Entre La Paz y Mazatlán, dos joyas del Pacífico mexicano, existe una forma de viajar que transforma el trayecto en parte del destino: el ferry Cabo Star, el más grande y moderno de Latinoamérica, operado por Baja Ferries. Este cruce de 12 horas convierte al Mar de Cortés, conocido como el “acuario del mundo”, en el escenario perfecto para disfrutar cada instante del viaje.
1. Comodidad a tu medida
El Cabo Star ofrece distintas opciones para descansar y disfrutar. Hay cápsulas individuales, camarotes familiares, cabinas VIP y áreas comunes con asientos reclinables. También cuenta con espacios adaptados para personas con movilidad reducida, además de permitir embarcar autos, bicicletas o motocicletas para continuar la aventura al llegar al destino.
2. Experiencias en cubierta
Durante el trayecto, el ferry invita a disfrutar de momentos únicos. Hay música en vivo, restaurante con alimentos y bebidas incluidos, opciones a la carta, postres y snacks. En la cubierta superior, el bar y los espacios con vista al mar se convierten en lugares ideales para relajarse o convivir mientras el horizonte se pinta de azul.



3. Paisajes que inspiran
Viajar por mar siempre tiene algo especial, pero esta ruta ofrece vistas que impresionan. Desde el ferry se pueden admirar las aguas tranquilas del Mar de Cortés, aves en vuelo, delfines que acompañan el trayecto y atardeceres que tiñen el cielo de colores cálidos. Cada instante invita a contemplar, fotografiar y guardar recuerdos inolvidables.
4. Compañeros de cuatro patas a bordo
El ferry también piensa en las mascotas, ofreciendo un área especial para perros y gatos. Algunas cabinas están equipadas con cama y alimento, para que los peludos disfruten el viaje con la misma comodidad que sus dueños. Así, nadie queda fuera de la experiencia.



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5. El Mar de Cortés como protagonista
Reconocido por la UNESCO como Patrimonio Natural de la Humanidad, el Mar de Cortés es un espectáculo vivo. Según la temporada, es posible ver delfines, ballenas, tortugas y lobos marinos que acompañan la travesía, regalando momentos únicos frente al mar más rico en vida del planeta.
Al llegar a Mazatlán, la aventura continúa. Se puede recorrer su Centro Histórico, único entre los destinos de playa en México; admirar las vistas desde el Cerro del Crestón y caminar por la Farolesa, un sendero que lleva hasta el Observatorio 1873, donde hay funicular, museos, aviario y skybar. También vale la pena visitar los petroglifos de Las Labradas, junto al mar, o el Acuario Mazatlán, uno de los más grandes de Latinoamérica.
Los boletos están disponibles en taquilla y en la página oficial de Baja Ferries: www.bajaferries.com.mx.
Zarpar desde La Paz rumbo a Mazatlán a bordo del Cabo Star es mucho más que un traslado: es vivir una travesía que complementa la experiencia de viajar.




