La Navidad alrededor del mundo es una celebración diversa que refleja la historia, cultura y creencias de cada país. Aunque muchos la asocian con el 25 de diciembre, no todos la celebran el mismo día: en Rusia, Etiopía y otros países ortodoxos la Navidad se festeja el 7 de enero, mientras que en Armenia ocurre el 6. También varían las costumbres gastronómicas, como en Japón, donde millones de familias reservan con anticipación Platillos navideños de KFC, una tradición creada por una campaña publicitaria en los años 70.
En Islandia, los protagonistas son los 13 Yule Lads, traviesos personajes que visitan a los niños cada noche previa a Navidad. En Venezuela, las calles de Caracas se cierran al tráfico para que la gente pueda acudir a misa patinando, una escena única en el mundo. En Noruega se esconden las escobas para evitar que las “brujas” navideñas las usen, mientras que en Irlanda, los niños dejan galletas y una pinta de Guinness a Papá Noel.
Los mercados navideños en Alemania, las posadas mexicanas, la larguísima temporada navideña de Filipinas y la figura de La Befana en Italia muestran que esta festividad, aunque compartida globalmente, se celebra de maneras completamente distintas, llenas de simbolismo y tradición.
España
En España, la Navidad se vive alrededor de una mesa llena de sabores tradicionales que varían según la región, pero comparten un espíritu festivo inconfundible. El cordero asado, el cochinillo, los mariscos, el jamón ibérico y las sopas calientes suelen ocupar el centro de la cena de Nochebuena.
Como acompañamiento aparecen ensaladas frescas, patatas asadas y panes rústicos. Para los postres, el protagonismo lo tienen el turrón, los polvorones, el mazapán y los mantecados. En muchas familias también se disfruta del roscón de Reyes días después, manteniendo la tradición hasta el final de la época navideña.
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Italia
Italia celebra la Navidad con una enorme diversidad gastronómica que refleja sus profundas tradiciones regionales. En el norte destacan platos como el panettone, el pandoro y las pastas rellenas, mientras que en el sur se acostumbra a celebrar con la llamada Cena de los Siete Peces, repleta de mariscos, pescados fritos y preparaciones al horno.
La mesa incluye también lasagna al forno, vitello tonnato, embutidos típicos y quesos artesanales. Los postres varían: desde el clásico panettone hasta dulces de almendras o miel. La comida italiana de Navidad combina calidez familiar, sabores intensos y tradiciones que pasan de generación en generación.
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Reino Unido
La Navidad en el Reino Unido gira en torno al famoso pavo asado, acompañado de relleno, salsa gravy, papas rostizadas, coles de Bruselas y “pigs in blankets” —pequeñas salchichas envueltas en bacon—. Otro clásico es el Christmas pudding, un postre denso con frutas secas y especias que suele flamearse con brandy justo antes de servirse.
También se disfruta el mince pie, tartaleta dulce de frutas especiadas. El ambiente navideño incluye crackers, brindis y mesas decoradas con velas y coronas. La gastronomía británica combina tradición, rituales festivos y sabores cálidos típicos del invierno.
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Alemania
La Navidad alemana se caracteriza por platos robustos y especiados que reconfortan durante el invierno. El ganso asado es uno de los favoritos, servido con col morada, puré de patatas o knödel. Otro plato muy común es el cerdo asado o incluso las salchichas servidas con chucrut.
Sin embargo, el verdadero símbolo dulce es el Stollen, un pan especiado con frutas confitadas y mazapán.En los mercados navideños abundan el Glühwein (vino caliente), almendras tostadas y galletas como las Lebkuchen. La cocina alemana navideña equilibra tradición, contundencia y aromas característicos como canela, clavo y nuez moscada.
Francia
En Francia, la Navidad se celebra con elegancia culinaria. El foie gras suele abrir la cena, acompañado de pan brioche o tostadas. También son comunes las ostras, mariscos frescos, el pavo relleno o el capón. Para finalizar, el postre estrella es la Bûche de Noël, un pastel en forma de tronco decorado con chocolate, crema y figuras festivas.
