El sombrero de charro es una prenda muy representativa de la cultura y el folclor mexicanos. Un accesorio simbólico que se incorporó a la figura del mítico charro mexicano.
El charro es un personaje típico de México que se caracteriza, principalmente, por su atuendo. Éste se compone de una chaqueta bordada, corta y entallada, un pantalón ajustado y un enorme sombrero jarano de ala ancha.
El charro mexicano saltó a la fama gracias a la industria cinematográfica y fue ahí cuando el sombrero comenzó a verse como parte de la cultura mexicana.
Si viajas a México, verás por todos lados el sombrero de charro, pero no como accesorio de las personas. Más bien como el recuerdo perfecto para llevarle a tu familia luego de tu viaje.
También podrás encontrarlos en todos los colores, puede ser rojo, azul, negro, blanco e incluso rosa.
El sombrero se ha convertido en una de las prendas de vestir más icónicas de México. Sin embargo, con el paso del tiempo y los cambios en la moda, los sombreros dejaron de usarse, sobre todo en las ciudades.
A pesar de esto, hay personas que usan esta prenda no sólo por tradición, sino porque son bastante útiles para cubrirse de los rayos del sol.
En México hay un dicho muy popular que dice: “Sombrero que no da sombra, no es ni sombra de sombrero”.
Y sí que tiene razón, además de ser un accesorio que puede complementar tu outfit, también puede ayudar a protegerte.
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Origen del sombrero de charro
El origen del sombrero de charro se remonta a la época de la Colonia, se dice que viene de la vestimenta del jinete de la provincia de Salamanca, perteneciente a la Comunidad de Castilla y León.
Sin embargo, otra versión señala que fue San Luis Potosí el lugar donde se adoptó esta prenda. Los chichimecas y los pames la elaboraban con fibras de palma trenzadas, dándole una forma alta y con ala ancha.
Por otro lado, el sombrero de charro comenzó a ganar simbolismo en la Época de Oro del cine mexicano. Donde también adquirió fama la vestimenta del charro, hasta convertirse en símbolo indiscutible de México.
Por esa época, el charro fue asociado con valores cuestionables en los que el sentimiento primaba sobre la razón.
Hay quienes creen que su origen se encuentra en la Revolución Mexicana. Esto debido a los hombres de campo que pelearon junto a Emiliano Zapata. Aunque esta versión tiene su parte de verdad, lo cierto es que el charro —y su sombrero, claro está— existían mucho antes. Y al final, el origen del sombrero e incluso la charrería, sí está en los jinetes salmantinos.
Jinetes salmantinos, el origen de la charrería
Los jinetes salmantinos llegaron al continente americano durante la Colonia. Su relación con los caballos y el ganado es lo que conecta a los charros salmantinos y a los charros mexicanos. En nuestro país, por esas habilidades para manejar el ganado, el charro era el hombre de confianza de los hacendados y no sólo se encargaba de sus animales y sus bienes, también protegía a la comunidad.
¿Cómo surgió la versión relacionada con la Revolución? Después del conflicto armado de principios del siglo XX, los hacendados perdieron todo. En el trabajo cooperativo recuperaron no sólo su estatus económico, sino también la práctica ecuestre y, por supuesto, la vestimenta charra, con sombrero incluido. El resurgimiento de los charros tuvo lugar en Guadalajara, Jalisco.
Con respecto a el traje del charro esto se debe a un proceso de apropiación e incorporación de la vestimenta española.
En esos tiempos, la competencia charra reivindicó el derecho de la mujer a competir en la charrería. Desde entonces, la mujer montó a caballo y convirtió este deporte en todo un espectáculo cultural, por medio de lo que algunos llaman “ballet a caballo”.
Lo que se conoce como escaramuza charra es símbolo de fuerza, belleza y mexicanidad en todo el sentido de la palabra.
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Características del sombrero de charro
El sombrero charro se caracteriza por estar hecho de pelo de conejo o de lana, aunque también los puedes encontrar de palma. Este último es más sólido y mucho menos pesado que los de otros materiales.
Su forma es de ala ancha, levantado en la parte posterior y en la copa lleva varios desniveles que le dan resistencia en caso de impacto.
Además de ser un símbolo nacional, este tipo de sombreros son bastante típicos en lugares como Tizayuca, Hidalgo, y, claro está, en varios municipios de Jalisco.
¿Recuerdan a los jinetes salmantinos, los charros de Salamanca? Pues, visto desde aquí, su sombrero parecería la versión reducida de un sombrero de charro mexicano, ¿no les parece?
El sombrero de charro en el cine
En la industria cinematográfica, el charro llamó mucho la atención por su actitud de macho, particularidad que lo caracteriza hasta ahora.
Existen películas como “Ay, Jalisco no te rajes”, “Cuando quiere un mexicano”, “Como México no hay dos”, entre otras, donde las actitudes machistas del personaje se conciben como aspiración.
El charro cinematográfico, muy a diferencia del charro real, se vendió —como dice el corrido de “Juan Charrasquedo”—, como un individuo “borracho, parrandero y jugador”, además de “valiente y arriesgado en el amor”.
El sombrero de charro, un accesorio que perdura en el tiempo como parte de la identidad mexicana, es, pues, tan sólo una mínima parte del vasto universo de la charrería.
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