En las calles de México existe una gran cantidad de antojitos, platillos de pocos ingredientes y elaboración relativamente sencilla. Por lo general, son salados y se acompañan con salsa picante. Pero también los hay dulces, como las doraditas, los buñuelos —típicos de la temporada decembrina— o los churros.

Estos últimos llegaron a nuestro país durante la época de la Colonia, por lo que se les atribuye un origen español, sin embargo, se dice que los primeros churros de la historia fueron elaborados en China. Ese churro “primigenio” —que data del siglo XII— se hace con masa de pan salada que se fríe en aceite y lleva por nombre youtiao.

Gracias a los navegantes portugueses, el youtiao llegó a Europa. Fue en el Viejo Continente, precisamente en Portugal y en España, donde se modificó la receta y se sustituyó la sal por azúcar; además, se le dio a los churros la forma de estrella alargada que conocemos actualmente.

Un postre económico

En México, los churros se venden tanto en la calle como en los mejores restaurantes y hasta en las tienditas de la esquina. Aunque todo depende del lugar, generalmente resulta ser un producto muy barato, la última vez que lo compré en una tiendita, hace apenas unos días, la pieza costaba tan sólo tres pesos.

También hay vendedores en las calles que los preparan al momento y los venden “por bolsita”. Dependiendo del rumbo, cada bolsita con entre cinco y seis churros cuesta de 10 a 15 pesos. Otra opción son las churrerías, donde además de los tradicionales también hay churros rellenos —de cajeta, leche condensada, mermelada de fresa o chocolate— de entre 25 y 30 pesos cada uno.

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Los mejores son los hechos en casa

Aunque siempre resulta más cómodo comprarlos ya hechos, es conveniente elaborar los churros en casa porque podemos hacerlos a nuestro gusto y, de esa manera, serán los mejores que podremos probar.

La receta es muy sencilla, tan sólo se necesita sólo necesitas agua, harina, huevos y mantequilla, entre otros ingredientes.

Receta de churros caseros

Ingredientes:

1 taza de agua

1 barra grande de mantequilla

125 gramos de harina de trigo

1 pizca de sal

3 huevos

Aceite vegetal

Azúcar

Canela en polvo

Preparación:

1. Pon a hervir el agua en una cacerola.
2. Cuando el agua esté caliente, agrega la barra de mantequilla.
3. Incorpora la harina, una pizca de sal y mezcla con una cuchara de madera.
4. Cuando obtengas una masa uniforme, pásala a una batidora.
5. Batiendo esa masa a velocidad media y aún caliente, agrega los huevos uno por uno.
6. Una vez que todo se haya mezclado perfectamente, pasa tu masa a una manga pastelera con una duya de estrella.
7. En una sartén pon a calentar suficiente aceite vegetal para freír los churros.
8. Con la manga, deja caer la masa sobre el aceite y asegúrate de que el churro se fría de manera uniforme.
9. Coloca tus churros sobre una toalla absorbente para eliminar el exceso de aceite; después, pásalos por una mezcla de azúcar y canela en polvo.
10. ¡Disfrútalos con una buena taza de chocolate o bañados con chocolate líquido!

El dato

Además de su forma alargada, también hay una versión “curva” de los churros derivada de la espiral que se hace con la masa durante el proceso de freído. Esa forma curva es semejante a los cuernos de la oveja churra, endémica de la región de Castilla y León, y por ello se le dio el nombre de churro a este delicioso y crujiente postre.

Si quieres pasar al siguiente nivel, además de los churros, puedes preparar polvorones sevillanos. Echa un vistazo a este video: