Xico, en el corazón montañoso de Veracruz, es un pueblo donde la historia se respira en cada piedra del camino. Sus orígenes se remontan a tiempos prehispánicos, cuando grupos totonacas y luego nahuas habitaron la región, atraídos por la fertilidad de sus tierras y el murmullo constante de sus ríos. Le llamaban Xicochimalco, que significa “lugar donde hay panales de cera amarilla”. Ya desde entonces, este rincón era sinónimo de dulzura.
Con la llegada de los españoles en el siglo XVI, la vida cambió pero no desapareció su alma indígena. Se construyó la parroquia dedicada a Santa María Magdalena, que aún hoy se alza como testigo del mestizaje que dio forma al pueblo. A su alrededor, las calles empedradas comenzaron a delinear un centro lleno de flores, colores y memorias.
Foto: X / @XicoVeracruzMx
A lo largo de los siglos, Xico creció con pasos tranquilos, entre cafetales y neblinas, conservando una calma que el tiempo no ha podido borrar. Sus tradiciones se hicieron fuertes: la danza, la música, el mole espeso con sabor a familia y el fervor por su santa patrona. Cada vestido donado, cada arco floral, es un pedazo de historia compartida.
Foto: X / @XicoVeracruzMx
Pero más allá de fechas y batallas, lo que define a Xico es su gente. Personas que sonríen al paso del visitante, que siguen bordando la vida con manos de maíz y fe. Xico no es solo un destino, es un refugio del pasado que sigue latiendo. Caminar por sus calles es escuchar susurros antiguos, es sentir cómo el tiempo se vuelve suave, como una tarde nublada entre montañas.
Foto: X /
@CHIVOCANIJO
Así, entre recuerdos y nuevas historias, Xico se mantiene en pie, como un poema hecho pueblo, con el alma abierta al que quiera conocerlo.
¿Qué hacer en Xico?
Échale un ojo a estos lugares que te fascinarán:
- Cascada de Texolo
- Cascadas de Xico
- El Cerro del Acamalin
- Museo de Xicochimalco
- Museo del danzante Xiqueño
- Parque Xico
- Parroquia Santa María Magdalena
Cascada de Texolo
La Cascada de Texolo es uno de los tesoros naturales más queridos de Xico. Su caída principal, que va de los 18 a los 24 metros, deja a cualquiera sin palabras por su belleza. Justo enfrente, cruzando el río, está otra caída más pequeña a la que llaman “la monja”, que también tiene su encanto.
Está a solo 3 kilómetros al sur del centro del pueblo, lo que la hace muy fácil de visitar. No es raro que reconozcan este sitio, ya que ha aparecido en películas como Romancing the Stone y Peligro inminente, lo que le da un toque de fama internacional.
Foto: X / @gcerveravalee
Cascadas de Xico
Muchos no saben que, además de la famosa Cascada de Texolo, Xico está rodeado de varias caídas de agua que también valen la pena. En los últimos años, estos lugares se han vuelto otro gran atractivo del pueblo.
Lo mejor es recorrerlas con un guía local, quien además de ayudarte a llegar, te puede mostrar rincones únicos. También se pueden hacer actividades como rapel o lanzarse en tirolesa, lo que vuelve la experiencia mucho más divertida y llena de emoción.
Foto: X / @DanaMayaSolis
¿Qué más?
El Cerro del Acamalin
El Cerro del Acamalin tiene un mirador natural increíble, ideal para quienes disfrutan de las buenas vistas. Lo mejor es ir temprano, cuando el sol todavía no pega tan fuerte y se puede apreciar mejor todo el paisaje. Hoy en día, la zona está rodeada de residenciales, lo que hace que las vistas sean aún más llamativas.
Durante el camino, es común encontrarse con un cafetal, y ahí se puede hacer una pausa para disfrutar de una buena taza de café, lo que vuelve la caminata aún más especial y acogedora.
Museo de Xicochimalco
Este museo no es tan conocido, pero guarda un valor cultural muy especial para la región. En su interior hay una exposición de piezas arqueológicas que pertenecen a la cultura Olmeca, la cual tuvo presencia en esta zona hace siglos.
También hay una pequeña galería con objetos locales que ayudan a contar otras historias del lugar. Cada pieza le da un toque distinto al museo y hace que la visita sea una mezcla interesante de pasado y tradiciones cercanas.
Foto: X / @SECTUR_mx
Museo del danzante Xiqueño
Como la fiesta patronal es el evento más importante del año en el pueblo, se creó un museo especial para que la gente pueda conocer mejor todo lo que hay detrás de esta celebración tan querida.
Lo más interesante del museo es ver de cerca los trajes, máscaras, adornos y otros objetos que se usan durante la fiesta. Cada pieza tiene su historia y forma parte de una tradición que ha pasado de generación en generación.
Foto: X / @SECTUR_Veracruz
Más atractivos
Parque Xico
El parque está justo alrededor de la hermosa parroquia del pueblo y es un sitio perfecto para pasar una tarde relajada. Se puede caminar tranquilo, visitar las tiendas de artesanías o probar la comida típica que ofrecen en los alrededores.
Si vas al parque, no te pierdas de probar el mole xiqueño. Hay varios puestos donde venden esta deliciosa salsa, que es uno de los sabores más representativos de la región y seguro te va a encantar.
Parroquia Santa María Magdalena
La Parroquia Santa María Magdalena está en la calle Hidalgo y es uno de los símbolos más importantes de Xico, Veracruz. Su construcción comenzó en el siglo XVI y se terminó en el XIX, aunque en el siglo XVIII le agregaron una cúpula impresionante.
Dentro de la parroquia está la imagen de Santa María Magdalena, la patrona del pueblo, que es muy respetada por todos. Pero lo que más llama la atención de los visitantes es su arquitectura, que se puede admirar mejor desde lejos, donde realmente destaca su belleza.
Foto: X / @XicoVeracruzMx
Restaurantes en Xico
La Molienda
Junto al río Coyopolan está este lugar que destaca por lo mejor de la comida regional. Su especialidad es la trucha, que te preparan justo como la quieras. Aunque forma parte del Hotel Coyopolan, el restaurante tiene fama propia gracias a su menú, que ofrece más de 400 platillos diferentes de la gastronomía local.
Foto: X / La Molienda
Acamalin
Este restaurante se especializa en platillos típicos de Xico, como los chipotles rellenos en caldillo, el mole xiqueño y la lengua almendrada, entre otros antojitos tradicionales. Quienes lo visitan también destacan su café, con un aroma que invita a quedarse, además de los famosos toritos de la región y el agua verde que te ofrecen como cortesía para acompañar la comida.
Foto: X / Restaurante Acamalin
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