En algunas regiones, como Alsacia, se preparan galletas especiadas llamadas bredele. La gastronomía francesa de Navidad refleja refinamiento, técnicas cuidadas y un profundo respeto por la tradición, convirtiendo cada mesa en un pequeño banquete lleno de aromas y celebraciones.
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Estados Unidos
En Estados Unidos, la Navidad es variada y multicultural, pero muchos hogares comparten el pavo horneado o el jamón glaseado como plato principal. Las guarniciones incluyen puré de patatas, salsa gravy, judías verdes, biscuits y el clásico mac and cheese. Los postres suelen ser tartas caseras como pumpkin pie, pecan pie o apple pie.
En algunos estados del sur se incorporan influencias afroamericanas y latinas, como gumbo, tamales o arroz con especias. Las comidas navideñas estadounidenses reflejan la mezcla de culturas del país, donde cada familia aporta sus tradiciones y sabores característicos a la mesa.
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México
La Navidad mexicana está llena de sabores vibrantes y tradiciones profundas. La cena de Nochebuena suele incluir bacalao a la vizcaína, romeritos con mole, pierna adobada, tamales de diversas regiones y ponche caliente con frutas como tejocote, guayaba y manzana. En muchos hogares se preparan buñuelos, tortillas fritas bañadas en miel de piloncillo.
También se ofrece ensalada de manzana con crema o frutas. Las posadas previas a la Navidad añaden aún más gastronomía, con tamales, atole y piñatas. La cocina navideña mexicana mezcla ingredientes indígenas, españoles y locales, creando una temporada llena de aromas intensos y celebraciones familiares.
Perú
En Perú, la Navidad se celebra con una mezcla de tradición andina y costumbres introducidas durante la colonia. El protagonista es el pavo al horno, marinado con hierbas, ajo, ají y jugos cítricos. Se acompaña con puré de manzana, arroz árabe, ensalada rusa o papas horneadas.
Sin embargo, lo más distintivo es que la mayoría de familias desayunan al amanecer con panetón y chocolate caliente, incluso en pleno verano. También aparecen platos regionales como lechón, estofados o tamales. La Navidad peruana une sabores intensos, dulces tradicionales y reuniones familiares llenas de música y alegría.
Argentina
La Navidad argentina se celebra en pleno verano, por lo que los platos suelen ser frescos y pensados para el calor. El infaltable es el vitel toné, carne fría con salsa de atún, mayonesa y alcaparras.
También se sirven ensalada rusa, matambre arrollado, asado, lechón al horno o a la parrilla y, sobre todo, los queridos sanguchitos de miga, presentes en casi todas las mesas festivas. Para el brindis se ofrecen pan dulce, budines y turrones. Cada familia combina influencias italianas, españolas y criollas, creando una celebración veraniega donde la comida ligera y los encuentros familiares son protagonistas.
Colombia
La Navidad colombiana es colorida, dulce y profundamente familiar. Uno de los platos más importantes es la lechona, cerdo asado relleno de arroz, arvejas y especias. El dúo más representativo de diciembre es buñuelos y natilla, presentes en las Novenas de Aguinaldos.
También se disfrutan tamales, empanadas y postres como arequipe o brevas con queso. En algunas regiones se prepara sancocho, pavo o cerdo al horno. Las celebraciones empiezan temprano en diciembre, llenas de música, velitas, rezos y comidas compartidas. La gastronomía navideña colombiana une tradición, dulzura y sabores típicos que evocan hogar.
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Puerto Rico
La Navidad puertorriqueña es una de las más largas y festivas del mundo, y su gastronomía es igual de rica. El lechón asado es el rey absoluto, cocinado lentamente a la varita. Los pasteles —hechos con masa de plátano verde y yuca, rellenos de carne— son esenciales en cualquier mesa.
