En Navidad, Civitatis se vuelve el compañero ideal para encender el ambiente festivo, mostrando dos excursiones pensadas para esta época. Cada ruta acerca al viajero a tradiciones artesanales y sabores que mantienen vivo el espíritu mexicano, creando momentos que conectan con la esencia más cálida y cercana de estas celebraciones en todo México.

La propuesta se enfoca en Puebla y Michoacán, uniendo el encanto de sus Pueblos Mágicos con la calidez cultural que acompaña las celebraciones decembrinas en México.

Puebla: Ruta de esferas y sidra Chignahuapan y Zacatlán

Esta experiencia lleva al viajero a dos Pueblos Mágicos esenciales. En Chignahuapan, las personas entran a los talleres para ver de cerca cómo se sopla el vidrio y se decoran las esferas, un trabajo que requiere paciencia y mucha dedicación.

Este lugar produce millones de esferas al año, convirtiéndose en un símbolo navideño para todo el país. Después, el recorrido sigue hacia Zacatlán de las Manzanas, conocido por su tradición en la sidra, donde se recorren bodegas y se prueban distintas variedades artesanales. Es un cierre perfecto para quienes disfrutan descubrir sabores locales.

Michoacán: Tlalpujahua, el pueblo de la Navidad eterna

Civitatis acerca al viajero a Tlalpujahua, un Pueblo Mágico conocido por mantener un ambiente navideño durante todo el año. El destino es famoso por la calidad de sus esferas de vidrio soplado, creadas por manos expertas que han perfeccionado este oficio por generaciones. Muchas de estas piezas viajan a distintos países, llevando consigo el trabajo artesanal del pueblo. Es un sitio ideal para adquirir adornos únicos y recorrer la Feria de la Esfera, que permanece abierta hasta el quince de diciembre. El pueblo vive alrededor de esta tradición, convirtiéndose en un punto especial para todos los que aman tradición.

Para cerrar con estos lugares para celebrar Navidad en México

Para complementar estas vivencias, la Navidad se extiende con recorridos por el Estado de México, visitando Acolman, donde nació la tradición de la piñata hace siglos. También incluye Amecameca, famoso por su bosque de árboles navideños, y Tepotzotlán, reconocido por las pastorelas que cada año llenan de vida el Museo Nacional del Virreinato en fechas.

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