Tapalpa, un Pueblo Mágico en la Sierra Madre Occidental de Jalisco, tiene un ambiente que invita a caminar sin prisa y perderse entre sus calles de piedra, rodeadas de pinos, robles, encinos y muchas flores. El aire huele a leña y a pueblo tranquilo, mientras las casas blancas con techos de teja roja hacen que todo se sienta como un rincón especial. Además, una parte de su encanto está en su comida tradicional, sobre todo el famoso borrego al pastor que muchos visitantes siempre recomiendan probar sin duda.

En Tapalpa, las tradiciones también se disfrutan en cada bocado, dejando a cualquiera sorprendido por el sabor tan casero de sus recetas. El borrego al pastor nació en tiempos de la guerra cristera, cuando los cristeros se escondían en las montañas y usaban lo poco que tenían: madera y borregos. Con eso lograron un platillo que terminó siendo su alimento de todos los días durante momentos muy difíciles ahí.

Para los años cincuenta, este platillo comenzó a venderse y poco a poco apareció en los menús de muchos restaurantes de la zona. Eso hizo que tanto locales como visitantes lo buscaran para probarlo, hasta convertirse en uno de los platillos favoritos y parte importante de la identidad gastronómica de Tapalpa, de Jalisco.

Su sabor tan especial viene de la manera en que lo preparan: se cocina con leña y se atraviesa en una vara para que el fuego haga su magia, igual que en aquellos tiempos de los cristeros. La carne queda dorada por fuera y muy suave por dentro. Normalmente llega envuelta en papel aluminio y se acompaña con tortillas bien calientes recién.

Para disfrutar este platillo, muchos empiezan con chicharrón de borrego y guacamole, que abren el apetito perfecto. Después cada quien elige su bebida, ya sea una cerveza fría, agua fresca para el calor o un caballito de tequila para darle ese toque jalisciense. También hay quienes piden tacos de queso, una ensalada sencilla o unas tostadas de moronga para completar la comida muy sabrosa y casera siempre ahí.

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Jalisco es conocido por su cocina llena de historia, donde se mezclan sabores antiguos con ingredientes traídos de lejos. Gracias a esa combinación surgieron platillos que hoy son básicos en la mesa tapatía, como la torta ahogada, la birria, tostadas de pata, pozole y el tejuino. Planea unas vacaciones y disfruta paisajes increíbles junto a comida que realmente se siente hecha con cariño jalisciense para todos siempre.