Con la llegada del otoño a la Ciudad de México, las temperaturas comienzan a descender y la urbe experimenta una transformación notable. Esta temporada invita a celebrar momentos especiales junto a familiares y amigos, lo que ha inspirado a Casa Prunes a diseñar un menú exclusivo. Los platos, preparados con ingredientes frescos y de alta calidad, capturan la abundancia y calidez propias del otoño. Fiel a su esencia como cocktail bar y restaurante, Casa Prunes complementa cada platillo con un cóctel de autor, que refleja los sabores singulares de la estación.
Como entrada, se ofrece un tiradito de robalo marinado en jugo de limón, aceite de oliva y sal. Este platillo, acompañado de caviar falso de soya, supremas de mandarina y rodajas de serrano, es una manera excepcional de despertar el apetito. Su maridaje ideal es el Mandarine Julep, un cóctel refrescante que combina whiskey Jim Beam Apple, Angostura y hojas de menta.
Continuando con la experiencia gastronómica, el Ravioli Doppio presenta una explosión de sabores otoñales. Estos ravioli, rellenos de short rib y puré de camote morado, se bañan en una salsa de calabaza mantequilla y se coronan con una espuma de queso parmesano y limón. El complemento perfecto es el Soponcio, una mezcla de raicilla Huaraches de Oro con jugo de limón y jarabe de miel de jengibre, que también se sirve con una delicada espuma.
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La esencia de la temporada se refleja en la Cazuela de Brujas, un caldo reconfortante que combina pork belly, cordero y short rib. Infusionado con el aroma del cempasúchil, este platillo se acompaña de bolitas de masa y calabaza. Para equilibrar los sabores y la textura del caldo, el Muertini, hecho con The Botanist gin, Lillet y bitters de cempasúchil, aporta la intensidad necesaria, mientras que el toque floral se hace presente en ambas creaciones.
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Para cerrar la experiencia con un toque dulce, se presenta el icónico Pan de Muerto junto a un fan de Plátano Macho Tatemado, mermelada de cempasúchil y crumble de cacahuate. Este sabor tan esperado de la época se marida a la perfección con el Tren de Media Noche, un digestivo elaborado con raicilla Huaraches de Plata, licor de maíz Nixta, café y una pizca de sal.
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