El estado de Jalisco se distingue por su rica y variada cultura gastronómica, que incluye platillos que han enamorado a millones de mexicanos y extranjeros. Dentro de esta extensa oferta culinaria se encuentran también los postres y dulces típicos que se elaboran en diferentes regiones del estado, deleitando los paladares con auténticas maravillas. Dulces de Jalisco

Algunos de estos exquisitos dulces son ampliamente conocidos tanto dentro como fuera del estado, mientras que otros permanecen como tesoros ocultos que todo viajero debería descubrir.

Dulces de Jamaica Dulces de Jalisco

Los dulces de Jamaica, con su característico sabor y color rojo intenso, son originarios del municipio de Chapala y representan una parte esencial de la gastronomía de Jalisco. Este caramelo macizo de sabor a Jamaica se presenta en diversas formas, como paletas, pastillas o bolitas. Habitualmente, se envuelven en pequeñas bolsas o en trozos de celofán o plástico, y su precio es accesible para todos, especialmente para los más pequeños. Su sabor refrescante los convierte en un postre ideal después de las comidas o para mantener un aliento fresco.

Su popularidad es tal que en muchas fondas y restaurantes de todo el estado, se ofrecen al finalizar las comidas en lugar de las tradicionales pastillas de menta blancas que muchos conocen.

Zual 

El zual es un dulce prehispánico que se destaca en el municipio de Tlajomulco de Zúñiga y es considerado una joya culinaria del estado. En la época precolombina, su ingrediente principal era la alegría, pero con la llegada de los conquistadores españoles, se le añadió canela.

Hoy en día, se elabora a partir de una mezcla de amaranto, piloncillo, canela, clavo y agua. Estos ingredientes se muelen hasta formar una pasta semidura que se envuelve en hojas de maíz. A pesar de su valor nutricional, este dulce se encuentra en peligro de desaparecer, ya que actualmente hay muy pocos fabricantes en Tlajomulco. La manera más sencilla de adquirirlo es visitando los puestos y locales ubicados en la plaza de la Cabecera Municipal.

Rollos de Guayaba

Los rollos de guayaba son un postre tradicional elaborado con esta deliciosa fruta, que es abundante en la región del Pueblo Mágico de Talpa de Allende. Según los habitantes locales, hace más de 70 años se prepararon los primeros rollos siguiendo una receta original: se agregaba azúcar a las guayabas y se cocinaban en un cazo de cobre. Después, se revolvía la mezcla con una pala de madera hasta lograr la consistencia adecuada. Luego, la masa se extendía y reposaba toda la noche en una tabla cubierta de azúcar para finalmente cortarla en distintos tamaños, enrollarla, almacenarla en cajas de madera y ponerla a la venta.

En la actualidad, los procesos de elaboración han mejorado constantemente, lo que ha permitido una mayor calidad, sabor e innovación en este postre. Lo mejor de los rollos de guayaba es que son totalmente orgánicos, ya que no se utilizan conservadores en su preparación. Además, existen otras versiones de este producto, como los rellenos de cajeta, capulín, piña, durazno o dulce de leche. La mejor forma de disfrutar un rollo de guayaba es acompañándolo con leche fresca o café caliente. Se pueden adquirir en las diversas fábricas, dulcerías y confiterías a lo largo y ancho del municipio.

Calabaza en Tacha Dulces de Jalisco

Otra delicia de la gastronomía jalisciense es la Calabaza en Tacha, un plato dulce elaborado a base de calabaza y piloncillo, que tradicionalmente se sirve durante el Día de Muertos. Su nombre proviene de la antigua práctica de cocinar la calabaza en grandes ollas de cobre llamadas Tachos, donde también se preparaba el piloncillo. Las calabazas se cocinaban en los residuos de melaza que quedaban en estos recipientes, de ahí su peculiar nombre. No hay mejor manera de saborear esta delicia que acompañándola con un vaso de leche.

Paletas y Helados

En la región de Los Altos de Jalisco, el municipio de Mexticacán es conocido como “La Cuna del Helado y la Paleta”. Todo comenzó en 1940 con la llegada de la primera máquina para hacer paletas, traída por Genarito Jáuregui. A partir de entonces, los habitantes se volcaron en la creación de paletas y helados, convirtiendo esta actividad en un pilar de la economía y la identidad del municipio.

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Hoy en día, existen numerosos locales en el centro de Mexticacán donde se pueden adquirir estas delicias. Se pueden encontrar sabores tradicionales de agua y leche como chocolate, vainilla, limón, piña, guayaba, fresas con crema, arroz con leche y coco, así como opciones más exóticas como cajeta, maíz, pistache, membrillo, piñón y maracuyá, entre otros.

Lo mejor de todo es que los procesos de elaboración de estos productos siguen siendo completamente artesanales, lo que llena de orgullo a quienes los crean y brinda un deleite incomparable a quienes los prueban.

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