A pocos minutos de Punta Pérula, sobre el intenso azul del Pacífico, se encuentra Isla Cocinas, un rincón de Costalegre que parece salido de un sueño. Sus aguas cristalinas muestran mil tonos de azul, la arena brilla con tanta blancura que parece flotar en el horizonte y el silencio solo lo interrumpe el suave vaivén de las olas al llegar a la orilla.
Para llegar a este paraíso basta una corta travesía en lancha desde Punta Pérula, pero cada instante del trayecto lo vale. En el camino, delfines juguetones suelen acompañar la embarcación y aves marinas vuelan cerca, como si mostraran el camino hacia un refugio secreto. Al llegar, todo se vuelve una experiencia para los sentidos: el olor a sal, el canto de las aves y la sensación de libertad crean una atmósfera que invita a relajarse y dejar que el tiempo se detenga.
En Isla Cocinas no hay hoteles ni construcciones, solo naturaleza pura. Es el escenario perfecto para nadar, practicar esnórquel o simplemente flotar en silencio, dejando que cuerpo y mente se unan al ritmo del mar. Cada rincón parece una pintura viva que cambia con la luz del día.
El islote conserva una gran riqueza natural. Sus aguas albergan peces de colores, corales y diminutos crustáceos, mientras que en el cielo sobrevuelan fragatas, pelícanos y gaviotas que han convertido este lugar en su hogar. Aquí, la vida se mueve con la misma calma que las olas.
Más sobre Isla Cocinas
Visitar Isla Cocinas es mucho más que una escapada; es un encuentro con la naturaleza en su forma más pura. Es escuchar el mar, oler la sal, sentir la arena y mirar el horizonte sin pensar en nada más. En Punta Pérula, el paraíso no se busca, simplemente se encuentra.
La experiencia continúa al regresar a tierra firme. En el pequeño pueblo de Punta Pérula, los días transcurren con una paz que parece eterna. Los pescadores se preparan desde el amanecer, los visitantes caminan descalzos por la playa y el aroma de los mariscos frescos se mezcla con la brisa marina. Es el tipo de sitio que invita a quedarse un poco más, a ver el atardecer sin prisa y disfrutar el momento sin mirar el reloj.

Fotos: @EmbaMexCol



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