Antes de adentrarnos en este top de Mezcalerías en CDMX, debes saber que detrás de cada sorbo hay historia, magia y una buena dosis de misterio.

Según la leyenda, el mezcal nació cuando un rayo cayó sobre un agave en el corazón de Oaxaca, abriéndolo como un regalo divino y liberando su espíritu. Por eso se le conoce como la “bebida que vino del cielo”. Más allá del mito, el mezcal tiene propiedades que lo hacen único: es digestivo, relajante, y si se toma con respeto, hasta inspirador.

A diferencia de otros destilados, está hecho de forma artesanal, cocido en hornos de piedra y fermentado de manera natural, lo que le da un sabor ahumado e intenso, lleno de carácter.

Además, se dice que el buen mezcal no da cruda, siempre y cuando lo tomes con calma (y sin mezclarlo con otras cosas). Ya sea para brindar con amigos, acompañar una buena comida o simplemente disfrutar del momento, el mezcal es más que una bebida: es cultura líquida, tradición viva y un viaje sensorial directo al alma de México.

Top Mezcalerías

Si quieres adentrarte en las mejores mezcalerías de la CDMX aquí te traemos el top:

La Clandestina

La Clandestina es una mezcalería en la Condesa que destaca por su atmósfera única y auténtica, inspirada en las tradicionales tiendas de pueblo. Al entrar, te reciben mostradores con productos típicos como jabones, refrescos en botella de vidrio y hasta papillas para bebé, recreando la fachada de una miscelánea donde al fondo se sirve mezcal.

El ambiente es relajado, con bancos de diferentes tipos, lámparas con efecto de falla eléctrica y música “populachera” que envuelve el lugar en un aire pueblerino y acogedor.

En las paredes cuelgan artesanías y cuadros de diseñadores mexicanos, mientras que los garrafones de cristal exhiben una selección de 22 mezcales distintos, que van desde el espadín blanco hasta reposados con graduaciones alcohólicas entre 31 y 54.7 grados.

Todos los mezcales se sirven con el tradicional acompañamiento de naranja y semillas de calabaza para pepenar. Además, venden botellas bajo pedido.

El público es principalmente joven y bohemio, con asistentes del mundo del cine, la televisión y la música. Los meseros, aunque con aspecto rudo, son atentos y conversadores. La Clandestina es un lugar íntimo con capacidad para unas 50 personas, ideal para precopear o pasar una noche relajada, donde la cultura mezcalera se vive con un toque fresco y cercano.

laclandestinamezcaleria - Fotos - Instagram

Bósforo

Bósforo es una mezcalería pequeña y atípica ubicada en la colonia Cuauhtémoc que ha sabido mantener un aire clandestino y relajado. Su decoración es minimalista, destacando una lámpara vintage que remite a los años 30. Este lugar se especializa en mezcales, especialmente los provenientes de Oaxaca, con énfasis en el espadín, muy popular entre los noctámbulos que visitan el bar.

El ambiente es sencillo, casi improvisado, con una barra de cantera, sillas de herrería común y velas en tazas blancas que dan una luz tenue y cálida.

La música se mantiene en un volumen que permite la conversación, haciendo de Bósforo un espacio ideal para charlar y disfrutar sin prisas. Su especialidad gastronómica son las quesadillas con hierba santa, abundantes y perfectas para acompañar los mezcales.

El público es muy diverso, desde artistas hasta empresarios, y el lugar ofrece un amplio tapanco con alfombra, para quienes prefieren sentarse en el suelo.

Bósforo es un lugar misterioso y encantador, con un clima bohemio y una propuesta que invita a descubrir secretos a través de la música, la botana y, por supuesto, el mezcal.

Mano Santa Expendio de Mezcal

Mano Santa, ubicado en la Roma, es un expendio de mezcal que logra transmitir la sensación de estar en una fiesta casera con amigos.

El espacio es pequeño y acogedor, con algunas mesas y sillones que recuerdan la sala de una casa, decorado con cuadros sencillos en las paredes. Los fines de semana suele llenarse rápidamente, por lo que es común esperar afuera con una cerveza o un mezcal en mano.

Este lugar ofrece mezcales artesanales de Oaxaca, provenientes de regiones como Santiago Matatlán y San Andrés Zautla, con variedades que incluyen espadín, madrecuishe y tepextate, entre otras.

Destaca su ensamble “4 magueyes”, una mezcla intensa pero suave que deja sabores dulces y especiados. Además, Mano Santa ofrece mezcalinas, cócteles frescos como la de guayaba, ideales para comenzar la noche.

Mano Santa apuesta por promociones semanales que hacen más accesible el mezcal, acompañadas de platillos tradicionales como cochinita pibil. El servicio es amigable y relajado, haciendo de este expendio una opción favorita para quienes buscan mezcal de calidad en un ambiente informal y lleno de buena vibra.

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Comixcal

Comixcal es un rincón oaxaqueño ubicado en Santa María la Ribera, creado por la chef Marahí López, quien trae la auténtica gastronomía del Istmo de Tehuantepec a la CDMX. La carta es clara y amigable, indicando no solo los ingredientes de cada platillo, sino también la región de Oaxaca de donde provienen, lo que permite una experiencia gastronómica enriquecida por la tradición.

Entre sus platillos destacados están las garnachitas istmeñas, cinco tortillitas fritas con carne de res deshebrada, cebolla y queso oreado, perfectas para abrir el apetito.

