Campeche, una ciudad de tardes encendidas con vistas al Golfo de México , donde los flamencos alzan el vuelo y se pierden en el espesor de la jungla.

A tres horas de la capital, se encuentra en el corazón de la selva, entre la flora endémica, jaguares y el sonido de la naturaleza, Calakmul.

Tierra de sabores, colores y aromas, este territorio esconde un tesoro mexicano que durante decenas de años, arqueólogos e historiadores se han encargado de desenterrar.

Hace más de 3 mil años en lo profundo de la selva, que nunca nadie pudo conquistar, se asentó una de las más grandes civilizaciones en la que aún yacen los restos de sus enigmáticas ciudades .

Sigue leyendo y conoce todo acerca de Calakmul, la más importante de todas las ciudades mayas.

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Historia de Calakmul

“Dos montículos adyacentes” es el significado de la palabra Calakmul, ya que en dicho lugar se encuentran dos estructuras imponentes. Su glifo emblema fue la cabeza de serpiente, el cual identificaba a la dinastía Kann.

Fue descubierta en la década de los 30 y gracias a estas investigaciones se pudo determinar que fue una de las ciudades más importantes del periodo Clásico Maya junto con Tikal y Palenque.

Los jeroglíficos encontrados revelaron que Tikal y Calakmul permanecieron en batalla política durante casi un siglo.

Una de las grandes bellezas de este sitio radica en su esplendor urbano, ya que contaba con grandes plazas ceremoniales y conjuntos residenciales. En esta zona llegaron a vivir hasta 50 mil personas.

Se calcula que estuvo habitada continuamente desde el Preclásico Medio  (de 551 a. C) al Clásico Tardío (a 910 d. C.)

La dinastía Kann fue la de mayor poder y durante su gobierno, Calakmul floreció. La ciudad creció y se erigieron grandes basamentos, estelas, edificios y plazas.

Yuknom el Grande, quien gobernó durante 50 años la ciudad de Calakmul, dirigió la primer batalla contra Tikal, la cual ganó. Sin embargo, su sucesor, Yuknoom Yich’aak K’ahk’, conocido como Garra de Jaguar, perdió las siguientes guerras.

Los expertos aseguran que en su época de mayor esplendor, Calakmul llegó a esparcirse por más de 13 mil kilómetros cuadrados de la región del petén, corazón de la civilización Maya. Esto equivalía al 70 por ciento de los pueblos mayas, que incluía a Tikal.

Actualmente, ocupa un área aproximada de 35 km2 con unas 6 mil estructuras prehispánicas. Por su importancia, este sitio fue declarado en 2002 por la Unesco Patrimonio Cultural de la Humanidad y en 2014 fue elevado a Patrimonio Mixto, Cultural y Natural de la Humanidad.

¿Qué visitar en Calakmul?

La Reserva de la Biósfera Calakmul es la mayor reserva de bosque tropical en el país. Abarca 723 hectáreas de territorio, incluso es más grande que la selva Lacandona.

En esta Reserva de la Biósfera habitan 350 especies de aves, 96 de mamíferos, 500 de mariposas, 1,600 de plantas. Además, aquí habita el jaguar, considerado, por los mayas , el rey de la selva.

En la Reserva de la Biósfera de Calakmul encontrarás diversas zonas arqueológicas:  Balamkú, Becán, Calakmul, Chicanná, El Hormiguero, Xpuhil y Río Bec.

De hecho, entorno a este lugar existe una creencia maya misteriosa. Indígenas de la comunidad creen que la zona está habitada por “aluxes”, una especie de duendes que custodian la reserva y la zona arqueológica. Por lo que, si decides llevarte algo del lugar, algún duendecillo podría seguirte hasta tu casa.

En la Reserva Natural podrás ser testigo de un maravilloso fenómeno natural único en el mundo. Cuando llega el ocaso, un pequeño grupo de murciélagos salen de una cueva que se encuentra a unos veinte metros de profundidad. Se trata de centinelas que buscan ahuyentar a los depredadores de alrededor.

Cuando los murciélagos salen de la cueva,  se elevan hasta la copa de los árboles al mismo tiempo que forman un espiral que se dispersa en la selva.  A este espectáculo visual se le conoce como el volcán de los murciélagos. No son tan peligrosos, contrario a lo que se cree. Además, aquí podrás realizar otras actividades sumamente variadas, desde practicar senderismo hasta elaborar productos en algún taller artesanal.

También podrás observar flora y fauna o hacer turismo comunitario donde podrás aventurarte en la ruta artesanal de la miel y el chicle.

Tampoco te puedes perder la maravilla del equinoccio de primavera, uno de los espectáculos naturales más atractivos y más esperados por miles de viajeros. Conoce Calakmul desde su misticismo para “llenarte de energía” cada cambio de estación, una forma común de conectar con las tierras sagradas mayas, testigos del pasado mágico de México

¿Cuánto cuesta y dónde hospedarse?

Si no te basta un solo día para conocer la zona arqueológica y descubrir los misterios que aguarda la selva, podrías hospedarte en diferentes sitios.

En la carretera 186 Escárcega – Chetumal en la comunidad de Conhuas, podrás encontrar algunas opciones, desde cabañas hasta hoteles o zonas de camping.

En los alrededores de la Biósfera hay más opciones, algunas se encuentran a 20 o 30 km de distancia. Lo ideal es trasladarse en automóvil particular, de lo contrario la movilidad podría ser un lío.  Los precios van desde los 300 hasta los 1, 500 pesos.

El costo de entrada al sitio arqueológico es de 80 pesos con descuento a estudiantes.

¿Cómo llegar a Calakmul?

Puedes llegar en tours privados o en tu propio automóvil. Partiendo desde la ciudad de Campeche, tomas la Carretera No. 261 rumbo al sur. Llegas a la comunidad de Escárcega y ahí te desvías hacia la carretera Escárcega-Chetumal, conocida como carretera Carretera No. 186.

Después del ejido Conhuas, en el kilómetro 95, debes tomar el camino señalizado y a 60 km se encuentra a la zona arqueológica de Calakmul.

Después de leer este artículo, no lo dudes más, ahorra, y aventúrate a vivir una experiencia maya increíble, siguiendo las medidas sanitarias.

Recuerda llevar ropa ligera, gorra o sombrero y una botella con agua para soportar las altas temperaturas y la humedad del ambiente.

Si estás interesado en recorrer la Reserva de la Biósfera, mantente hidratado y ponte repelente para poder disfrutar del entorno como se debe.