Por Omar Sánchez Manhattan
Visitar Nueva York siempre es una aventura única, llena de sorpresas y nuevas emociones. No importa cuántas veces vuelvas, siempre hay algo nuevo que descubrir. Desde las luces deslumbrantes de Times Square hasta la elegancia del Rockefeller Center, cada rincón de Manhattan guarda su propia historia. Esta vez, caminamos por algunas de las calles más legendarias de Nueva York para mostrarte lo divertido que puede ser recorrer Manhattan. Un consejo importante: lleva tenis cómodos, ¿ya los tienes?, entonces, ¡comencemos a caminar!
Caminar por Times Square
Visitar Times Square es como entrar en un universo de luz, sonido y energía pura. Siempre que pienso en esas dos palabras –o las leo–, me veo caminado por sus calles, rodeado de pantallas de neón y vallas publicitarias gigantes. La sensación de estar en el centro del mundo es incomparable, con miles de turistas, lugareños y artistas callejeros que capturan la esencia misma de la ciudad. En cada esquina, los puestos de comida ofrecen una variedad de snacks neoyorquinos. Si te decides a probarlos, te sugiero elegir aquellos que tienen permisos con la letra A, ya que son los más seguros y verificados sanitariamente.
Este lugar es mucho más que un simple hito, es un destino imprescindible. Con su gran variedad de restaurantes y sus enormes tiendas de todo tipo, es fácil querer comprar todo lo que ves. Times Square atrae aproximadamente a 50 millones de visitantes al año, lo que lo convierte en uno de los lugares más concurridos del mundo. Aunque puede resultar abrumador, especialmente durante las horas pico, no hay nada como ver la puesta de sol y las luces comenzar a brillar con intensidad. No olvides llevarte un recuerdo de sus miles de tiendas de souvenirs.
El emblemático Radio City Music Hall Manhattan
Ubicado en el centro de Manhattan, el Radio City Music Hall es uno de los teatros más famosos de Nueva York y, sin duda, uno de los más bellos. Ver un espectáculo en este lugar es como retroceder en el tiempo. Sus paredes doradas, detalles art déco y la historia que emana de cada rincón lo convierten en un sitio único.
Inaugurado en 1932, este icónico teatro ha sido escenario de innumerables eventos, desde conciertos de leyendas musicales hasta espectáculos navideños que reúnen a toda la familia. Con capacidad para más de 6,000 personas, es uno de los teatros más grandes de Estados Unidos. Al recorrer sus pasillos, no pude evitar detenerme a fotografiar su hermosa fachada, imaginando los grandes momentos y las personalidades que han pisado su escenario.
Paz total en la Catedral de San Patricio
La Catedral de San Patricio es un verdadero refugio espiritual en medio del bullicio de Manhattan. Su arquitectura neogótica, que data de 1879, y sus majestuosas vidrieras son impresionantes. Entrar a este lugar es como borrar la ciudad y su ruido con unos cuantos pasos y, aunque sea por un momento, conectarse con algo más profundo.
Este templo es considerado uno de los más bellos de Estados Unidos y es un símbolo de la comunidad católica en la ciudad. Sus torres se elevan a casi 100 metros de altura. Aunque ha sido restaurada en varias ocasiones, la Catedral conserva su mística original. La ventaja es que te dejan ingresar con celular y cámara tras una pequeña revisión.
Rockefeller Center: historia y vistas panorámicas
Después de salir de la majestuosa Catedral de San Patricio, llegamos al Rockefeller Center, un lugar que refleja la historia de Nueva York en cada rincón. Más allá de su impresionante arquitectura y diseño, lo que más me sorprendió fue subir al mirador Top of the Rock. Desde allí, las vistas panorámicas de la ciudad, incluyendo Central Park y el Empire State Building, son simplemente espectaculares. Te recomiendo visitar el mirador alrededor de las seis de la tarde para disfrutar de una puesta de sol inolvidable.
Este complejo fue inaugurado en 1933, durante la Gran Depresión, como un símbolo de esperanza y resiliencia. Hoy en día, es famoso por albergar una de las tradiciones más queridas de Nueva York: el encendido del árbol de Navidad. Este evento marca el inicio de las festividades y atrae a miles de personas cada año. Además, la pista de hielo que se instala en el Rockefeller Center, de octubre a abril, es otra de sus grandes atracciones.
Con precios que van desde 11 dólares para niños (225 pesos mexicanos) y 21 dólares para adultos (430 pesos mexicanos), patinar aquí se ha convertido en una de las actividad más populares de la temporada navideña. Esta tradición es un emblema de Manhattan desde 1939.
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Datos curiosos que quizá no sabías de Nueva York
El sistema de metro de Nueva York es uno de los más extensos y antiguos del mundo, inaugurado en 1904, cuenta con más de 450 estaciones
Aunque el tiempo se acabó y no pude explorar más, caminar por las calles de Manhattan es mucho más que recorrer una ciudad llena de rascacielos y monumentos. Es una experiencia sensorial única que deja asombrado a cada visitante. Desde las luces de Times Square hasta la paz silenciosa de la Catedral de San Patricio, estos lugares encarnan la esencia de una ciudad que nunca deja de sorprender.
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