La desaparición del Consejo de Promoción Turística de México (CPTM), la minimización de la función primaria del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), la desaparición o inclusión en áreas no relacionadas con el sector de algunas Secretarías de Turismo estatales y la inexplicable disminución del presupuesto destinado a impulsar los prodigiosos destinos del país, nos permiten deducir un trasfondo de desprecio, sobre todo oficial, a las actividades del sector más generoso para la economía, un inexplicable nuevo segmento de turismofobia.
Y sí, a menudo, el turismo se percibe como un lujo reservado únicamente para aquellos con bolsillos profundos. Esta impresión errónea ha persistido a lo largo del tiempo, quizá perpetuada por imágenes glamorosas de destinos exóticos y hoteles de lujo.
Sin embargo, esta percepción no podría estar más alejada de la realidad. El turismo es una industria increíblemente diversa que ofrece opciones para todos los presupuestos, desde viajes económicos hasta experiencias exclusivas.
El turismo abarca mucho más que simplemente estancias en resorts de cinco estrellas y vuelos en clase ejecutiva, que, por cierto, como otras actividades satanizadas como elitistas, generan infinidad de empleos y actividades tangenciales y de gran derrama económica.
Existen, además, numerosas alternativas accesibles, como alojamientos económicos, transporte público y actividades gratuitas o de bajo costo en destinos populares.
Además, con la creciente popularidad del turismo colaborativo, como el intercambio de casas o el alojamiento en casa de particulares, las opciones económicas son aún más accesibles.
¿Qué más le espera al turismo?
Asimismo, el turismo no se define únicamente como una actividad que obliga a viajar al extranjero. Muchas personas disfrutan de explorar su propio país o región, descubriendo nuevas atracciones locales, reservas naturales y sitios históricos sin necesidad de incurrir en grandes gastos.
Las agencias de viajes y plataformas en línea ofrecen constantemente ofertas y descuentos para hacer que los viajes sean más asequibles para una amplia gama de personas.
Es importante desafiar la percepción de que el turismo es exclusivamente para los ricos, ya que esta idea puede disuadir a muchas personas de explorar el mundo y disfrutar de nuevas experiencias; también incide en políticas públicas mal orientadas que cancelan el posicionamiento de nuestros destinos y el disfrute de nuestros atractivos.
Al reconocer la diversidad de opciones disponibles y buscar alternativas económicas, es posible que más personas descubran la alegría y el valor del viaje sin importar su situación financiera.
Te podría interesar:
Turismofobia: qué es, ejemplos, dónde hay y cómo combatirla
La turismofobia es el rechazo hacia el turismo y los turistas, debido a los impactos negativos que pueden tener en comunidades locales y entornos naturales
Para equilibrar la balanza e impulsar al sector, se dan esfuerzos notables de los actores no oficiales del sector. Si son eficientes, eficaces y suficientes, lo veremos en corto plazo, en Venezuela, definitivamente, no han funcionado.
Del esfuerzo ejemplar de nuestros compatriotas hablaremos en próxima columna. Por lo pronto, extrañamos al CPTM y al verdadero Fonatur. México es más, mucho más que el Tren Maya.
Si quieres conocer más de México lee nuestra revista mensual y suscríbete a nuestro canal de YouTube: