Explorar las imponentes formaciones naturales de Hidalgo se convierte en una emocionante travesía, especialmente para aquellos que buscan desafiar sus límites, optando por las opciones más grandes y remotas. Los Frailes
A tan solo 50 minutos de la capital hidalguense, la presa San Jerónimo y el cerro de Los Frailes en El Arenal se convierten en un destino anual para excursionistas y ciclistas, tanto novatos como experimentados. Allí, disfrutan de paisajes espectaculares y enfrentan el desafío físico como una prueba de resistencia única.
Estas formaciones rocosas alcanzan, según el cálculo del alemán Alejandro de Humboldt, una altura de 2,896 metros sobre el nivel del mar.
Foto: TW / @Biznaga01
Los Frailes se clasifican como monolitos, imponentes formaciones rocosas compuestas por una única pieza que se considera monumental. En cambio, Las Monjas son gigantes rocas de granito, también de una sola pieza, destacando por su magnitud y singularidad en la naturaleza.
Un deportista principiante puede alcanzar esta formación rocosa desde el camino de San Jerónimo en aproximadamente dos horas. Para aquellos de nivel intermedio y avanzado, el ascenso puede llevar entre cuarenta minutos y una hora, culminando con la recompensa de vistas impresionantes que otorgan al lugar el sugestivo nombre de Puerto del Oro.
La leyenda de Los Frailes
Según la leyenda, en los primeros años del virreinato, en el convento ubicado en el municipio de Actopan, en el estado de Hidalgo, residencia de los frailes agustinos, estos religiosos desempeñaban diversas funciones en el servicio religioso. Algunos frailes eran designados para abandonar el convento y visitar capillas y ermitas en las comunidades cercanas, con la misión de difundir la palabra del Señor y brindar ayuda y consuelo a los necesitados.
Comprometidos con su vocación, los frailes eran percibidos como individuos reservados, quienes, cumpliendo sus votos de castidad y obediencia, llevaban una vida desprendida de lo material. Vestían túnicas, se alimentaban y calzaban con las donaciones que recibían de los pobladores.
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No todos los frailes siguieron fielmente este servicio. Dos jóvenes monjes, Francisco y Toribio, desviaron su camino dentro de la Orden Agustina, viendo en ella la oportunidad de obtener beneficios personales, disfrutar de la fama y aprovechar la buena fe de la población para cometer diversos excesos, especialmente con las jóvenes de la comunidad.
Francisco y Toribio encontraban placer en las misiones fuera del convento, pero al dejar atrás las puertas, olvidaban su sagrado juramento y se entregaban a la seducción, incluso intentando violar a las doncellas. Cuando la población se enteró de estos actos, se desató un escándalo que llevó a madres y padres de las víctimas a liderar una revuelta en el Convento de Actopan, exigiendo justicia.
Foto: @elbarbondeldrone
¿Y luego?
Temerosos de las posibles consecuencias, los frailes, al percatarse del enfado de la población, abandonaron precipitadamente el convento y buscaron refugio en las montañas, esperando que la furia de la comunidad se apaciguara. Un residente los avistó, alertó a los demás y dio inicio a una persecución hacia la cima de la montaña en una tarde lluviosa y fría.
Con la llegada de la noche, una tormenta eléctrica desató tremendos estruendos y rayos que iluminaron toda la montaña. Este fenómeno provocó que los pobladores, temerosos, retrocedieran y corrieran a refugiarse en sus hogares.
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A la mañana siguiente, tras la calma de la tormenta, los habitantes del Valle contemplaron en la cima de la montaña dos enormes monolitos que tomaban la forma de los frailes Francisco y Toribio, postrados en actitud de arrepentimiento por sus pecados.
Fue entonces cuando comprendieron el misterio de la noche anterior: los frailes habían sido castigados divinamente, transformándose en imponentes moles de piedra, destinados a convertirse en guardianes eternos de toda la población en el Valle del Mezquital.
¿Cómo llegar?
Llegar a este lugar es demasiado fácil, tomando como punto de partida la Ciudad de México, lo único que tienes que hacer es tomar la carretera federal México-Pachuca- mantente así hasta girar a la derecha cuando veas los letreros del boulevard Sta. Catarina, sigue así hasta pasar el municipio de El Arenal y unos cuantos metros más adelante gira a la derecha para manejar sobre la Avenida del Bosque, sigue los letreros que te llevarán a Los Frailes.
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Encontrarás paquetes turísticos con costo desde los 449 pesos, que te incluyen visita al bosque y mirador de Los Frailes, que te sorprenderá con una increíble vista panorámica, y a Actopan, además, en Los Frailes podrás acampar, practicar senderismo, ciclismo y observar la flora y fauna del lugar.
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