Mucho se habla últimamente del turismo y las experiencias de lujo, pero poco se habla del turismo comunitario. Y no es una palabra que me inventé, en realidad no sé si eso existe, supongo que sí porque actualmente hemos transformado todo en una experiencia turística. Pero recuerdo haber escuchado ese término de algún miembro de la comunidad y se quedó dando vueltas en mi cabeza. yumhu

Un amigo y yo tuvimos la fortuna de asistir a la Feria del Maíz que se realizó en Ixtenco el 2 de abril de este año, esa fue mi primera vez en este Pueblo Mágico. Y me gustaría hablarle a mi yo del pasado y decirle que no cometa el terrible error de pedir agua y una quesadilla, que mejor pida un tamalito de chito porque me lo va a agradecer.

Quisiera comenzar diciendo que una ruta turística no tiene nada que ver con un recorrido familiar, y eso es lo que Ixtenco nos ofreció desde el primer minuto que llegamos a la comunidad. Las personas que nos acompañaron durante todo el camino nos esperaban ya en la plaza de Ixtenco y, por la formalidad, creí que esperábamos a más gente, pero no, solo éramos cuatro personas quienes tuvimos el gran honor de conocer más de cerca a cada uno de nuestros anfitriones.

Como lo dice el título de este artículo, la ruta Yumhu se enfoca, principalmente, en conocer la gastronomía de Ixtenco, sin embargo, también hay talleres impartidos por artesanos que no te puedes perder.

¿Qué más sobre la comunidad de yumhu?

Todo lo que probamos durante el día estuvo delicioso y ¡que nos perdone Dios!, porque la verdad pecamos de gula. Nuestra ruta empezó en la casa de Doña Sofi y me pareció un gran acierto que lo primero que probáramos fuera el atole agrio con tamales de chito y tamales de frambuesa. Esta bebida es tan importante dentro de la comunidad que le ha dado el nombre a Ixtenco, dicha palabra se traduce del yumhu como “fiesta del atole agrio”.

No voy a mentirles, me enamoré completamente de Ixtenco y creo que no sólo yo, también las personas que hicieron conmigo el recorrido. Pude darme cuenta de que lo que nos gustó a todos es la honestidad con la que los pobladores se muestran frente a los demás, no hizo falta la extravagancia y el lujo, todos los platillos los probamos en casa de los y las ixtenqueñas quienes nos compartieron el proceso de elaboración de cada uno desde cero.

Doña Mago y Jos nos mostraron cómo es la elaboración de los tlaxcales, para que tengan la consistencia ideal, el maíz tiene que estar en su punto. Los acompañamos con agua de pinole (dato interesante: es perfecta para cuando te mueres de calor) y habas en choloxtle.

Doña Josefina nos mostró cómo es la preparación del chile de matuma, hecho a base de chile guajillo, clavo, canela, masa y carne de res. Este chile tiene una consistencia espesa gracias a la masa que lleva y una de sus principales características es su color “ladrillo”.

¡Más comida!

Quiero darle mi agradecimiento especial a Doña Juanita Patlani por el desempance que les dio a estos glotones y por mostrarnos las plantas silvestres (cempasúchil, verbena, sábila, ruda, hinojo, higuerilla, entre otras) con las que elabora medicina tradicional como tés y tinturas madre. Yo adquirí una tintura para la ansiedad y mejoró mucho mi ciclo de sueño.

Con Doña Lolita probamos el pipián e intentamos moler maíz en el metate para preparar pinole. Ante esto, tengo que decir que con cada actividad el trabajo fue honesto.

En casa de Marina vimos cómo se borda un ceñidor hilo por hilo, nos contó que con todas las actividades que hace (estudiar y ser mamá) puede demorarse hasta tres meses en terminar uno, mientras que Doña Tere, su mamá y guardiana de las semillas nos mostró cómo es el tueste de las pepitas.

Doña Cirila nos mostró con mucho orgullo su camisas bordadas y trató de enseñarme un poco del pepenado que forma parte de sus trajes tradicionales.

Don Pedro… ¡ah, que Don Pedro! Es muy alegre, nos llevó en carreta y burro por el pueblo. Después, en su vivienda, nos enseñó la variedad de maíz color verde que él mismo ha cosechado. Don Pedro y su esposa prepararon un delicioso Pok’u Dok’u o alberjones hervidos.

Necesidades de los campesinos

Antes de continuar con la narración, me gustaría comentar que durante la ruta descubrí que muchos alimentos de la comunidad son producto de la adaptación a las necesidades de las personas que se dedican al campo. Por ejemplo, mientras degustábamos los empedrados de alberjón, Trini nos contaba que para su preparación sólo se ocupa masa y alberjones, esto lo convierte en un alimento que puede conservarse durante muchos días ante la falta de humedad y más ingredientes que provoquen que se descomponga más rápido.

Don Andrés, el cronista del municipio y maestro de las semillas, nos enseñó que se necesita destreza y paciencia para pegar cada una hasta tener como resultado una artesanía que llena de identidad a su comunidad.

Nuestra ruta terminó en el Centro de Ixtenco, en el Restaurante La Antigua, donde hubo agradecimientos, retroalimentación y una sincera despedida. Si van a Ixtenco aquí pueden probar alguno de los platillos tradicionales y pedir salsa de chito (no recomendable para la gente que no come mucho picante), ¡me lo va a agradecer!

Quizá te interese:

Maizapán, un dulce tesoro tlaxcalteca

El maizapán, postre elaborado en Tlaxco, cuenta con cinco sabores: cereales, frutas, plantas medicinales, pétalos de flores y verduras.

Como dije al principio, Ixtenco se llevó mi corazón porque la gente ha entendido que la unión hace la fuerza. Por lo que vi, se conocen entre todos, saben cuáles son las actividades que cada uno realiza y las comparten con mucha dignidad.

Para cerrar

Esa es la otra cara del turismo que la gente debería conocer, más cercana, sin tanta pompa y ostento. Donde las personas de una comunidad puedan decidir cómo y desde dónde contar sus historias porque les pertenecen y deberían poder beneficiarse directamente de ello.

Gracias a Don Pedro, Don Andrés, Doña Juanita, Doña Julia, Trini, Justino, Roci y Carlos, Abel… En fin, gracias a todos por abrirnos las puertas de su casa y tratarnos con el mismo respeto que esperan recibir, por no tener juicios ni jerarquías, por ser transparentes y humildes, le acaban de dar otro significado al turismo.

Si quieres conocer más de México lee nuestra revista mensual y suscríbete a nuestro canal de YouTube: