Con motivo del aniversario de nacimiento del conocido escritor mexicano Juan Rulfo, quien nació un 16 de mayo de 1917, decidimos hablar este mes de Comala, un destino arcano en el que podrás disfrutar de una tranquilidad sin igual, un clima caluroso de verano y una oferta gastronómica que te apachará con cada mordida o sorbo.
Lejos de ser un pueblo fantasma, como lo narra en su novela Juan Rulfo —la cual por cierto ganó dos grandes premios: el premio Xavier Villaurrutia, en 1955, el Premio Nacional de Literatura, en 1970, entre otros—, Comala ofrece atractivos culturales, artísticos y naturales que te sorprenderán.
A casi 10 kilómetros de la zona conurbada de Colima, 20 minutos en auto aproximadamente y 50 en camión, se encuentra Comala.
Si quieres hacer ejercicio, también puedes llegar a esta localidad por la ciclovía, ubicada en el Andador Turístico Paseo de las Parotas, en la localidad Villa de Álvarez.
El nombre de Comala proviene del náhuatl Comalli, que significa “lugar donde se hacen comales”, pues los comales de barro son las principales artesanías de esta localidad.
Comala: tierra de pan, café y ponche
Muy pocos saben que Comala destaca por su gastronomía, pues el café, el pan y el ponche son de sus principales actividades comerciales. Estos tres productos son tan populares aquí que, incluso, se instauró la Feria del Pan, Ponche y Café, celebrada regularmente durante Semana Santa.
Comala ofrece tours de café; uno que abarca los municipios de Comala, Suchitlán, La Nogalera, Cofradía de Suchitlán, Rancho de Agosto, Los Colomos, El Remudadero, El Remate y Los Mezcales, con duración de seis horas aproximadamente, y otro, de hora y media, en el café bus que va de Colima a Comala.
El ponche es otra bebida bastante distinguida de Comala y cada vez se crean más sabores innovadores como el de maracuyá, pistache, nuez, ciruela y guayabilla —¡uff!, ya se nos hizo agua la boca—. Aunque el favorito desde hace décadas de oriundos y turistas sigue siendo el de granada.
El pan colimense y, en específico, el de Comala, es otro distintivo gastronómico, pues hasta Rulfo hace mención de él reiteradamente a lo largo de su novela: “…El color de la tierra, el olor de la alfalfa y del pan. Un pueblo que huele a miel derramada…”. (Rulfo, Juan. Pedro Páramo. [P.15])
También en Los Portales del centro encontrarás una gran variedad de platillos y precios, y los famosos snacks de Don Comalón, donde sirven burritos, flautas, cueritos y otras botanas, así como platillos fuertes: tacos tuxpeños, birria y ceviches, además de tener stand up, show de baile o musical, en un horario de 11:00 a 19:30.
Otras comidas tradicionales son los sopitos colimenses: tortillitas con carne molida y salsa de jitomate con col rallada, cebolla y queso fresco, el tatemado de puerco y el bate, un atole de chía con piloncillo.
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El pueblo blanco
Por si no lo sabías, el Pueblo Mágico de Comala destaca por lo acogedor y rústico de sus construcciones; con tejas coloradas y fachadas blancas, en su mayoría, y porque posee sitios emblemáticos, en cuanto a religión, arte y cultura se refiere, como la Parroquia de San Miguel, los murales de la Presidencia Municipal, la Casa de la Cultura de Comala, la escultura dedicada a Juan Rulfo, ubicada en el Jardín Principal, el museo Universitario Alejandro Rangel Hidalgo, que funcionó como casa de forja, casa del carpintero y escuela, y —ya restaurado— ahora busca difundir el acervo arqueológico y el trabajo de los artesanos de la región. También destaca entre sus atractivos el Jardín Escultórico Juan Soriano, inaugurado en 2002, donde podrás oxigenar tus pulmones en un entorno natural mientras admiras piezas de artistas mexicanos como Juan Soriano, José Luis Cuevas, Manuel Felguérez, entre otros.
De hecho, debido a todas las edificaciones antes mencionadas, este municipio fue declarado por decreto presidencial Zona de Monumentos Históricos en 1988.
¡Casi lo olvido! No te puedes ir de este municipio sin adquirir una de sus artesanías: los famosos comales de barro u objetos de madera. Además, estarías apoyando la economía local.
Sitios cercanos
Disfruta de un paseo ecoturístico en la Laguna de Carrizalillos, ubicada en las faldas del Volcán de Colima y a 25 kilómetros de Comala, la cual te ofrece recorridos en kayak, lancha o a caballo.
En caso de que vayas en plan romántico, la Hacienda de San Antonio, a 6 minutos del centro de Comala, es un imperdible. La arquitectura, excelente servicio, el entorno natural que la rodea y las vistas al volcán de Colima te hará sentir que sueñas despierto.
A tan solo 9 kilómetros de Comala está Suchitlán, un poblado que se distingue por sus calles empedradas, sus coloridas máscaras de madera y por preservar las costumbres de los pueblos indígenas, por lo que, incluso, es conocida como tierra de brujos.
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