En esta ocasión, hablaremos sobre los maravillosos atractivos del norte de México. El estado de Chihuahua esconde joyas gastronómicas, de aventura y naturaleza, y culturales que al conocerlas te dejaran sin aliento.
Barrancas del Cobre o el Cañón del Cobre es un paraíso terrenal donde podrás experimentar lo mejor del turismo de aventura, mientras te adentras en la historia y costumbres de los indígenas tarahumaras.
Se cree que los primeros europeos en llegar a Barrancas del Cobre formaban parte del equipo de exploración de Francisco Ibarra, quienes se dirigían a Paquimé en 1565. Según los historiadores, el catalán Joan de Font, misionero de los indígenas tepehuanes al norte de Durango, fue el primer jesuita en ingresar a la Sierra Tarahumara y quien hizo contacto con los tarahumaras —que se autodenominan rarámuris, palabra que significa “rara” (pie) y “muri” (correr)— por primera vez, en 1604. Posteriormente, fundó en la región la comunidad de San Ignacio y en 1608 la de San Pablo, donde se congregaron los tarahumaras y tepehuanes.
Cuenta la leyenda que las barrancas se crearon durante el origen del mundo, cuando las piedras aún no se formaban y eran moldeables, debido a un movimiento tectónico sucedido hace más de 20 millones de años, el cual formó esta maravillosa red de cañones con una extensión de 60,000 km2.
Comienza la aventura
Salimos muy temprano de la ciudad de Chihuahua para emprender nuestro viaje hacia Barrancas del Cobre. Nuestra primera parada fue en el pequeño municipio de Cuauhtémoc, un destino con bastante influencia menonita, un pueblo de origen europeo que hablaba una lengua extranjera, cuyos integrantes solían casarse, exclusivamente, entre ellos y criaban a sus hijos dentro de la iglesia Altkolonier. Pero ahora esta comunidad se caracteriza por la aparición del mestizaje, un creciente desarrollo económico y su gastronomía. De hecho, te recomiendo mucho probar las pizzas menonitas, ¡son deliciosas!
Continuamos nuestro camino, divisando los hermosos paisajes por la ventana del carro hasta llegar a Creel, Pueblo Mágico lleno de historia y que, en invierno, parece un sitio de película. Después de cuatro horas de viaje, finalmente llegamos al Parque de Aventuras Barrancas del Cobre.
Parque de Aventura Barrancas del Cobre
Aquí disfrutamos de la adrenalina que te provoca subirte en el Zip Rider, la tirolesa más larga del mundo, que mide 2,545 metros de largo y en cuyo recorrido, de 3 minutos, alcanzas los 135 kilómetros por hora.
Nos dirigimos a la taquilla y procedimos a firmar nuestra carta responsiva, ya que este es un requisito para poderse lanzar. Continuamos hacia la zona donde nos pusieron el equipo de seguridad, que consta de arnés, casco y una botella de agua para el final del recorrido.
Cada vez se acercaba más el momento y mis latidos comenzaron a delatar mis nervios; sin embargo, no desistimos y ¡nos lanzamos! Es una experiencia verdaderamente inolvidable sentir el aire en tu rostro, la velocidad a la que vas y admirar el paisaje a tu alrededor, tienes que vivirlo para poder entenderlo.
Al finalizar, debes subir unos 700 metros de cerro para tomar el teleférico y regresar al punto de partida —en esta parte, ya exhausta, le encontré sentido a la botella de agua entregada al inicio—. Caminar cuesta arriba es algo cansado, pero, de nuevo, el increíble paisaje hace que la fatiga valga la pena; además, la experiencia de regresar en teleférico, de extremo a extremo, luego de haber liberado toda esa adrenalina con la tirolesa, te relaja.
En el Parque de Aventura Barrancas del Cobre, también puedes disfrutar de otras actividades como el circuito de siete tirolesas, Vía Ferrata, Bosque Aéreo y, para los más pequeños, hay un rocódromo, eurobungy y minigolf.
Estos son los costos
La entrada general al parque tiene un costo accesible: 20 pesos por persona. Pero una vez dentro del parque, debes saber que las demás actividades se pagan por separado. Aventarte de la tirolesa más larga del mundo te costará mil pesos por persona, con regreso en teleférico incluido. De igual forma, si deseas realizar el Circuito de Siete Tirolesas, debes pagar mil pesos por persona, la Vía Ferrata tiene un costo de 600 pesos, el bosque aéreo, 300 pesos, y el teleférico, 250 pesos, por persona, respectivamente. Las demás actividades como el mingolf, el eurobongy y el rocódromo tienen un costo, cada una, de 50 pesos por persona.
Para cerrar con broche de oro nuestro día, pasamos a comer un delicioso chile pasado en el Restaurante Barranco, platillo típico de Chihuahua que te recomiendo mucho probar en tu visita.