La Muralla China parece un dragón que mueve su cuerpo, creando ondas por donde pasa y serpenteando entre llanuras, montañas y desierto.

Pekín es un gran punto de partida para visitar y, aunque no todas las partes de la Gran Muralla China se han conservado en buenas condiciones debido al  paso del tiempo, diversas zonas han sido restauradas y las disfrutan millones de visitantes.

La construcción se extendió durante dos milenios. La historia comienza en la China monárquica, bajo la dinastía Zhou en el año 771 a.C. Fue a partir de ese año que cada rey que pasaba por el trono construía fragmentos de la muralla para protegerse de las invasiones.

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La Gran Muralla China, el lugar más visitado del mundo

Gracias a sus métodos de construcción fue posible levantar rápidamente la estructura, ya que se trataba de técnicas rudimentarias donde la tierra jugaba un papel primordial, la cual se caracteriza (en China) por volverse sólida como la piedra. Gracias ello fue más fácil y rápido levantar muros duraderos.

La Gran Muralla China tuvo dos objetivos primordiales a lo largo de su historia, el primero fue militar, pues buscaban proteger a su pueblo. El segundo fue comercial, ya que la muralla fungía como una ruta para las actividades comerciales.  Ahora su única función es la de turismo.

Hay una leyenda que afirma que durante un periodo de construcción a los jornaleros les hacía falta más materia prima para seguir con la edificación; sin embargo, debido a su escasez, decidieron usar los cuerpos de los mismos obreros que morían por cansancio en el proceso de construcción, pero esto esta sólo una leyenda.

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Datos curiosos de la Muralla China:

• Atraviesa 15 provincias y se cree que podría medir 21 mil kilómetros. Antes se creía que sólo medía 8 mil kilómetros de longitud
• Fue construida a lo largo de dos mil años
• Fue llamada Dragón de la Tierra
• No es posible verla desde el espacio, eso es otra leyenda
• Fue nombrada Patrimonio de la Humanidad en 1987 por la UNESCO
• Posee el récord del lugar más visitado del mundo

Diversas investigaciones han arrojado que la Gran Muralla China posee fragmentos que quedaron bajo tierra. Si a estos segmentos se suman muros, trincheras y las barreras naturales, entonces es más grande de lo que creemos.

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