Seguramente su tamaño podría asustar a cualquiera, pero es inofensivo. A pesar de llamarse tiburón ballena, en realidad es un pez, sólo que de gran tamaño, pues llega a medir hasta 12 metros de largo.
Esta especie habita las aguas de océanos y mares de zonas tropicales y cálidas. Suelen nadar en las profundidades; sin embargo, hay quienes aseguran que se les ha visto cerca de la costa.
Su aspecto es muy peculiar. Posee una cabeza ancha y plana. Sus ojos se encuentran en las partes laterales de la cabeza y son muy pequeños. Su piel es de color gris con pequeñas líneas blancas.
Si piensas que ‘en el mar, la vida es más sabrosa’, no te pierdas nuestras travesías en las diferentes playas de México:
¿Qué come el tiburón ballena?
A pesar de su gran tamaño (y de su nombre), el tiburón ballena no se alimenta de grandes especies. Su dieta diaria está basada en plancton, crustáceos, calamares y peces pequeños.
Fotografía Instagram: /@bajasharkexperience
A pesar de lo que se pueda pensar, esta impactante especie no come humanos o grandes peces. El tiburón ballena se alimenta principalmente de plancton, filtrándolo a través de sus branquias cartilaginosas y tragando miles de litros de agua por hora. En su dieta también predominan los peces pequeños, crustáceos y calamares. Los depredadores de este precioso pez son la ballena orca, el tiburón blanco y el tiburón tigre.
Los países de mayor avistamiento son Filipinas y México. Incluso, en Isla Mujeres y Holbox hay festividades en honor al tiburón ballena. Las calles se llenan de música, hay competencias acuáticas, concursos de disfraces, certámenes artísticos y conferencias ambientales.
Las cálidas aguas del Caribe mexicano reciben al tiburón ballena entre los meses de mayo y septiembre.
Durante este periodo de tiempo llegan hasta mil 500 de estos animales que recorren la costa.
¿Dónde verlo?
Si quieres verlos o nadar con ellos, debes ir a en Isla Mujeres, Isla Contoy, Holbox o Cancún. Los tours que realizan esta actividad ecoturística cobran entre 3 mil 500 y 4 mil 500 pesos.
Es fácil que te enamores de este tierno pececito, por eso te recomendamos que, cuando termine la pandemia, vayas al sur de México a esperar su llegada, siguiendo todas las precauciones, claro está.
