Si bien las playas de Oaxaca nos ofrecen tranquilidad y nos permiten disfrutar del Pacífico mexicano, existe un lugar oculto, semejante al paraíso, en el que tendrás privacidad y calma en tu descanso.
Ese lugar es Bahía de la Luna, un hotel ubicado en una colina cercana a la Playa La Boquilla, en San Pedro Pochutla, perfecto para olvidarte de toda preocupación y el estrés de la vida cotidiana.
Cuenta con 12 hermosas cabañas de estilo rústico chic rodeadas de naturaleza, cuyos nombres, de planetas y constelaciones, son idóneos, porque el descanso que encontrarás aquí, te lo aseguro, es “fuera de este mundo”.
Amor, familia y amigos
Las cabañas de Bahía de la Luna están diseñadas para alojar a parejas, una familia entera y grupos de hasta ocho personas, ¿y sabes?, ¡desde todas ellas tendrás una vista al mar única y espectacular!
Si el servicio en este hotel ya te hace sentir como en casa, las cabañas tienen otra característica: cocina y comedor que, indudablemente, te permitirán sentirte como si realmente estuvieras en tu propio hogar.
Y si piensas que, debido a la profusa vegetación de esta región puede haber insectos que no te dejen dormir, no tienes nada de qué preocuparte: todas las camas cuentan con mosquiteras para protegerte.
Privacidad total
Tal como su nombre lo dice, este hotel es una pequeña bahía que garantiza tu privacidad, en la que, por las noches, podrás contemplar las estrellas acompañado de una fogata que está incluida en tu hospedaje.
Después de admirar el amanecer desde tu cabaña, puedes disfrutar de alguna de las actividades que propone Bahía de la Luna, como kayak y vóleibol playero en un área acondicionada para su práctica.
Pero si lo prefieres, puedes dirigirte a sus palapas o recostarte en alguna de sus camas flotantes para seguir disfrutando de este paradisiaco lugar; escuchando el mar y contemplando el paisaje.
Cena para recordar
Uno de los aspectos más especiales que tiene Bahía de la Luna es la cena, ya que tendrás que elegir entre dos platillos, de tierra o de mar, y este último dependerá de la pesca del día, ¡alimento más fresco, no encontrarás! Esta cena, que se sirve a partir de las ocho de la noche, es en verdad una experiencia completa. Las mesas, montadas y decoradas a la perfección, se encuentran en la arena, así que prácticamente estarás cenando en la playa.
Las velas sobre esas mesas son el toque final para completar una noche perfecta entre exquisitos platillos, el sonido del mar, la luz de las estrellas y, seguramente, la mejor de las compañías para ti.
El chef te sorprenderá con una entrada que es diferente en cada ocasión, después te deleitará con el primer plato que, de igual manera, varía cada noche y, finalmente, el plato fuerte que elegiste por la tarde.
Si decides tomar la cena, deberás avisar desde temprano en la recepción y, claro está, pagarla, ya que a diferencia del desayuno, no está incluida en el costo de la habitación. Cada segundo en Bahía de la Luna, créeme, lo recordarás por siempre.
Una última cosa: debes tomar en cuenta que en este lugar la señal de telefonía móvil es poca, así que probablemente te será complicado comunicarte, pero en realidad esa es una de las ventajas de Bahía de la Luna porque así puedes concentrarte plenamente en tu descanso y disfrutar de la vida en las costas de Oaxaca.