La talabartería se refiere a la creación de objetos de cuero para los animales, como monturas, aparejos y otros elementos para los equinos, mientras que la marroquinería se refiere a los objetos de cuero creados para el ser humano.La palabra, de la lengua occitana, proviene del talabarte, es decir, un cinturón que colgaba de la espalda usado para portar un sable o arma blanca.
Por su longeva tradición ecuestre, México, Chile, Argentina, Inglaterra y España son los países talabarteros más reconocidos en el mundo.
Cronología
Desde la Prehistoria, el hombre ha utilizado las pieles de animales para vestirse y protegerse del frío. Tiempo después, los egipcios, griegos y romanos —algunos historiadores señalan que los romanos ya usaban la montura para el caballo— comenzaron a trabajar la piel para volverla más utilizable, es decir, más manejable, durable y que no despidiera malos olores. Desde una planta llamada cholga hasta sal, la piel era sometida a varios procesos, luego, terminó siendo utilizada también como objeto decorativo. Sin embargo, no fue hasta la Edad Media en que existieron grupos de personas dedicadas al curtido de cuero, este material también se utilizó para hacer pergaminos adornados con oro y plata.
Oficios como la ganadería, arriería y adiestramiento de animales para la guerra ampliaron los usos de la piel y fue así como se fueron multiplicando los objetos de cuero.
La talabartería llegó a México con la llegada de los españoles.Nuestros ancestros adaptaron nuevas técnicas y oficios. Inicialmente, el objeto más popular creado con talabartería fue la silla de montar, que dio a paso a un sinfín de objetos de cuero que hoy en día encontramos como cinturones, petaquillas, fundas para pistola, navaja, carteras, sombreros, pulseras, huaraches, bolsas, aretes, entre otras cosas.
El proceso
Actualmente, las pieles de venados, tigrillos, borregos, chivos, tejones, martas, zorras y reses son las que más se trabajan.
En la curtiduría lo primero que debes saber es elegir la piel más adecuada para el objeto que crearás. Algunos materiales indispensables en el proceso son la zalea de borrego, la piel de becerro con pelo y otras pieles de pelo largo, de igual manera, son importantes la vaqueta, el charlo, la oscaria, la carnaza y la gamuza.
Para la talabartería y marroquinería, el proceso que se sigue usualmente es el del depilado (o no) de la piel, lavado en agua y sales, curtido (puede ser vegetal o mineral) y refinado, luego viene el teñido, diseño de pieza o trazado, suavizado, cortado, cincelado y bordado. En algunas regiones se borda con hilos de plata y de oro, con lana roja y negra, lo que se conoce como chumeteado, y el piteado, con la fibra de pita, técnica famosa en Colotlán, Jalisco.
Otro dato importante que debes saber es que el cuero puede trabajarse curtido o sin curtir, depilado o con pelo, y estas características, indudablemente, influyen sobre el material, diseño, teñido y usos que se le darán al objeto.
El proceso de curtir no es algo sencillo y cada vez se extingue más debido a la modernización, pues la gente ya no usa los caballos para trasladarse, y al constante desinterés de las generaciones actuales por mantener tradiciones artesanales.
Talabartería en México
La talabartería está estrechamente ligada a la charrería por obvias razones, así que encontrarás negocios de talabartería y marroquinería en cada rincón de México, pero algunas localidades destacan más por esta tradición artesanal.
Durante la Segunda Guerra Mundial, la marroquinería se expandió en Oaxaca debido al auge de los huaraches, cuando el inglés Percy Clifford, quien radicaba en Estados Unidos, comenzó a solicitar pedidos de huaraches al talabartero Teófilo Muro. Calzaba talla grande y pronto estos pedidos se volvieron miles; llegó a exportar 8 mil pares a la semana.
Jalisco es un estado que se distingue por su cultura charra y algunas localidades como Colotlán, ubicado en el norte de Jalisco, conocido como “la capital del piteado”, una técnica de talabartería y marroquinería que usa la fibra de pita en sus acabados. Jalatlaco, nombrado recientemente Barrio Mágico, es otro de los lugares que destacan por dedicarse al curtido de pieles y talabartería. Disfruta de estas artesanías y de sus casas de adobe y cantera con faroles iluminando cada calle.
¿Qué más?
En el Estado de México también hay artesanos talabarteros, sobre todo en los municipios de: Amatepec, Toluca, Coacalco, San Mateo Atenco, Mexicaltzingo, Tenango del Valle, Tejupilco, Sultepec y Villa del Carbón.
Asimismo, Zacatecas es otro estado que se distingue por la creación y venta de esta artesanía. Talabartería El Potrillo, en el municipio de Guadalupe, ofrece productos de talabartería y marroquinería desde 1987.
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Cerca de un mes tardan en realizar una pieza y de manera mensual, aproximadamente, venden alrededor de cinco piezas, entre los dos
Por supuesto, no podía faltar el norte de México, en Moctezuma, Sonora, hay varias talabarterías y marroquinerías donde encontrarás piezas artesanales preciosas. Nosotros tuvimos la oportunidad de conocer a Jorge Ramírez Moreno, de Talabartería El Chapete, y a Agustín Montaño, de Talabartería Guty Jr., durante el Tianguis Turístico 2023, en CDMX, quienes nos contaron que para realizar este oficio se necesita esfuerzo, constancia y pasión.
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