El Parque Aventura Boca de Túnel es un lugar donde vives momentos de adrenalina al máximo, con su circuito extremo retas a tu cuerpo y a tu mente a dar todo de sí para finalizar el recorrido que cruza de extremo a extremo un sistema de cañones, formado hace millones de años.
El desafío comienza desde que llegas, cuando te encuentras ante un hermoso paisaje árido y retador que puede generarte dudas de lo que podrías encontrarte en el camino y hasta provocarte una leve ansiedad por comenzar lo más pronto posible.
El circuito de 13 puentes colgantes de una altura aproximada de 25 metros y dos largas tirolesas, sin duda, te hará experimentar un sinfín de sensaciones encontradas.
En algunos momentos querrás devolverte y dejar todo ahí, pero en otros sacarás fuerzas de donde no las tienes para seguir porque sientes la necesidad de saber qué hay al final.
Protocolo sanitario
La situación por el COVID-19 no ha afectado mucho las actividades del Parque Aventura Boca de Túnel, ya que todas son al aire libre y permiten la sana distancia entre los guías y personas que se atreven a enfrentarse al circuito.
Sin embargo, se ha tomado medidas como la reducción del número de personas en los grupos que realizan el recorrido, así como tapete sanitizante y aplicación de gel antibacterial al momento de ingresar a las instalaciones donde te colocan todo el equipo necesario para la actividad.
Mientras un integrante del grupo de guías del parque nos ponía el equipo de seguridad: arnés, casco y guantes, otro de ellos nos instruía sobre la manera de utilizarlo y había que estar muy atentos porque de ello dependería nuestra integridad, tanto en los puentes como en las tirolesas.
Yo te recomendaría que no llevaras celular o algún otro objeto de valor, ya que el movimiento es constante y hay un gran riesgo de que se caigan si los llevas en tus bolsillos; aunque, si no te resistes a tomar fotos de tu hazaña, en Parque Aventura Boca de Túnel pueden prestarte una mochila para que lleves tu teléfono y lo utilices sólo cuando sea realmente necesario y, sobre todo, seguro.
Ya equipados y con todas las medidas de seguridad bien claras nos encaminamos al inicio del trayecto. El guía nos conduce entre piedras y cactos hacia la parte baja del cañón, donde nos enfrentaremos al primer puente colgante que parece no representar mucha dificultad, sin embargo, no hay que confiarse ni mucho menos pensar que el resto del recorrido será igual de relajado.
Comienza la aventura
Después del segundo puente, muy corto en comparación con el primero, nos encontramos con la primera tirolesa y es en ese momento cuando la tensión aumenta. No es tan sencilla como otras que he conocido, en ésta debes tener una posición muy específica para lanzarte y lo más retador de todo es que debes frenar con tu propia mano, claro está, protegida con los guantes de piel incluidos en el equipo. Este es, a mi parecer, el punto del trayecto en el que la adrenalina comienza a liberarse realmente.
Después de pasar de un risco a otro por encima del lago, tendrás que rodear una peña en una especie de vía ferrata en la tienes que ir muy concentrado, porque tú mismo debes conectar tu línea de vida al cable que sirve de guía en esta parte del trayecto y hacer trabajo en equipo, ya que tendrás que asegurar el mosquetón de la persona que vaya detrás de ti en cada etapa y ésta, a su vez, el de quien le sigue. Por supuesto, el guía del grupo es quien encabeza de la fila.
Y esa parte, emocionante y al mismo tiempo gratificante por apoyar y sentirse apoyado, es sólo un respiro para lo más duro: el tormento de cruzar, primero, una especie de cuerda floja, sólo dos cables para sostenerte, aquel en el que caminas y el que se encuentra arriba de tu cabeza para sujetarte. Y eso no es lo más difícil…
Desafío al equilibrio
El siguiente puente es el desafío mayor: los peldaños son independientes y, por lo mismo, ¡extremadamente inestables!, si no controlas tus movimientos basta un pequeño error para encontrarte haciendo un split a más de 20 metros de altura y con la tarea de recuperar la postura para continuar el camino. Si superas esta parte del circuito, el resto es verdaderamente pan comido.
Sólo te restará un puente de peldaños verticales que, de acuerdo con nuestro guía, es relajante y lo comprobamos plenamente. El recorrerlo de manera pausada da la oportunidad de contemplar todo el paisaje de esta maravilla natural del estado de Aguascalientes y llegar a la tirolesa que te llevará al final de la aventura.
Por último, sólo tendrás que subir a una pequeña lancha que te permitirá descansar y celebrar tu hazaña. Esta embarcación te devolverá al punto inicial de la aventura, donde podrás hacerte la selfie del recuerdo.
Conoce más de nuestras travesías por México en el siguiente video: