No es ningún secreto que en cada estado de la República Mexicana hay una variedad de gastronomía inimaginable, no importa donde estés, en cada lugar tienen su propia versión de platillos que deleitan el paladar de todos los mexicanos, es por eso que a continuación te mostraré cuales son los platillos típicos de Durango, los cuales te sorprenderán por ser tan tradicionales y deliciosos.
Antes de conocer estas delicias, es importante saber que Durango, uno de los estados más cautivantes de México, cuenta con una historia rica y enigmática. Desde tiempos prehispánicos, esta región fue hogar de diversas culturas indígenas que se desarrollaron en su vasto y variado territorio.
Con la llegada de los españoles en el siglo XVI, el estado se convirtió en un punto clave para la explotación de recursos minerales, y su estratégica ubicación hizo de Durango un importante centro comercial durante la época virreinal.
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En esos años, la influencia de diversas culturas dejó una huella única que aún se percibe en la arquitectura de sus edificios coloniales y en las costumbres locales.
La gastronomía de Durango es otro reflejo de su historia, fusionando técnicas y sabores tradicionales con aquellos traídos de otros lugares.
Esta cocina se destaca por utilizar ingredientes de la región y por ofrecer una experiencia que mezcla lo sencillo con lo exquisito. Las recetas tradicionales se pasan de generación en generación, y cada plato representa un pedazo de la identidad duranguense, con ese toque especial que parece tener un mensaje oculto.
Comer en Durango es una invitación a experimentar la historia y cultura local en cada bocado, una experiencia digna de descubrir con hambre de aventura.
¿Cuáles son los platillos típicos de Durango imperdibles?
Aquí te va una lista de las mejores propuestas gastronómicas que Durango tiene para ti:
- Albóndigas
- Bocaditos
- Caldillo duranguense
- Chicharrones de vieja
- Enchiladas
- Gallina borracha
- Pipián rojo
- Tacos laguneros
- Tamales
Albóndigas
Este plato de origen árabe ha echado raíces especialmente en el norte del país. Ahí, se prepara con carne molida de pollo o res, mezclada con huevo, jitomate, arroz o pan, y un toque especial de hierbabuena que le da un giro fresco. La obra maestra se sirve sobre un caldillo de chiles, cilantro y almendras, logrando un sabor que tiene tanto carácter que uno podría pensar que lleva décadas en la cocina mexicana.
Foto: X / @SECTUR_mx
Bocaditos
Este postre, típico de la región, tiene como protagonista a la nuez, uno de los frutos secos que Durango produce en abundancia. Para darle vida, se crea una pasta de nuez que luego se colorea y moldea en formas diversas, dando lugar a un dulce visualmente atractivo y lleno de sabor. Un clásico de la zona, es como si la creatividad culinaria y la artesanía se fusionaran en cada bocado.
Foto: X / @nsturismo
Caldillo duranguense
Este platillo emblemático tiene una historia curiosa y diferente a su versión actual. Comenzó como una sopa sencilla de papas en el siglo XIX, creada para los trabajadores encargados de construir el primer ferrocarril de Durango.
Con el tiempo, la receta se transformó, pasando de llevar carne de venado en sus inicios a ingredientes más accesibles hoy en día. Ahora, es un favorito en bodas, bautizos y celebraciones especiales, donde sigue robando el protagonismo como si fuera una estrella culinaria.
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Más platillos típicos de Durango
Chicharrones de vieja
Los chicharrones de vieja comenzaron su fama en los años 40, 50 y 60. En esos tiempos, se aprovechaban tanto la piel como las pezuñas de los animales para distintos usos, y de ahí nació la idea de hacer estos chicharrones únicos.
Los chicharrones de vieja es piel de cerdo secada al aire y luego frita hasta quedar crujiente. Son un clásico que tiene ese encanto tan mexicano, irresistible en cualquier mesa y perfecto para los amantes de la botana auténtica.
Enchiladas
Esta delicia tradicional consiste en tortillas fritas en manteca de cerdo, que se sumergen en una deliciosa salsa que puede ser de cacahuate y almendra, o bien, una mezcla de leche, huevo y chiles mulato y ancho, conocida como salsa chiapaneca.
Se presentan decoradas con lechuga picada y queso rallado, creando una combinación de texturas y sabores que hacen que cada bocado sea un festín. Es un platillo que no solo alimenta el cuerpo, sino que también alegra el alma, ideal para disfrutar en cualquier reunión.
Gallina borracha
Este platillo típico de Durango se elabora con carne de gallina, la cual se cocina a fuego lento en una salsa de verduras y un toque de alcohol, ya sea vino blanco o jerez. Pero eso no es todo; también incluye jamón, chorizo, pasas y nueces, creando una combinación de sabores que hace que el plato sea digno de celebraciones. Es como si cada bocado contara una historia de tradición y buen comer, perfectos para compartir en la mesa con amigos y familia.
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¿Qué más?
Pipián rojo
Muchos han oído hablar del pipián, pero pocos saben que este platillo tiene raíces en la época prehispánica. Así es, esta delicia viene de un tiempo donde se crearon verdaderas joyas culinarias. Originalmente, el pipián se preparaba con una cazuela de gallina, chile rojo, tomates y pepitas de calabaza.
Las semillas son el alma del plato, aunque cada receta tiene su toque especial, lo que le da un sabor, color y consistencia inigualables. Si visitas Durango y quieres saborear la esencia del estado, este platillo es una recomendación obligada.
Tacos laguneros
Los tacos laguneros son una delicia duranguense que empieza con tortillas de maíz pasadas por un toque de manteca de cerdo. Su relleno lleva cebolla, rajas de chile poblano y jitomate, y aunque parezca un taco sencillo, lleva su proceso especial.
Se acomodan en moldes, se cubren con crema y queso rallado, luego se hornean y salen humeantes y listos para el festín. Este platillo es tan sabroso que se ha ganado un lugar especial en las reuniones familiares de Durango, donde siempre hay una excusa para disfrutar de su sabor inconfundible. ¡Uff, una verdadera joya!
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Tamales
Estos tamales son parecidos a los de la Ciudad de México, ya que también se envuelven en hojas de maíz y se cuecen al vapor. Sin embargo, los rellenos dan un giro único: pueden llevar chile colorado, carne de cerdo, pollo con aceitunas o frijoles refritos sazonados con ajo, orégano y comino.
Cada ingrediente le da un sabor particular que lo distingue y hace que cada bocado sea como una fiesta de sabores bien arraigados en la tradición.
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