Bisquets Obregón conmemora el Día del Bisquet el 29 de septiembre, reafirmándose como la principal franquicia mexicana en el sector de café-restaurante. En sus 79 años de historia, la compañía ha crecido gracias al apoyo de numerosas familias mexicanas que han decidido invertir su patrimonio para abrir y gestionar más de 100 sucursales en operación actualmente. Estas familias han depositado su confianza en un modelo de operación que se basa en la gestión directa, donde cada día se preparan alimentos con ingredientes frescos y se hornea el pan que da nombre a la cadena, conocido por su Sabrosa Tradición Familiar.
Con casi ocho décadas de trayectoria, Bisquets Obregón no solo se ha establecido como un referente en la industria restaurantera, sino también como un símbolo de tradición y unidad familiar. Mauricio Mier, Director de Comunicación, comentó: “En Bisquets Obregón creemos que el hogar no es solo un lugar físico, sino un sentimiento que podemos llevar a cualquier parte”. En su campaña “Amor de Hogar”, la empresa busca crear un espacio acogedor donde las familias mexicanas puedan reunirse, disfrutar de una deliciosa comida y generar momentos memorables.
Para conmemorar la cuarta edición del Día del Bisquet, fecha instaurada por Bisquets Obregón, se realizaron cálculos sobre la cantidad de bisquets que esta firma ha ofrecido a las familias mexicanas a lo largo de los años. Así, los bisquets horneados en 79 años equivalen a cubrir 17,888 veces la plancha del Zócalo Capitalino, llenar 44,958 veces el Estadio Azteca, y apilar 5,450 columnas con la altura de la Pirámide de Chichén Itzá, 233 columnas con la altura del Cañón del Sumidero, y 10,613 columnas con la altura de los Arcos de Querétaro.
Si se pusieran en una báscula, su peso podría equiparar al de 1,173 Ángeles de la Independencia, 10,458 Campanas de Dolores, 328 Cabezas Olmecas y 68 Cosmovitrales de Toluca.
Desde 1945, los bisquets producidos podrían alimentar 2,606 veces a los asistentes del Estadio Corregidora en Querétaro, 85,142 veces a los asistentes del Teatro Degollado en Guadalajara, y 8,642 veces a los asistentes del Auditorio Nacional.
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La receta del bisquet de Bisquets Obregón es única y se conserva con gran cuidado. La proporción exacta de los ingredientes otorga al pan una textura suave y un sabor que ha perdurado en el paladar de los mexicanos desde 1945, cuando comenzó a venderse en “La Perla de Oriente”, un pequeño local situado en la Av. Álvaro Obregón, en el corazón de la colonia Roma de la Ciudad de México.
A finales de la Segunda Guerra Mundial, el fundador de La Perla de Oriente regresó a México desde los Estados Unidos, donde había estado como trabajador temporal. Durante su estancia en aquel país, un panadero chino le enseñó a preparar un bizcocho especial. Al regresar a México, perfeccionó la receta, dándole un toque distintivo y consolidando el bisquet que hoy en día es sinónimo de tradición y sabor, siempre acompañado del tradicional café con leche.
