En el estado de Jalisco se celebra un evento notable que honra la naturaleza, la diversión y la convivencia familiar. Se trata del tradicional Día de Campo en el pueblo de Ayotlán, también conocido como el “lugar de tortugas”. Día de Campo de Ayotlán
Este año, la celebración se llevará a cabo los días 4 y 25 de agosto, siguiendo la tradición de celebrarlo el primer y último domingo del mes. Además de estas fechas, la festividad incluye tres actividades adicionales: dos desfiles y un concierto privado, que se lleva a cabo el último sábado del mes.
Este evento, que comenzó como una celebración cultural, ha ganado tanta popularidad entre viajeros y residentes locales en los últimos años que se ha transformado en un acontecimiento turístico de gran escala. Ahora, es un evento masivo que combina elementos tradicionales, culturales, folclóricos, típicos, históricos y legendarios.
Aunque no se conoce la fecha exacta en la que comenzó este evento, se cree que su origen se remonta al siglo XVI, alrededor del año 1576, cuando los frailes agustinos celebraban cada 28 de agosto a su Santo Patrono. Con el tiempo, los hacendados locales eligieron el último lunes de agosto para celebrar, aprovechando la proximidad de esta fecha con la festividad religiosa. A lo largo de los años, la fecha de la celebración se fue modificando hasta establecerse en los días mencionados.
Gracias a diversas investigaciones, notas periodísticas, fotos e historias de los habitantes, se estima que en 2024 se celebrará la edición número 140 o 150 del evento. No se tiene registro del origen de los desfiles, ya que son una adición relativamente reciente, implementada por los gobiernos locales para aumentar la popularidad de la festividad e impulsar el turismo en la región.
¿Qué más del Día de Campo de Ayotlán?
Como cada año, se ha preparado una amplia gama de actividades deportivas, recreativas y musicales. Las festividades, incluyendo los desfiles y el día de campo, comienzan a las 5 de la mañana con el tradicional cañonazo, que no utiliza balas reales, sino disparos de confeti, pólvora y papeles, recorriendo todo el municipio para “despertar a los ciudadanos” y recordarles que la celebración está a punto de comenzar.
El punto de encuentro para el día de campo será el “Cerro el Caracol”, donde cientos de familias se reunirán para disfrutar de un rato agradable en un entorno espacioso, con áreas designadas para que los asistentes puedan colocar sombras (como paraguas, carpas o lonas) que los protejan del sol o la lluvia.
El lugar también cuenta con una explanada, donde turistas y visitantes pueden disfrutar de deliciosa comida, bebida, música de banda y la impresionante vista de miles de personas reunidas.
Además, hay un toril donde se llevan a cabo actividades como shows de payasos y enanitos toreros, escaramuzas, exhibiciones de caballos bailadores, montas de vaquillas y corridas de toros. Para los jinetes, el cerro ofrece una zona exclusiva donde pueden pasear libremente con sus caballos.
Actividades
Al mediodía, en la calle Juárez, comienza el popular desfile o Paseo de Día de Campo, con varios carros alegóricos preparados por las autoridades municipales. En el desfile participan también ciudadanos, una comitiva de charros caballerangos compuesta por aproximadamente 200 caballos, grupos musicales, las Reinas de Turismo, Infantiles y de la Tercera Edad de la zona; una batucada con zanqueros, máscaras gigantes y payasos; bailarines de ballet de la Casa de Cultura e invitados especiales de municipios cercanos.
La celebración continúa a las 3 de la tarde con la premiación a los carros alegóricos, seguida de un espectáculo musical en la plaza principal que se extiende hasta las 10:00 de la noche.
Ayotlán está cerca de los municipios de Atotonilco el Alto, Arandas, Jesús María, Yurécuaro; al oeste y La Barca; todos a menos de una hora de distancia, lo que facilita el acceso al destino. La forma más sencilla y económica de llegar es tomar un autobús directamente desde la capital tapatía hacia Ayotlán. El viaje dura poco menos de dos horas y el costo del pasaje varía entre 15 y 30 pesos.
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Aquellos que han vivido esta experiencia aseguran que no se compara con ninguna otra en el país, e incluso afirman que en toda Latinoamérica no existe una fiesta como la que se celebra en Ayotlán, Jalisco.
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