Llegamos a Silao, Guanajuato, con un clima templado en el que las nubes se hicieron presentes así como el viento, que en vez de despeinarnos, nos terminó arrullando con su compañía. El primer punto del recorrido fue el Rincón Prohibido, ubicado en el corredor industrial, en el kilómetro 45 de la carretera Irapuato-Silao, a solo 15 minutos del Aeropuerto Internacional de Guanajuato. Tour de destilados 

El ron prohibido tour de destilados

Este parador turístico alberga los mejores productos de Casa Corralejo, una empresa 100% guanajuatense. Dentro de su cava, cuya peculiar forma tiene una cúpula de bóveda catalana, el guía Emanuel Juárez nos contó que el nombre se debe a que este ron comenzó a popularizarse en demasía en Europa, pues las botellas de vino enviadas a la Nueva España, se regresaban rellenadas con este ron conocido como “chiringuito”, que era un destilado de caña, el cual comenzó a desplazar a las bebidas europeas de la época, así que, para no afectar la economía, el rey lo prohibió.

Además de conocer la bodega, que alberga 600 barriles, es decir, 120 mil litros de ron, ver el piano que toca un fantasma y subir a la terraza, donde tendrás una vista panorámica de los alrededores, ya sea a través del telescopio newtoniano o con tus dos ojitos en la que de vez en cuando se cruzará por el cielo uno que otro avión, en el Rincón Prohibido podrás experimentar una cata multisensorial y a ciegas, donde el queso, el chocolate y el café se conjugarán en tu paladar provocándote una explosión de sabores y ayudándote a conocer las texturas del ron.

Foto: Juan Salcedo

Recuerda que el tour es gratuito, no así la cata, sus horarios son de 9:00 a 17:00 horas, los sábados son los días de mayor afluencia turística, así que te recomendamos ir entre semana.

Viaje al pasado

La segunda parada —para la cual ya íbamos algo entonados y con ganas de más— fue en la Destilería María de la Paz, dentro de la Hacienda Franco de Benavente. Aquí comimos delicioso; por fin probé las famosas tortas de guacamaya, un taquito de aire, pollo y arrachera asados, y un helado de fresa con guanábana ¡riquísimo! En mi defensa, tuve que bajarme la comida con destilados de tequila y mezcal, pues no había de otra. Luego procedimos a dar el recorrido bajo la guía de los anfitriones Diana y Fernando, quienes iniciaron este proyecto en 2013, aunque la hacienda data del año 1638 y fue testigo de la Independencia y Revolución mexicana.

Fotos: Juan Salcedo

Esta destilería produce ocho etiquetas en el mercado, todas derivadas del agave, que puedes comprar en su tienda, a través de redes sociales o por mail: [email protected].

Nos explicaron que el proceso de elaboración de estas bebidas es muy largo, de unos siete años más o menos, mientras recorríamos cada rincón de la hacienda. Conocimos el proceso de fermentación, el cual dura de ocho a diez días, nos explicó Fernando. La Destilería María de la Paz alberga diez tinas de fermentación y produce 5 mil litros de destilados al año. En una parte de la hacienda tienen una pequeña galería de arte,, donde el artesano Luis Ortega reconstruye chatarra desde hace diez años volviéndola valiosas piezas de arte, también verás pinturas que narran el proceso de elaboración hechas por el pintor guanajuatense Jesús Trejo.

El lugar es petfriendly y para realizar este tour se necesita reservación previa de al menos dos días y un grupo mínimo de seis personas. Reserva por mail o redes sociales.

Casa Corralejo y sus experiencias

Por último, nos trasladamos a Pénjamo, Guanajuato, a visitar la Hacienda Corralejo, un encantador sitio, lleno de experiencias y rincones inolvidables. Aquí encontrarás una fábrica de whisky y de tequila, un museo donde hay 3,500 botellas y una recreación de una tienda de raya.

Foto: Juan Salcedo

Candy Pérez, responsable de Promoción y Patrocinios de Casa Corralejo, nos contó que la hacienda recibió 120 mil visitas anuales el año pasado y que esta marca exporta a más de 90 países y sigue siendo mexicana, pues su dueño Leonardo Rodríguez expresó que sus productos son como sus hijos y “un hijo no se vende”. Y cómo no va a ser un producto turístico tan popular, si dentro de la hacienda encontrarás recorridos guiados, catas, mixología los fines de semana, y experiencias originales como la experiencia prohibida, donde elaboras y etiquetas tu propia botella de whisky, todo esto queda asentado en el libro prohibido, y el recorrido por los campos de agave, donde verás el proceso de la jima.

Fotos: Juan Salcedo

¿Qué más sobre este tour de destilados?

Después de conocer la fábrica de whisky, de realizar la experiencia prohibida y de unos cuantos shots de whisky, visitamos una granja de ovejitas, porque Corralejo también produce su propio queso manchego, y, finalmente, los campos de agave, nombrados Patrimonio de la Humanidad el 24 de julio, pues se consideran elementos identitarios de México, donde descubrimos la ardua labor de los jimadores. Durante la comida, catamos el Tequila 99000 horas, el segundo más vendido, cuya elaboración se tarda once años tres meses, luego nos tomamos varias fotos pa’l Instagram, comí un helado de piñón con fresas con crema y emprendimos el regreso.

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¡No olvides adquirir un producto de Corralejo o de la Destilería María de la Paz y así apoyar la economía local!

Agradecemos el hospedaje al hotel Ecce Inn, en Silao, y al hotel Real de Piedra, en Pénjamo, lugarcitos acogedores, cómodos y con amenidades que te sorprenderán.

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