El arte en Yucatán se revela como un santuario para los amantes de la cultura. Con una oferta diversa y vibrante que funde el legado ancestral con expresiones contemporáneas, este estado del sureste mexicano se posiciona como un destino imprescindible para quienes buscan experiencias culturales profundas, únicas y emocionantes.

Arte vivo entre historia, ciencia y poesía visual

El Museo del Meteorito en Progreso nos sumerge en la historia del gran impacto de Chicxulub, que cambió la vida en la Tierra hace millones de años. Es un viaje sensorial entre réplicas, salas inmersivas y paleontología que fascina a grandes y chicos. Por su parte, el Museo de la Luz y del Ferrocarril, en una antigua estación, une el legado del tren con la magia de la luz en la ciencia, ofreciendo talleres veraniegos para niñas y niños.

La música y la memoria suenan fuerte en la Casa Museo Armando Manzanero, un homenaje íntimo al gran compositor yucateco. El Palacio de la Música, en cambio, vibra con experiencias sensoriales, conciertos y una exposición especial sobre el bolero latinoamericano.

En el universo del arte visual y contemporáneo, el Centro Cultural Fernando Castro Pacheco honra al gran muralista yucateco, mientras que el MACAY se convierte en un faro de arte moderno con exposiciones de identidad, medio ambiente y memoria colectiva. El Olimpo Cultural y la Casa de la Cultura del Mayab abren espacios a la comunidad con cine alternativo, talleres, exposiciones y espectáculos en vivo.

La historia también tiene casa en Yucatán.

El Museo Felipe Carrillo Puerto, en Motul, revive la lucha por la justicia social y la educación indígena. Los murales del Palacio de Gobierno, obra de Castro Pacheco, relatan visualmente la epopeya del pueblo maya. Y la Casa de Montejo conserva el eco del virreinato en su imponente fachada plateresca.

Sobre Paseo de Montejo, las Casas Gemelas y Quinta Montes Molina nos transportan a la opulencia porfiriana, entre muebles, mármol y jardines de otra época.

El alma maya brilla en el Gran Museo del Mundo Maya, con experiencias en realidad aumentada y piezas milenarias, y en el Museo Palacio Cantón, con códices y la cosmovisión ancestral como protagonistas.

Finalmente, el arte urbano y emergente late en las calles de Mérida. En galerías como La Eskalera, SoHo y Galería Mérida, las formas nuevas dialogan con las antiguas. Cada rincón del centro histórico puede esconder un mural, una instalación o una intervención artística inesperada.

Yucatán es arte que respira, que canta, que cuenta historias. En 2025, ven y déjate inspirar.

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