexicana, cuyo origen se atribuye principalmente a la región de Puebla. Aunque la historia de su creación está envuelta en diferentes relatos, su preparación básica se mantiene constante a lo largo del tiempo: pequeñas tortillas de maíz fritas en manteca de cerdo, cubiertas con salsa verde o roja, cebolla y carne deshebrada, generalmente de pollo, res o cerdo.

La tortilla, en este caso, es el elemento clave. El término “chalupa” no solo se refiere al plato en su totalidad, sino también a la pequeña tortilla de maíz que sirve como base. La mezcla de ingredientes sobre la tortilla resulta en una combinación de sabores que varía ligeramente según la región.

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En Puebla, las chalupas son una comida tradicional que forma parte del patrimonio gastronómico local, pero también pueden encontrarse en otros estados como Hidalgo, Guanajuato y la Ciudad de México. Sin embargo, en Puebla es donde alcanzan su máximo esplendor, siendo uno de los antojitos más representativos de la región.

La creación de las chalupas se asocia con los frailes que llegaron a evangelizar en Puebla durante la época colonial. Según una de las versiones más populares, estos frailes combinaron restos de pollo con masa de maíz, pero encontraron la mezcla demasiado seca. Para mejorar el platillo, añadieron salsa y rebanadas de cebolla, lo que dio origen a lo que hoy se conoce como chalupa. Este relato destaca la influencia de los frailes en la gastronomía poblana, que también incluye otros platillos barrocos como el mole poblano y los chiles en nogada.

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Río de San Francisco

Otra versión de su origen se sitúa a las orillas del río San Francisco en Puebla, donde las mujeres cocinaban pequeñas tortillas bañadas en salsa y con carne de cerdo. Se dice que las llamaron “chalupas” debido a las pequeñas embarcaciones que navegaban por el río, lo que añade un elemento simbólico al nombre de este platillo. Esta historia refleja el papel fundamental que jugaron las cocineras de la época en la creación y difusión de este manjar.

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A pesar de que las chalupas son predominantemente poblanas, no hay un consenso claro sobre su origen exacto. Además de los frailes y las mujeres que cocinaban a la orilla del río, otra leyenda cuenta que una joven del Barrio del Alto en Puebla, intentando hacer un sope, creó accidentalmente una chalupa. Esta chica posteriormente comenzó a venderlas, y su negocio prosperó hasta abrir una sucursal en el famoso Paseo de San Francisco, lo que sugiere que la chalupa también tiene raíces urbanas.

Foto: X / @chopsuito

Con el paso del tiempo, las chalupas se han adaptado y han sido incorporadas a otros platillos típicos. Por ejemplo, en Puebla, se pueden encontrar combinaciones con cemitas, otro antojito icónico de la región, lo que da lugar a una rica mezcla de sabores. Asimismo, en diferentes municipios de Puebla, la preparación de las chalupas puede variar; algunos lugares las adornan con queso, col o lechuga, lo que añade un toque regional a esta receta tradicional.

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Mestizaje cultural origen de las chalupas

El mestizaje cultural que caracteriza a la cocina mexicana se refleja en cada bocado de una chalupa. La influencia prehispánica de la tortilla de maíz, combinada con ingredientes y técnicas culinarias traídas por los colonizadores, como el uso de la manteca de cerdo, han dado como resultado una gastronomía única, y las chalupas son un ejemplo claro de esta fusión de culturas.

Además, la gastronomía poblana ha sido enriquecida por influencias francesas y árabes, lo que ha dotado a sus platillos de una diversidad de sabores, colores y texturas inigualables.

Foto: X / @cincococina
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El legado gastronómico de Puebla es amplio, y las chalupas comparten protagonismo con otros platillos icónicos como los Chiles en Nogada, el mole poblano y el mole de caderas. A pesar de que las chalupas no tienen una historia oficial definida, su popularidad ha trascendido generaciones, convirtiéndose en un antojito indispensable en las festividades y reuniones locales.

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Las chalupas son un platillo que ha ganado un lugar especial en la gastronomía mexicana gracias a su sencillez, versatilidad y delicioso sabor. Aunque existen varias historias sobre su origen, todas coinciden en que este platillo fue resultado de la creatividad y la necesidad de aprovechar los ingredientes disponibles. Ya sea que provengan de las cocineras del río San Francisco o de un error culinario en el Barrio del Alto, las chalupas han dejado una marca imborrable en la historia culinaria de México.

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