La llegada de la Semana Santa marca el inicio de una oportunidad única para explorar Michoacán y disfrutar de su diversa oferta de turismo de naturaleza y aventura en todo su territorio. Volcán Paricutín
Un ejemplo destacado es el Volcán Paricutín, localizado en Nuevo San Juan Parangaricutiro, que el pasado 20 de febrero conmemoró sus 81 años de formación. Hasta la fecha, sigue siendo el volcán más joven registrado en México y en todo el continente americano.
Conocido como una de las maravillas naturales del mundo, explorar el Paricutín implica sumergirse en un contacto íntimo con la naturaleza. Además de disfrutar de una experiencia física gratificante, los visitantes tienen la oportunidad de sumergirse en las tradiciones de los pueblos purépechas, mientras exploran la diversa artesanía local que se encuentra en los pueblos cercanos.
La gastronomía local, especialmente en los puestos cercanos a las ruinas del Santuario del Señor de los Milagros, merece una mención especial. A pesar de haber sido cubierto por la lava del volcán, este santuario se mantuvo en pie y ahora ofrece una oportunidad única para disfrutar de deliciosos platillos tradicionales en un entorno histórico y culturalmente significativo.
La historia del volcán Paricutín no solo se puede encontrar en libros, sino que también se puede vivir y escuchar directamente en el lugar. Los aventureros tienen la oportunidad de encontrarse con un testigo viviente de este fenómeno natural: Francisco Lázaro. Con más de 100 años de edad, aún recuerda vívidamente el día del 20 de febrero de 1943 y comparte sus experiencias con turistas y visitantes, tanto nacionales como extranjeros.
¿Qué más del Volcán Paricutín?
Es fundamental estar preparado para la visita con ropa y calzado cómodos, así como llevar consigo hidratación suficiente. Además, es recomendable asegurarse de que la batería del celular esté completamente cargada para capturar las impresionantes vistas, especialmente en la parte frontal y una de las torres que aún permanecen intactas en el Paricutín.
Ubicado en el corazón de la Meseta Purépecha, el Paricutín se encuentra rodeado de una exuberante vegetación, que incluye valles y montañas. El clima en esta región es predominantemente templado y lluvioso, con inviernos fríos y frecuentes neblinas, creando un ambiente misterioso y cautivador para los visitantes.
Desde el mirador situado en los bosques que rodean al volcán, se puede contemplar una extensión de más de 20 kilómetros cuadrados cubiertos por la roca, que en su momento fue el cauce de lava expulsado por el coloso. Esta masa de lava sepultó los pueblos de Paricutín y gran parte de San Juan Parangaricutiro, ofreciendo una perspectiva impactante de la magnitud de la erupción.
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Para acceder a esta impresionante maravilla natural, se debe tomar la carretera número 14 de Morelia a Uruapan, recorriendo aproximadamente 110 kilómetros. Luego, se continúa por la carretera 37 en dirección a Paracho. Antes de llegar a Capacuaro, se debe tomar el desvío hacia la derecha que conduce a Angahuan.
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