Conoce con nosotros el significado e historia de la muñeca Lele, una emblemática artesanía queretana que se popularizó en los últimos años.
Talabartería, mármol, manteles, tapetes, morrales, objetos de palma, canastas y muñecos de ixtle, sombreros y hasta macetas de cantera labrada son tan solo algunas de las artesanías que se venden en los dieciocho municipios del bello estado de Querétaro. Sin embargo, destaca entre ellos un personaje que, por su popularidad, ha visitado importantes ciudades alrededor del mundo como San Francisco, Madrid, Londres, Sídney y Shanghái.
Querétaro posee maravillosos sitios y una gran historia, por eso, fue elegido entre los 50 destinos emergentes a nivel mundial para viajar en 2022, de acuerdo con la guía internacional Travel Lemming. Este estado recibió 2.5 millones de turistas antes de pandemia, que generaron una derrama económica de 12 mil millones de pesos. Evidentemente, su crecimiento exponencial se debe a muchos factores entre los que destacan sus productos artesanales como las muñecas de Amealco. Hoy en día, se estima que las mujeres indígenas confeccionan 150 mil ejemplares de esta artesanía al mes, ¡increíble!
La famosa muñeca Lele
Bien dicen que, como México, no hay dos y para muestra basta un botón, pues la muñeca otomí Lele es el más claro ejemplo de que la artesanía mexicana puede conquistar al mundo.
El origen de Lele, que en lengua otomí significa bebé, surge a raíz de una fusión de los ritos prehispánicos con las costumbres españolas.
A pesar de que actualmente son hechas de trapo y listones de colores, se cree que las primeras fueron hechas con arcilla, palma y cabellos de maíz. La tradición cuenta que estas muñecas se colocaban en los sepulcros infantiles para alejar los malos espíritus de los niños difuntos y, con la llegada de los españoles, fungieron en los mercados como una alternativa perfecta ante los juguetes importados de España, principalmente muñecas de porcelana.
¿Cómo inició la muñeca Lele?
Cerca de 10 mil artesanas otomíes de las comunidades de Santiago Mexquititlán y San Idelfonso Tultepec, ambas en el municipio de Amealco, se organizaron en una cooperativa y su esfuerzo y trabajo posicionó cada vez más a la muñeca Lele. Fue después de algunos años que, gracias a las redes sociales, las muñecas se viralizaron y sus ventas aumentaron.
Este oficio, heredado de generación en generación, ahora es el sustento de decenas de familias. Su fabricación es cien por ciento artesanal y se ha vuelto casi un ritual. Las trenzas y coronas tejidas con lazos de vivos colores identifican en cualquier parte del mundo a las Lele.
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Tal fue el éxito de esta muñequita que en Amealco De Bonfil tiene su propio museo y fue declarada Patrimonio Cultural de Querétaro y Patrimonio Intangible de la Humanidad en 2018. Además, recorrió el mundo en 2019 a través de una muñeca gigante. Estuvo en Londres, China y Australia.
Sobreviviendo a la pandemia y a la piratería
Las artesanas, pioneras en el éxito de Lele, y artesanos siguen haciendo redituable la venta de Lele. A pesar de la crisis económica provocada por la pandemia, se implementaron nuevos modelos de negocios para continuar con la venta de la artesanía. Como la mayoría de las tiendas de artesanías y mercados cerraron sus puertas, las y los productores salieron a las calles y siguieron innovando con diversos accesorios con la imagen de Lele como: aretes, llaveros, carcasas de teléfono, playeras, chaquetas de mezclilla pintadas a mano, esferas de navidad y hasta gorritos de Santa Claus.
La figura de esta muñequita ha conquistado los corazones de mexicanos y turistas, sin embargo, sus productores se enfrentan a un gran reto; combatir la réplica china. Por eso, es de suma importancia que, al adquirir una Lele, lo hagas directamente con los artesanos o en tiendas de artesanías oficiales.
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Como muchas otras artesanías, su elaboración conlleva tiempo, pues confeccionarlas puede tardar de uno a dos días por pieza chica y hasta seis días para las más grandes. Los precios van desde los 30 pesos hasta los 8 mil pesos para las muñecas más elaboradas y de gran tamaño.
Más muñecas artesanales
No obstante, Querétaro no es el único sitio en México que elabora las famosas muñecas de trapo. Michoacán, Estado de México y Guanajuato también realizan estas artesanías, pero lo que cambia son los materiales que ocupan y su nombre, pues en las primeras dos entidades se les conoce como María y Lupita, en la tercera.
Foto: Instagram @lasdeliciasmigeneral
Las muñecas Marías buscan resaltar a las mujeres mazahua, por eso las visten como ellas, y transmitir la pasión por el bordado en cada pieza.
Por otro lado, las muñecas Lupita, elaboradas en Guanajuato, son hechas con cartón y tienen un aspecto más parecido al de una muñeca de porcelana.
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