Cuando hablo de los Voladores de Papantla, siempre viene a mí el recuerdo de nuestra visita al Pueblo Mágico de Tequila, Jalisco. En este lugar fue donde por primera vez tuve la oportunidad de ver este espectáculo tan grandioso.
Por cierto, hablando de este bello rincón, ¿ya conoces sus refrescantes y tradicionales cantaritos?
Me causó mucha emoción ver cómo iban cayendo estas personas de una manera paulatina y armoniosa -ciertamente, sostenidos por cuerdas- desde lo alto de un poste.
Una experiencia inolvidable que, en su momento, me provocó mucha curiosidad. Por eso, hoy te voy a platicar más sobre este ritual.
¿Por qué y quiénes lo hacen? ¿Se preparan para ello? ¿Cómo es esta preparación? ¿De dónde surgió la tradición? Si tú, como yo, mueres por saber todo esto, te invito a que sigas leyendo este artículo.
Origen de la danza de los Voladores de Papantla
Esta danza viene de la época prehispánica y, según una versión, se derivó de un conjunto de tradiciones con origen en el occidente de México. De acuerdo con otras fuentes, el ritual se originó en el actual centro del país, con la etnias nahua, otomí y huasteca.
Y aunque no hay unanimidad en el verdadero origen de esta danza, se acepta de manera consensuada que fue en el actual territorio de Papantla, Veracruz, donde surgió tal como se le conoce actualmente.
Se trata de un rito lleno de simbolismos que se realizaba, principalmente, para pedir por la fertilidad de las tierras. Es decir, mediante esta práctica, se invocaba a la lluvia en tiempos de sequía.
Con la llegada de los españoles a América se prohibió todo tipo de danzas sagradas. Sin embargo, este ritual logró sobrevivir a la evangelización de los conquistadores y permanece hasta nuestros días.
Es una tradición que no sólo se práctica en Papantla, sino también en distintos estados de la república como: Hidalgo, Puebla, Veracruz e incluso en Jalisco, al otro extremo del país.
¿Qué representan los Voladores de Papantla?
Cada volador o danzante representa a uno de los cuatro puntos cardinales. Hay un quinto personaje que funge como el centro de la Tierra y se ubica en el punto más alto; además, toca el tambor y la flauta mientras tiene lugar la danza. Este último también es conocido como caporal.
El descenso de los voladores representa la caída de la lluvia sobre la tierra. El caporal va marcando el ritmo de la danza mientras los demás participantes giran alrededor del poste de alrededor de 30 metros de altura.
Tradicionalmente, cada volador debe realizar trece vueltas que en conjunto, multiplicadas por cuatro, dan como resultado 52 giros. El número de semanas que tiene un año de 365 días y el ciclo de años que conforman el calendario Xiuhmolpilli, que era utilizado por los mexicas.
Anteriormente, era toda una proeza ritualizada cortar el tronco del que descenderían los danzantes. El corte se llevaba a cabo al ritmo de la música y la danza. En el ritual pedían perdón al bosque y, por último, hacían rezos, mientras cargaban el tronco cuidadosamente, sin que tocara el suelo. Hoy día, en muchas partes del país un poste de metal ha sustituido al tronco sagrado, pero ello no ha afectado en ningún modo la espectacularidad de la danza.
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