Las Fiestas Patrias nos tragaron durante la madrugada del 16 de septiembre y nos escupieron en un cálido rinconcito del Golfo de México a tempranas horas de ese mismo día.
Muy responsablemente, el equipo de México Ruta Mágica se privó de brindar por la revelación encabezada por el cura Hidalgo y de festejar la Noche Mexicana como se debe, pero un viaje más lo ameritaba.
Luego de atravesar en la van las Cumbres de Maltrata con una neblina cobriza que anunciaba la salida del sol y de ir dormitando todo el camino, el clima húmedo, y algo caluroso, anunció nuestro arribo al bello estado de Veracruz. Para ser precisos, llegamos al centro de San Andrés Tuxtla, uno de los cuatro municipios que conforman la región de Los Tuxtlas, junto con Santiago Tuxtla, Hueyapan de Ocampo y Catemaco, donde nos recibieron Ricardo, nuestro anfitrión y Gerente General de la agencia Rabbit Travel & Tours, y Montse Prisciliano, la guía que, pacientemente, nos acompañó durante todo el viaje.
Oscuros senderos y gastronomía para chuparse los dedos
Desayunamos en el restaurante Martinez, ubicado en la vereda Ruiz Cortines, entrando por la Laguna Encantada, a 20 minutos del centro de San Andrés Tuxtla, un delicioso platillo típico de la región conocido como frijoles con chonegui, el cual consiste en cocinar estas legumbres con bolitas de masa y chonegui, una hierba con olor y sabor similar al epazote, la cual crece en esta zona, acompañado de un atole de fresa bien calientito. Para terminar, un rico pie de piña o quesito como postres.
El silencio y la neblina que envuelve este pequeño lugar al sur de Veracruz te hará querer caminar en sus alrededores y degustar el amplio catálogo de antojitos mexicanos, mariscos, entre los que destacan las mojarras de vivero y los camarones, carnes y muchas otras cosas que el joven Heriberto Martinez prepara desde hace siete años.
Biósfera de los Tuxtlas
Llenos de energía y con la barriga llena, nos adentramos en la Reserva de la Biósfera de los Tuxtlas bajo la orientación de Braulio Málaga, Monitor Comunitario de Aves de los Tuxtlas y guía local, quien nos llevó, luego de caminar unos 400 metros en unos 8 minutos aproximadamente, entre la vegetación y bajo una ligera llovizna, hasta una cueva de murciélagos, sí señores, me gusta Batman, pero enfrentar durante unos 200 metros de recorrido a los únicos mamíferos voladores, con sus pequeños ojos rojos y dientes afilados.
Es una experiencia que me puso ciertamente nerviosa porque, aunado a eso, el camino se complicó con piedras inestables y mayor estrechez al internarse cada vez más, con decirte que para salir de la cueva debes hacerlo en cuclillas, casi como un cangrejo.
Las recomendaciones para este tour son llevar pantalones, playera de manga larga, zapato y guantes de senderismo, por si tocas las paredes que podrían tener guano de murciélago, por esto mismo no es una actividad recomendada para niños pequeños o bebés.
El recorrido subterráneo en la cueva de los murciélagos cuesta 200 pesos.
Rancho Sustentable Doña Elia, todo en un solo lugar
Después de esta travesía en la que el regreso se complicó —y todo por evitar volver por la misma cueva—, pues tuvimos que escalar un minimuro de piedra y caminar más de 25 minutos, visitamos el Rancho Sustentable Doña Elia, un lugar en el que siembran, cosechan y cocinan una gran variedad de productos que ofrecen en un suculento menú y también a través de mermeladas, lociones, cremas, vinos, jabones, jícaras y amplio catálogo de artículos, además de la venta de plantas y bambús. Aquí degustamos la parrillada doña Elia y la parrillada mar y tierra, ambas con buenas porciones que alcanzaron para 10 personas.
De la segunda elección destacan sus camarones, que hicieron a más de uno chuparse los dedos, y de la primera las costillitas y la carne de mono, que en realidad es carne ahumada de cerdo, así como las tortillas hechas a mano. Los precios de su menú varían entre los 40 pesos y los 550 pesos, en platillos más elaborados como las parrilladas.
Por si fuera poco, este restaurante campestre también ofrece zona de camping (100 pesos por persona), una cabaña para 2 adultos y un menor por 600 pesos la noche, alberca, visita a su granja y, debido a su ubicación, senderismo y recorrido guiado por la Laguna Encantada, que se llama así porque en periodo de sequía su nivel de agua aumenta y viceversa.
Además de todo, ¡es pet-friendly!, y tiene un mirador desde donde podrás apreciar el entorno natural que te abraza desde que llegas.
Si estás buscando nuevos lugares donde perderte y vivir nuevas aventuras, ¡siente el llamado de San Andrés Tuxtla!
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