En todo México se encuentran numerosas recetas y estilos de tamales, pero en Colima destaca una versión particularmente sabrosa conocida como patas de mula, un secreto culinario muy apreciado en este estado.
¿Dónde y cómo se preparan las patas de mula?
Estas delicias, consideradas una variante de los tradicionales tamales, consisten en una masa de maíz nixtamalizado rellena de frijoles refritos en manteca y mezclados con chiles verdes como serrano o de árbol.
En Suchitlán, un municipio de Comala, las cocineras tradicionales preparan este platillo moliendo el maíz nixtamalizado en un metate. Luego añaden natas, manteca, queso desmenuzado y un poco de harina para suavizar la mezcla. La masa se amasa varias veces hasta lograr una textura suave y se deja reposar. Mientras tanto, se doran chiles de árbol y se sofríen frijoles en manteca. Una vez listos, se trocean los chiles y se mezclan con los frijoles para darles un toque picante.
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Después, se vuelve a trabajar la masa formando pequeños sopitos con las manos, se rellenan con los frijoles y se envuelven como “niños chiquitos”, dando forma cuadrada al platillo característico.
Una vez lista la masa, las patas de mula se hornean para cocerlas. Cada lado del bocadillo tarda aproximadamente una hora en cocinarse, requiriendo atención para evitar que se quemen. Una vez que adquieren un color dorado, están listas para servirse.
El resultado es un bocadillo crujiente y picante, de color bronceado y forma cuadrada, con un sabor inigualable.
Fotos: Secretaría de Cultura de Colima / Facebook Colima de ayer
Se dice que las patas de mula datan del siglo XVI, durante el Virreinato, cuando la llegada del cerdo y sus productos derivados enriquecieron las recetas prehispánicas, como la de los tamales. La manteca de cerdo jugó un papel crucial en el perfeccionamiento de este platillo, dando origen a diversas variantes, como esta especialidad colimense. Por sus características, los lugareños la denominaron así, por su similitud con las patas de los animales de carga que llegaron en aquella época.
Ahora que conoces las patas de mula, uno de los tesoros culinarios más destacados de Colima, ¿te animarías a probarlas?
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