Bruselas, la actual capital de Bélgica y corazón de Europa, tiene una historia fascinante que mezcla lo antiguo con lo moderno. Sus orígenes se remontan al siglo X, cuando se estableció como un pequeño asentamiento alrededor de una capilla construida por San Gaugerico en una isla del río Senne. Con el paso del tiempo, este sitio fue creciendo hasta convertirse en un importante centro comercial medieval gracias a su ubicación estratégica entre rutas comerciales.
Durante la Edad Media, Bruselas floreció como parte del Ducado de Brabante. En esa época se construyeron edificios emblemáticos como la Grand Place, que hasta hoy sigue siendo el alma de la ciudad. A lo largo de los siglos, Bruselas pasó por manos de distintas potencias europeas, como los españoles, los austriacos y los franceses. Cada uno dejó su huella, ya sea en la arquitectura, en la gastronomía o en las tradiciones.

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En el siglo XIX, con la independencia de Bélgica en 1830, Bruselas fue elegida como capital del nuevo país. A partir de ahí comenzó una transformación urbana que la llevó a convertirse en una ciudad moderna, sin perder su esencia histórica. Ya en el siglo XX, Bruselas asumió un papel clave en la política internacional al convertirse en la sede de la Unión Europea y de la OTAN.
Bruselas es una mezcla viva de culturas, lenguas y estilos. Sus calles cuentan historias que van desde leyendas medievales hasta decisiones que han cambiado el rumbo del continente. Es una ciudad que sabe mirar al futuro sin olvidar su pasado, y que sorprende a quienes la visitan con su espíritu acogedor, sus chocolates, su arte y su historia que aún sigue latiendo en cada rincón.

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¿Qué se puede hacer en Bruselas?
Ahí te va una lista de los mejores atractivos turísticos de esta bella ciudad:
- Atomium
- Basílica del Sagrado Corazón
- Bois de la Cambre
- Grand Place
- Manneken Pis
- Mont des Arts
- Museo de Instrumentos Musicales
- Museo Real de Bellas Artes de Bélgica
- Palacio Real de Bruselas
- Parlamento Europeo
Atomium
Este icónico monumento de Bruselas parece sacado de una película futurista. Representa un átomo de hierro ampliado millones de veces y fue construido para la Exposición Universal de 1958. Aunque por fuera parece solo una escultura metálica gigante, por dentro guarda exposiciones, miradores y túneles que conectan sus esferas. Desde lo más alto se tiene una vista panorámica de la ciudad. Es uno de esos lugares que combinan arte, ciencia y arquitectura en una experiencia diferente y memorable.

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Basílica del Sagrado Corazón
En lo alto de Koekelberg se alza esta basílica imponente, una de las iglesias más grandes del mundo. Su cúpula verde se distingue desde lejos y por dentro ofrece un espacio amplio y tranquilo. Fue construida en honor al 75 aniversario de la independencia belga. Además de su valor religioso, tiene una terraza con vistas panorámicas y un pequeño museo. Es un rincón perfecto para quienes buscan paz, historia y una mirada distinta de Bruselas desde las alturas.
¿Qué más?
Bois de la Cambre
Este parque es un verdadero pulmón verde al sur de Bruselas. Es el lugar perfecto para un picnic, una caminata tranquila o simplemente para desconectarse del ritmo urbano. Con sus senderos, lagos y zonas arboladas, parece sacado de un cuento. Incluso hay una isla en el centro a la que se puede llegar en bote. Es ideal para familias, parejas o personas que solo quieren respirar aire fresco sin salir de la ciudad.


Foto: X / @ReclaimThePark_

Grand Place
Es el corazón de Bruselas y uno de los sitios más impresionantes de Europa. Rodeada por edificios majestuosos de estilo gótico y barroco, esta plaza late con historia. Aquí se celebran eventos, mercados de flores y espectáculos de luces. Caminar por ella de día o de noche deja sin palabras. Cada fachada cuenta una historia y, aunque siempre hay gente, conserva un aire mágico que enamora. Es imposible conocer Bruselas sin pasar por aquí al menos una vez.

Foto de Leonhard Niederwimmer en Unsplash
Manneken Pis
Este pequeño personaje de bronce es más famoso de lo que su tamaño sugiere. Representa a un niño orinando y, aunque muchos turistas se sorprenden por lo diminuto que es, se vuelve entrañable. Tiene cientos de disfraces que le ponen en fechas especiales y su origen está lleno de leyendas curiosas. Es símbolo del humor y la irreverencia belga. Visitarlo es más que una foto: es entender una parte divertida del espíritu local.

Foto de Steven Tijpel en Unsplash
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Más atractivos en Bruselas
Mont des Arts
Este rincón artístico y elegante conecta el casco histórico con la zona alta de la ciudad. Desde aquí se obtiene una de las vistas más hermosas de Bruselas, especialmente al atardecer. Está rodeado de jardines, fuentes y museos, lo que lo convierte en un paseo visual y cultural. Su ambiente tranquilo y ordenado invita a sentarse un momento y disfrutar del entorno. Es ideal para quienes aman la fotografía, el arte o simplemente contemplar la ciudad desde otro ángulo.

Foto de Polly en Unsplash
Museo de Instrumentos Musicales
Ubicado en un edificio modernista precioso, este museo es un tesoro para los amantes de la música. Alberga más de 7,000 instrumentos de todo el mundo, desde piezas antiguas hasta creaciones poco comunes. Lo más especial es que se pueden escuchar muchos de ellos gracias a audífonos repartidos por todo el recorrido. La terraza del museo también ofrece una vista encantadora de la ciudad. Es un plan diferente y entretenido que combina cultura, historia y sonidos.

Foto: X / @EmbMexBelgicaUE

Museo Real de Bellas Artes de Bélgica
Este museo es un paraíso para quienes disfrutan del arte. Alberga obras de grandes maestros como Rubens, Magritte, Bruegel y Delvaux. Su colección recorre siglos de pintura y escultura europea, en salas amplias y bien iluminadas que permiten apreciar cada detalle. Hay una parte dedicada al arte moderno y otra a los clásicos flamencos. Es un espacio que inspira, emociona y deja huella. Ideal para perderse por unas horas entre colores, historias y emociones plasmadas en lienzos.

Foto: X / @KindofKino
Para cerrar
Palacio Real de Bruselas
Aunque ya no es residencia real, este edificio sigue siendo un símbolo del país. Su fachada impone y por dentro es igual de elegante, con salones decorados con esmero y detalles sorprendentes. Durante el verano, el público puede entrar a conocerlo y recorrer sus salones históricos. Uno de los detalles más curiosos es un techo decorado con alas de escarabajo. El palacio está frente al Parque de Bruselas, así que se puede combinar la visita con un paseo tranquilo.

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Parlamento Europeo
En el corazón del Barrio Europeo se encuentra este edificio moderno y funcional, donde se toman decisiones que afectan a millones de personas. Aunque parezca un lugar serio, se puede visitar y aprender sobre cómo funciona la Unión Europea. Hay exposiciones interactivas y visitas guiadas. Estar ahí da una sensación de estar viendo la historia en movimiento. Es un espacio para entender mejor cómo se construye la política desde la diversidad y el diálogo entre países.
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