También ofrecen costillas ahumadas con limón agrio y guarniciones tradicionales como arroz y frijoles aromatizados con hoja de aguacate. Para acompañar, recomiendan cervezas oaxaqueñas como Tierra Blanca, incluyendo opciones tipo stout con notas de café.

Comixcal es un lugar que no solo ofrece comida, sino que acerca a los comensales a la riqueza cultural y gastronómica de Oaxaca, combinando sabores auténticos con un ambiente cercano y cálido que invita a volver por más.

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Antolina

Antolina, en la Condesa, es un espacio que honra la energía femenina y la cocina tradicional mexicana, con un enfoque en la sustentabilidad y el consumo responsable. Su nombre rinde homenaje a una cocinera tradicional de Veracruz, reflejando su misión de ofrecer alimentos preparados con respeto por el medio ambiente y las comunidades productoras.

El restaurante utiliza verduras de chinamperos de Xochimilco y productos marinos de pesca sustentable, garantizando que cada ingrediente provenga de cadenas de producción justas.

La oferta gastronómica combina ingredientes y técnicas tradicionales con un toque contemporáneo, destacando la frescura y calidad de cada platillo.

Antolina también ofrece una carta extensa de mezcales, todos adquiridos bajo criterios de comercio justo, además de cervezas artesanales mexicanas y vinos nacionales. Platos como tostadas variadas, ensaladas con verduras de la milpa, molotes de plátano con mole y taquitos de chapulines forman parte de una experiencia culinaria rica y auténtica.

El servicio es amable y experto, haciendo que cada visita sea memorable, aunque el precio es justo y refleja la calidad y ética del lugar.

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Sabrá Dios?

Sabrá Dios? es una mezcalería ubicada en la Condesa, nacida de la pasión por el mezcal tras un viaje a Oaxaca. Fundada por Jacobo Márquez, productor de espectáculos, y Alejandro Muñoz, arquitecto, este expendio busca no solo vender mezcal, sino apoyar a los pequeños productores mexicanos. Ofrecen una amplia variedad de mezcales provenientes de estados como Oaxaca, Guerrero, Zacatecas, Tamaulipas, Michoacán, Durango, Jalisco, Estado de México y San Luis Potosí.

Entre sus especialidades encontrarás mezcales de diferentes tipos de agave: pechuga, cenizo, espadín, tobalá y de gusano, además de reposados y añejos. Los dueños asesoran personalmente a los clientes para elegir la botella que mejor se ajuste a su paladar y presupuesto, con precios que van desde 205 hasta 1,400 pesos. Destacan el mezcal Monther de Oaxaca y el Minotauro de Durango, producido exclusivamente con el corazón del agave cenizo.

Sabrá Dios? promueve el comercio justo y reinvierte el 30% de sus utilidades en proyectos sociales, como la construcción de una biblioteca y becas para niños en comunidades mezcaleras de Oaxaca.

Pronto incluirán un escaparate para artesanías, con cajas de madera decoradas por los propios maestros mezcaleros, reflejo del vínculo espiritual con esta bebida ancestral.

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Mezcalería Finca Robles

Situada en la Roma, la Mezcalería Finca Robles es un refugio para los amantes del mezcal que buscan autenticidad. Operada por un miembro de la tercera generación de la familia Robles, esta mezcalería ofrece el mezcal Finca Robles, 100% artesanal y originario de Sola de Vega, Oaxaca, considerado la capital del mezcal. Aunque el espacio es pequeño, con solo una barra y algunas sillas, su oferta es amplia y de alta calidad.

Entre los agaves que manejan están el clásico Espadín, Tobasiche, Tepestate, Arroqueño y el potente Ensamble, con 53 grados de alcohol. Además del mezcal, ofrecen sotoles y bacanoras oaxaqueñas. Para quienes no están seguros, permiten degustar varios mezcales antes de elegir.

También cuentan con una carta de coctelería especializada en mezcal, con opciones como margaritas de frutos rojos o pepino con chile piquín y negronis con mezcal. Es un espacio ideal para conectar con la tradición oaxaqueña en pleno corazón de la Ciudad de México, brindando una experiencia auténtica y apasionada por esta bebida ancestral.

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Corazón de Maguey

Corazón de Maguey, en la Zona Metropolitana, es un espacio que combina una amplia oferta gastronómica con una extensa carta de mezcales artesanales campesinos, con más de 50 variedades. Además del mezcal, ofrecen pulques, cervezas artesanales y cocteles especiales como la “Mentada de corazón” (manzanilla, curazao, mezcal y menta).

Su propuesta culinaria es auténtica y tradicional, con platillos mexicanos como tacos de Jamaica, atapacua verde, tlayudas, sopa de tortilla, huazontles en pasilla, trucha salmoneada y especialidades como las pezcadillas de cazón y la lengua de res en pipián verde.

Destaca el postre tarta de papaya con helado de chile y nata, surgido de un festival gastronómico y que se ha vuelto un favorito. Cada platillo está cuidadosamente decorado y pensado por el chef Alejandro Piñón Salgado, quien también impulsa prácticas “verdes” usando papel en lugar de plástico.

El lugar ofrece una atmósfera acogedora y un servicio atento, con detalles como pan con salsa especial de chile habanero para abrir el apetito. Corazón de Maguey se presenta como una experiencia integral, donde la calidad y el respeto por la tradición se reflejan en cada bocado y sorbo.

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