En el norte del estado, donde la vida cotidiana se mezcla con la naturaleza, Guasave muestra un destino lleno de historia, sabores y paisajes que sorprenden. Con una combinación de tradición y entorno natural, este municipio ofrece caminos poco conocidos pero memorables. Desde sus pintorescos pueblos hasta sus largas costas, cada rincón invita a quedarse y ser explorado.
A pocos minutos del centro, Tamazula recibe con su famosa iglesia franciscana de la Natividad de María, construida hace más de 160 años. Las casas antiguas de la localidad, el paso del río Sinaloa y la rutina de sus tradiciones lo hacen un lugar interesante para quienes buscan turismo rural con raíces históricas.
Otro sitio destacado son las ruinas de Nío y Pueblo Viejo, que cuentan otra historia del destino. Las edificaciones jesuitas del siglo XVII permanecen como testimonio de su presencia y encuentro con los pueblos yoremes. El adobe, la quietud y la vegetación crean un paisaje donde el tiempo parece detenido.
Pero lo que realmente distingue a Guasave es su entorno natural. La bahía de Navachiste despliega una red de islas, lagunas y playas vírgenes en un ecosistema donde habitan manglares, aves migratorias, delfines y tortugas. Quienes exploran esta zona protegida hallan espacios para acampar frente al mar, navegar, practicar deportes y descubrir vestigios del pasado en petroglifos antiguos. Además, es un punto de encuentro para artistas y poetas en busca de inspiración en la naturaleza.
¿Qué más en Guasave?
Las playas de Guasave también ofrecen diversas actividades. Las Glorias se destaca por sus aguas cristalinas, sus arenas ideales para vehículos todo terreno y, con suerte, el avistamiento de ballenas. Además, conecta a un kilómetro con Boca del Río, donde el río Sinaloa desemboca en el Pacífico. La unión de aguas forma una postal que atrae a quienes buscan experiencias menos concurridas. En Playa Bellavista, las dunas invitan a practicar sandboard y la costa permite la pesca deportiva.
Guasave se disfruta también a través de su gastronomía, por eso se le conoce como la Capital Gastronómica de Sinaloa. Aquí se puede probar mar y tierra: ceviches, tilapia empapelada, camarones, zarandeado, chicharrones de pescado, carnes asadas, tacos, birria y pozole. Las comidas se acompañan con tepache, horchata o un café fuerte. Y el pan de mujer, tradicional de la región, se sirve como merienda para pasar la tarde.
Para los amantes del béisbol, Guasave ofrece algo más. Los Algodoneros, equipo emblemático de la Liga Mexicana del Pacífico, ya alistan su temporada. El 8 de septiembre abrirán su campo de prácticas en el Estadio Francisco Carranza Limón, conocido como Kuroda Park.
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Este icónico estadio se convierte en un punto de reunión para los aficionados, donde la emoción del béisbol se vive en cada lanzamiento. Además, el club programó 18 juegos de preparación para la campaña 2025-2026, cuyo inicio será el 15 de octubre frente a los Tomateros de Culiacán.
Guasave es un destino para vivir y descubrir. Permite redescubrir Sinaloa desde sus raíces, su diversidad natural, su cultura y su pasión deportiva. Para quienes buscan un lugar auténtico, Guasave espera listo para ser explorado.
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