Por Dante Rojas Pedrizco
CDMX tiene esa cualidad de no dejarte solo nunca. Aunque salgas sin plan, siempre terminas en algún lugar que parecía estar esperándote. Una noche afortunada, la ruta llevó hasta Fifty Mils, el bar del Four Seasons en Paseo de la Reforma. Espacio elegante, decoración con estilo y lujo. No necesitas tener habitación para disfrutarlo, la entrada parece un templo secreto entre vegetación y una fuente de agua con una fogata al centro.
No hizo falta pedir algo especifico, el bar tender sabe leer el gusto desde lejos. Bastó pedir algo fresco y diferente para que llegara un vaso bajo, con notas de coco y un toque herbal. Ese trago abrió la conversación con un grupo de viajeros de California, fascinados con lo que la ciudad tiene para ofrecer. Entre sorbos se rieron del tráfico, celebraron la diversidad y comentaron lo mucho que les sorprendía la escena gastronómica y de coctelería en CDMX.
Fotos: Dante Rojas Pedrizco
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Lo que más les llamó la atención fue descubrir destilados mexicanos más allá del tequila. Sonreí, mientras brindábamos con un coctel preparado con Agua Mágica, un mezcal que empieza a hacerse un lugar en las barras más exclusivas de México y Estados Unidos.
Fotos: Dante Rojas Pedrizco
Así funciona la vida nocturna en la Ciudad de México: espontánea, diversa y cosmopolita, siempre lista para regalar historias. A veces basta entrar a un bar, dejarse llevar y brindar con un trago bien servido para que la noche se convierta en experiencia.
Porque viajar no es solo llegar: es disfrutar cada paso del camino.
