Nos levantamos temprano para poder realizar el recorrido en lancha por la impresionante laguna de Catemaco, y ni el clima pudo evitar la travesía, es más terminó contribuyendo a hacerlo más especial, pues la ligera brisa de la lluvia, que nos apareció al final del tour, tuvo un efecto positivo y revitalizante en los miembros del equipo.

En el malecón de Catemaco, luego de adquirir unos bonitos llaveritos artesanales, hechos con diferentes semillas con forma de changuitos pensativos, nos subimos a una lancha con capacidad para doce personas, listos para navegar y conocer los insólitos rincones que nos esperaban.

En el recorrido de más de hora y media, con un costo de 200 pesos por persona, el lanchero nos contó que Catemaco proviene del náhuatl y significa “lugar de casas quemadas”. Se le llama así por las erupciones del volcán San Martín ocurridas durante el siglo XVIII.

Debes saber que la región de Catemaco es conocida como tierra de brujos, pues la influencia olmeca prevaleció a través de rituales prehispánicos y el uso de la herbolaria.

Neblina, brisa y misticismo

El primer lugar que nos mostraron en el tour fue el Cerro del Mono Blanco, sede del Congreso Internacional de Brujos, realizado cada viernes primero de marzo, donde se realiza una misa negra a las 12 de la noche y se dan limpias gratis. Luego, hicimos una parada en playa Cascada, donde nos ofrecieron una limpia, sanación o consulta por 300 pesos por persona. Ahí mismo nos aplicaron una mascarilla de arcilla sin costo, solo donación voluntaria, y nos dijeron que en la siguiente parada, en unos manantiales, nos la podríamos retirar.

Esta arcilla proviene de barro verde mineral y tiene propiedades exfoliantes y desinflamatorias, que ayudan a lucir una piel más fresca y reluciente. El costo por medio kilo de arcilla es de 150 pesos e incluye un instructivo de aplicación y beneficios.

También pudimos observar una isla con forma de cocodrilo conocida como Agaltepec, utilizada como punto de descanso y recreación, y La Punta, un lugar sagrado que alberga un centro ceremonial olmeca, donde hay un temazcal para 70 personas, los vestigios del sitio donde se jugaba el juego de pelota y más de esta gran cultura.

¿Qué más?

Seguimos avanzando y encontramos Playa Espagoya, otro sitio de recreación donde podrás nadar y disfrutar de los platillos del restaurante La Moyotera. A unos cuantos metros se encuentra el lugar donde se apareció la Virgen de Guadalupe al pescador Juan Catemaxca en 1664, quien dejó impresos sus pies en una roca.

Más adelante, observamos la casa de Alberto Turrent, dueño de la Tabacalera de Puros Te-Amo, un lugar en el que se han grabado distintas novelas mexicanas.

Después de eso, llegamos hasta la isla de las garzas, que se puede apreciar de mejor manera, pues luce como una enorme mancha blanca que el lanchero comparó con la nieve, durante los meses de marzo a mayo, fecha en la que estas aves empollan en el lugar. A pesar de que no íbamos en el periodo recomendado, pudimos admirar unas cuantas, al igual que patos buzo sobrevolando la zona.

Finalmente, visitamos la isla de los monos, quienes nos salieron a saludar, primero unos mandriles y luego los temibles monos araña que, si tu lancha se acerca lo suficiente, pueden subirse y quitarte hasta el celular, por eso hay que ser precavido.

Aroma y sabor

La aventura continuó hasta la finca cafetalera Aroma de Cabañas, en el municipio Zapopan de Cabañas, que es una sociedad cooperativa formada por 200 socios que le da de comer a unas 500 familias de los alrededores, que produjo 160 toneladas de café en su anterior cosecha, lo que se traduce en 3 millones de pesos aproximadamente.

Hasta este lugar nos llevó el director de Turismo, Ignacio Torres Charmín, quien considera este proyecto como uno muy noble que acopia el producto de familias de las zonas de Zapopan de Cabañas y Hueyapan de Ocampo, dándoles empleo y volviéndose el sustento de las mismas.

La recolectora Esmeralda nos guío y explicó cómo funciona el proceso del café y nos contó algunos tips sobre los frutos del mismo, como su olor parecido al del jazmín y su nulo sabor. También nos enseñó las dos especies de plantas de café que existen: la arábica y la robusta, que necesitan cuidados diferentes, cómo sembrarlas y cosecharlas.

En esta caminata entre árboles maderales (caoba, melina, primavera) y frutales,  senderos fangosos debido a las lluvias y hormigas arrieras, tuvimos la oportunidad de admirar la belleza de la cascada de Zapopan y conocer por completo el proceso de la elaboración del café: cosecha, recolección, recepción, despulpe, devanado, fermentación, lavado, secado y almacenado, así como la maquinaria empleada.

El costo de este tour es de 950 pesos por persona, los precios del café varían entre 50 y 185 pesos, dependiendo del tipo de café. ¡No te quedes sin vivir este recorrido si visitas Catemaco!

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