También se sirven arroz con gandules, morcilla y guineítos en escabeche. Para beber, nada más tradicional que el coquito, una mezcla cremosa de coco, especias y ron. La comida navideña boricua es sabrosa, festiva y profundamente ligada a la música, la familia y la tradición caribeña.
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República Dominicana
En República Dominicana, la Navidad está llena de colores y aromas intensos. El plato central suele ser cerdo asado, preparado con adobo criollo. También se sirven pollo horneado, moro de guandules, pastelón, ensalada rusa y diversas frituras.
Las mesas incluyen telera, pan especial navideño, y dulces como el majarete. Las fiestas están acompañadas por música, reuniones familiares y largas sobremesas. La gastronomía navideña dominicana refleja influencias africanas, españolas y caribeñas, generando combinaciones de sabor únicas que representan la diversidad del país. Cada familia aporta sus propios toques, creando cenas abundantes y llenas de tradición.
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Japón
Aunque Japón no celebra la Navidad de forma religiosa, ha adoptado varias costumbres culinarias distintivas. La más curiosa es la tradición de comer KFC, iniciada por una campaña publicitaria en los años 70 que se convirtió en un fenómeno nacional.
Las familias reservan sus cubetas con anticipación. También es muy popular el Christmas cake, un pastel esponjoso cubierto con nata y fresas. En algunas casas se sirven platos occidentales ligeros como gratinados o ensaladas. Las luces, decoraciones y celebraciones de pareja hacen que la Navidad japonesa combine modernidad, marketing y dulces refinados en una festividad única.
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Filipinas
Filipinas tiene una de las temporadas navideñas más largas del mundo, y su gastronomía es igualmente variada. El lechón es el plato estrella, crocante y jugoso. Le siguen el hamonado, la queso de bola, las ensaladas dulces y los espaguetis filipinos.
Tras la Misa de Gallo se disfrutan los postres tradicionales: bibingka, un pastel de arroz cocido en hojas de plátano, y puto bumbong, arroz morado al vapor servido con mantequilla, azúcar y coco. Las celebraciones están llenas de música, reuniones familiares y comidas abundantes que reflejan influencias españolas, chinas y locales.
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Etiopía
La Navidad etíope, llamada Gena, se celebra el 7 de enero según el calendario ortodoxo. La comida tradicional incluye el Doro Wat, un estofado picante de pollo preparado con la aromática mezcla de especias berberé y servido con huevos duros.
Este plato se acompaña con injera, un pan esponjoso de teff que funciona como utensilio y base. También se sirven guisos vegetarianos llamados wats, café recién tostado y cervezas artesanales. La celebración combina rituales religiosos, cantos tradicionales y comidas intensas en sabor. La cocina etíope navideña es profunda, especiada y compartida entre familia y comunidad.
Sudáfrica
La Navidad sudafricana se celebra en pleno verano, por lo que los platos combinan tradición europea con frescura estacional. Muchas familias preparan gammon (jamón cocido o glaseado), pavo, cordero o parrilladas al aire libre conocidas como braai.
Los postres incluyen trifle, helados y los populares mince pies de frutas especiadas. Además, es común disfrutar de ensaladas frescas, platos fríos y bebidas veraniegas. La diversidad cultural del país hace que cada familia adapte la mesa a sus raíces africanas, europeas o asiáticas. El resultado es una Navidad colorida, cálida y acompañada de reuniones al aire libre.
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Australia
En Australia, la Navidad cae en pleno verano, lo que transforma el menú tradicional en una celebración fresca y ligera. Los mariscos —especialmente camarones, ostras y cangrejo— son los grandes protagonistas de la mesa. También se disfrutan ensaladas frías, pavos o jamones preparados con anticipación, y barbacoas en la playa o el patio.
El postre más emblemático es la Pavlova, un merengue crujiente por fuera y suave por dentro cubierto con frutas tropicales. La Navidad australiana combina el espíritu festivo europeo con el clima cálido, creando celebraciones relajadas, al aire libre y llenas de sabores frescos.
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