Ya se viene el frío y nada mejor que un rico atolito o ponchecito con tu torta de tamal, también conocida como guajolota. Seguramente desconoces el origen de este antojito callejero, así que hoy te platicaremos un poco más de cómo surgió.
Todos hemos aplicado el banquetazo alguna o varias veces, si salimos crudos de una fiesta o cuando nos dirigimos al trabajo con el estómago vacío. Ese momento en el nos llega el olor y el vapor del tamal calientito es tan reconfortante que debería considerarse Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.
México es reconocido a nivel internacional por su arte culinario, costumbres y parajes naturales. Nuestras tradiciones causan admiración en los visitantes extranjeros y no es para menos. Tenemos la comida más rica del mundo, me atrevería a decir. Además, los datos lo confirman, pues, según Sectur la gastronomía representa el 30% del gasto de turistas extranjeros:
“La gastronomía produce una derrama de 183 mil millones de pesos mexicanos, lo que supone un 2% del Producto Bruto del país y el 10% del Producto Bruto Turístico”.
Este es el origen de las guajolotas
Existen varias leyendas en torno al origen de las guajolotas. Una de las historias habla sobre unos electricistas de Tulancingo, quienes se quedaron sin comer durante la época de invierno. Para saciar su apetito salieron a buscar un restaurante y sólo encontraron un puestecito de comida donde ya casi no había comida. Entonces la dueña les ofreció tortas rellenas de enchiladas. Los trabajadores comenzaron a bromear que el relleno era el equivalente a su ‘pavo o guajolote’, es decir, su proteína.
Tiempo después un joven montó un expendio de tortas guajolotas.
José N. Iturriaga, historiador y escritor, en su libro La cultura del antojito De tacos, tamales y tortas dice que el origen de las guajolotas proviene de Puebla. En esta hermosa ciudad se preparaban pambazos con una enchilada dentro. Aunque en CDMX se dijo que era una torta de tamal, esto no es así.
Sin embargo, Puebla fue adquiriendo este hábito. Ahora los poblanos suelen comer este suculento antojito durante las primeras horas del día porque se considera muy pesado, pues consta de maíz, harina y salsa. Puedes degustar las guajolotas en puestecitos improvisados que llevan una olla humeante en algunas esquinas durante las mañanas.
El escritor explicó que su nombre se debe a la alimentación de los guajolotes. A estos animalitos les dan de comer maíz en los ranchos y básicamente de eso están hechas las enchiladas.
Muchas personas podrían pensar que no es nada agradable comer masa con más masa, pero, bueno México tiene un amplio catálogo gastronómico para todos los gustos, ¿tú qué opinas?