A los pies del majestuoso Iztaccíhuatl, en medio de un bosque que respira vida y silencio, se encuentra un rincón especial donde el concreto y el ruido de la ciudad se disuelven: el Parque Alpinia. Este santuario natural, ubicado justo a la mitad de la carretera México–Puebla, precisamente por los rumbos de Santa Rita Tlahuapan, en la salida a Río Frío, es mucho más que un parque: es un abrazo de la montaña, una invitación a reconectar con la tierra, el aire limpio y con uno mismo.
Alpinia nació como un humilde proyecto de plantación de árboles de Navidad, pero como toda semilla bien cuidada, creció con fuerza y propósito. Hoy, se ha transformado en uno de los espacios recreativos más importantes del país, con un enfoque en la convivencia, el deporte, el respeto al medio ambiente y, sobre todo, en crear memorias inolvidables.

Foto: FB / Alpinia
¿Qué hacer en Alpinia?
Lo primero que llama la atención es su laberinto de cedro, una maravilla vegetal de 6 mil metros cuadrados. No es un simple juego: es un viaje. Sus pasillos serpenteantes, sus muros vivos y sus puentes hacen que perderse ahí sea una experiencia llena de descubrimiento. A cada paso, el visitante siente que entra en un mundo aparte, como si se abriera una puerta a la fantasía. Entre risas, giros equivocados y pequeñas victorias al encontrar la salida, lo que se descubre no es solo un camino, sino la alegría de vivir el presente.


Foto: FB / Alpinia

Pero Alpinia no se detiene en lo mágico del laberinto. Para los amantes de la adrenalina, hay tirolesas que se lanzan entre los árboles —una de 330 metros y otra de 750—, un circuito canopy de siete pasos elevados, gotcha, pista comando, rapel y tiro con arco. Si bien algunas de estas actividades tienen un costo extra, la emoción que generan compensa cada peso. Aquí, los cuerpos se mueven, las risas se elevan y los temores se transforman en logros.


Foto: FB / Alpinia

Los más pequeños también tienen su propio reino dentro del parque. Laberinto infantil, pista de obstáculos, juegos recreativos y áreas de manualidades les permiten explorar y crear a su ritmo. Incluso hay una granja donde pueden interactuar con animales y conocer de cerca la vida del campo. Todo está pensado para que el asombro y la diversión sean compartidos por toda la familia.
Actividades más tranquilas en Alpinia
Quienes prefieren actividades más tranquilas encuentran en Alpinia un espacio perfecto. El mini golf, los paseos a caballo y el futbolito son ideales para relajarse sin dejar de sonreír. Además, hay canchas para jugar fútbol o voleibol entre amigos, zonas de picnic, palapas, fogatas, una terraza panorámica, comedor y hasta una sala de chimenea donde el tiempo parece detenerse.
Alpinia también es un espacio para aprender y crecer. Durante el verano, se realizan campamentos infantiles con enfoque ambiental, donde los niños descubren la importancia de cuidar la naturaleza mientras hacen nuevos amigos. Asimismo, las empresas pueden realizar talleres de integración que buscan fortalecer los lazos humanos a través de dinámicas en plena montaña.

Foto: FB / Alpinia
Y para quienes quieren vivir una experiencia completa, acampar en Alpinia es simplemente mágico. Dormir bajo las estrellas, con el susurro del bosque como arrullo, es algo que no se olvida. Por 490 pesos, el paquete incluye acceso durante sábado y domingo a las principales actividades, uso de regaderas y la libertad de respirar sin prisa. Es necesario llevar tienda propia, aunque también existe la opción de reservar una tienda “comfort”, equipada con colchón inflable tamaño queen, canasta de picnic y desayuno incluido. Es un pequeño lujo natural en medio del bosque, donde se mezcla el confort con lo esencial.


Foto: FB / Alpinia

Alpinia es pet friendly, lo cual significa que tu compañero de cuatro patas también puede disfrutar del paisaje, siempre bajo tu cuidado. Esta inclusión es solo un reflejo más del espíritu acogedor del parque, donde cada visitante, humano o no, es bienvenido.
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Horarios y costos
El parque abre sus puertas los fines de semana, de 9:00 a.m. a 6:00 p.m. La entrada general tiene un costo accesible: 180 pesos para adultos y 150 para niños menores de 12 años. En temporada navideña, el ambiente se transforma con luces, árboles adornados y tarifas especiales donde todos pagan como niños.
Por su cercanía a la Ciudad de México —a tan solo dos horas—, Alpinia es el escape perfecto para quienes anhelan un respiro sin recorrer largas distancias. Es ideal para una escapada espontánea, una salida familiar o una aventura con amigos. Aquí, cada rincón invita a detenerse, a mirar, a escuchar… y a reconectar.


Foto: FB / Alpinia

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Alpinia no es solo un lugar. Es una experiencia que se siente con los pies descalzos sobre la tierra húmeda, con el viento frío en las mejillas, con la risa compartida entre árboles centenarios. Es un recordatorio de que la naturaleza siempre está ahí, esperando, paciente, a que decidamos volver a ella.
En un mundo que se mueve tan rápido, Alpinia nos enseña a bajar el ritmo y dejarnos sorprender. Porque a veces, lo más valioso no es llegar rápido, sino perderse un rato en un laberinto de cedros, para reencontrarse con lo que de verdad importa.
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