Desde la entrada del pueblo y aun sin conocerlo, sabíamos que se trataba de un sitio diferente a las que habíamos visitado antes: es una especie de boulevard bien iluminado, muy limpio, con frondosos arboles a las costados y diversos negocios con letreros… en inglés.
La razón por la cual muchos de los establecimientos en Ajijic manejan tanto el español coma el ingles -y algunos sólo este último- es que la localidad cuenta con una importante población de ciudadanos estadounidenses y canadienses que se estima en cerca de 15 mil personas, aunque no hay cifras oficiales.
Después de pensar por un moment0 que habíamos cruzado un portal dimensional y habíamos llegado a otro país, entramos al pueblito y entre sus estrechas calles empedradas y sus casas de adobe, algunas de ellas con tejado, volvimos a sentirnos en México.
Tranquilidad y encanto
Ajijic es una de tantas poblaciones establecidas a orillas del Lago de Chapala, el mas grande de México, y también de las más encantadoras, ya que en muchas de sus casas se aprecia una enorme variedad de coloridos murales con elementos representativos de la cultura mexicana.
En la ribera del Iago, Ajijic cuenta con un malecón en el que sus habitantes, sobre todo las extranjeros, practican jogging por las mañanas y por la tarde, hacen ejercicio en sus diferentes espacios, cuyos muros también han sido pintados por artistas locales.
La tranquilidad que se respira y su permanente clima primaveral es lo que ha atraído a los extranjeros a este rincón del estado de Jalisco, muchos de ellos viven aquí de manera permanente y algunos más sólo vienen por temporadas, sobre todo cuando el tiempo es inclemente en sus lugares de origen.
La llegada de personas de otros países, entre ellas pintores, escritores e intelectuales, ha enriquecido la vida en Ajijic en el aspecto cultural, lo cual puede apreciarse en la realización de diversas actividades como festivales de cine y la organización de círculos de lectura en diferentes idiomas.
El ambiente bohemio se respira a cada paso en este hermoso pueblo, basta caminar no más de tres cuadras para ver en los murales escenas surrealistas, encontrar en ellos a icónicos personajes como Diego Rivera o Frida Kahlo, y descubrir esculturas hechas con troncos, naturales o coloridos, en su plaza principal, a la que embellece un hermoso quiosco, cuya base luce escenas marinas en altorrelieve.
¿Qué hacer en Ajijic?
Ademas del aire artístico que se potenció con la llegada de nuevos residentes extranjeros, también se dio un impulso económico a la comunidad con el establecimiento de cinemas, hoteles y restaurantes en los que lo mismo puede encontrarse comida local que platillos de alta cocina.
De igual manera, por su carácter de “hogar de artistas”, Ajijic cuenta con varias galerías en la cuales se puede disfrutar de originales obras y, por supuesto, comprar alguna como recuerdo del paso o la estadía por este hermoso pueblo.
Uno de los principales atractivos en Ajijic lo regala la naturaleza: el atardecer, en el que los minutos transcurren lentamente y derriten el ocre del cielo hasta convertirlo en oro líquido sobre el Iago, antes de que las estrellas comiencen a asomarse en el firmamento.
Dos de las actividades mas comunes y demandadas por los visitantes del pueblo son el paseo en lancha, que permite conocer un poco de la naturaleza que rodea a Ajijic, así como apreciarlo en perspectiva desde el lago, y el paseo a caballo para disfrutar de sus calles y los murales que las adornan.
Nuevo Pueblo Mágico
El encanto de Ajijic merecía ser reconocido no só1o por los extranjero que han encontrado aquí un nuevo hogar sino también por las autoridades federales, las cuales le otorgaron el reconocimiento como Pueblo Mágico, así como a otras 10 localidades , el 1 de diciembre de este año.
Ademas de su belleza natural y su ambiente bohemio y tranquilo, este pueblo jalisciense ocupa un lugar en la historia de México , ya que el presidente Porfirio Díaz (1877 – 1880 , 1884 – 1911) pasaba sus vacaciones ahí. De aquella época de afrancesamiento de la sociedad , se conserva en Ajijic algunas casonas de refinada arquitectura.
Los domingos, la visita al mercado es obligada. Allí se encuentra prácticamente de todo, desde vestimentas tradicionales hasta calzado y ropa para realizar actividades extremas, así como artesanías, comida orgánica, fruta y taquitos de guisado acompañados de una refrescante agua de limón con chia.
Ajijic es uno de esos rincones “desconocidos ” de nuestro país que merece ser visitado por lo menos una vez, para disfrutar de su colorido, su calma, su cultura y la majestuosidad de sus atardeceres que parecen ir de la mano con la vena artística de sus habitantes . Se encuentra a tan só1o 40 minutes de Guadalajara, así que cuando estés en la Perla de Occidente, no hay pretexto para que no conozcas Ajijic.
Descubre aquí cómo fue nuestra aventura por este hermoso Pueblo Mágico: