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Rendimientos decrecientes: ¿afectan al turismo?

El turismo puede exhibir una curva de rendimientos decrecientes, especialmente cuando no se gestiona de manera sostenible

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Por: Adalberto Fuguemann Publicado: 13/09/2024


Rendimientos decrecientes: ¿afectan al turismo?

Foto de NEOM en Unsplash

El turismo es una actividad económica vital que trasciende la percepción común de ser una opción exclusiva para los ricos. Su impacto positivo se extiende a diversas capas sociales, ya que no solo genera ingresos para grandes hoteles o resorts de lujo, sino que también beneficia a una amplia gama de negocios locales. Desde pequeños restaurantes, artesanos, guías turísticos, hasta transportistas y alojamientos más modestos, todos se ven favorecidos por el flujo constante de turistas, lo que a su vez impulsa la economía local y crea empleos en comunidades que, de otra manera, podrían tener pocas oportunidades económicas. Rendimientos decrecientes

Dicho lo anterior (frase de moda), insistimos que el Turismo, benéfico para todos, es una actividad que hay que cuidar, fomentar y apoyar. A fin de cuentas es la que más aporta empleo e ingreso en el mundo y el núcleo que menos capital requiere para generar un empleo, hasta 10 a uno contra ramas industriales como el petróleo o la metalúrgica.

Por eso y muchas cosas más, los actores del turismo tienen la obligación, moral y económica, de evitar que tan importante actividad caiga en el tobogán de los rendimientos decrecientes, es decir, que deje de generar beneficios, personales, corporativos o institucionales.

Foto de Andrew Neel en Unsplash

Rendimientos decrecientes

Una curva de rendimientos decrecientes es un concepto económico que describe cómo, cuando se empiezan a agregar más recursos (como más trabajadores, más dinero o más turistas), la producción o los beneficios aumentan significativamente. Sin embargo, después de alcanzar un punto óptimo, cada unidad adicional de recurso genera menos y menos retorno en comparación con las unidades anteriores. Al final los sistemas se colapsan y los productos salen del mercado. De acuerdo a múltiples análisis, solo la Coca-Cola ha sido capaz de no caer en esta inercia. Los destinos turísticos, sí.

El turismo puede exhibir una curva de rendimientos decrecientes, especialmente cuando no se gestiona de manera sostenible. La clave para maximizar los rendimientos a largo plazo es encontrar un equilibrio entre la promoción del turismo, (te extrañamos: CPTM, te añoramos: Fonatur original) la capacidad de carga del destino y la preservación de los recursos y la cultura local. Sin una gestión adecuada, los beneficios iniciales del crecimiento turístico pueden eventualmente disminuir o incluso revertirse, afectando negativamente tanto a la economía local como al atractivo del destino.

Foto de Luca Bravo en Unsplash

El concepto de rendimientos decrecientes en el turismo es aplicable a Cuba, especialmente en términos de capacidad de carga, saturación del mercado, impacto social y cultural, desgaste de recursos naturales, y dependencia económica. Para evitar o mitigar estos efectos, sería crucial que Cuba adopte (sueño guajiro) estrategias de turismo sostenible, diversifique su oferta turística, y mejore continuamente la calidad de sus servicios e infraestructura. Esto ayudaría a maximizar los beneficios del turismo a largo plazo y evitar que los rendimientos decrecientes se conviertan en una realidad significativa para el país. Tailandia es un ejemplo semejante.

¿Qué más?

Para romper esta maldición económica, porque sí se puede, habría que voltear los ojos a Islandia. Después de un boom turístico significativo en la última década, Islandia enfrentó problemas como la saturación turística, el desgaste de recursos naturales y la presión sobre la infraestructura. Sin embargo, el país ha implementado estrategias exitosas para gestionar y mitigar estos efectos, lo que le ha permitido mantener y aumentar los beneficios del turismo.

Foto de ian dooley en Unsplash

¿Qué hizo? Simplemente actúo con lógica: diversificó el turismo y los destinos, hay mucho más que la famosa Laguna Azul, se enfocó en la protección ambiental, invirtió en infraestructura (desde luego no lo hizo en un Tren Maya) y sobre todo incrementó la promoción y la desestacionalizó. Hoy se hace todos los días de todo el año. La curva de rendimientos decrecientes simplemente se aplanó.

Con estos dos ejemplos cabe la meditación y la comparación, ¿a quién nos estamos pareciendo? Los actores del turismo, público, privado y social, tienen la palabra.

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