Reserva de la Biosfera Mapimí: dunas, viento y vida silvestre - México Ruta Mágica
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Reserva de la Biosfera Mapimí: dunas, viento y vida silvestre

Explora la Reserva de la Biosfera Mapimí: desierto, biodiversidad, el enigmático Cerro de la Bufa, y la misteriosa Zona del Silencio.

Por: Fátima Rivera Publicado: 03/10/2025


Reserva de la Biosfera Mapimí: dunas, viento y vida silvestre

La Reserva de la Biosfera Mapimí, ubicada en el Bolsón de Mapimí entre los estados de Durango, Chihuahua y Coahuila, es un área protegida que representa uno de los ecosistemas desérticos más importantes de México. Esta reserva forma parte del Desierto Chihuahuense, el más biodiverso del continente americano.

En cuanto a flora, la reserva alberga más de 400 especies de plantas, predominando cactáceas, agaves, lechosas, y gobernadoras, perfectamente adaptadas a las condiciones áridas. Hay varias especies endémicas y en peligro de extinción, como el cacto barril.

La fauna también es diversa y única: se han registrado más de 270 especies de vertebrados, incluyendo zorros del desierto, coyotes, venados, tortugas del desierto, halcones, búhos, serpientes de cascabel y lagartijas cornudas. También es hábitat de especies amenazadas como el águila real y la tortuga de Mapimí, un reptil endémico en peligro de extinción.

El terreno árido de Mapimí es además hogar de formaciones geológicas únicas como las Dunas de Bilbao y zonas semiáridas con gran valor ecológico y científico. Su clima extremo y belleza natural hacen de esta reserva un santuario natural crucial para la conservación del desierto y su biodiversidad.

Cerro de la Bufa (o del Indio)

El Cerro de la Bufa, también conocido como Cerro del Indio, es uno de los atractivos naturales más emblemáticos de la Reserva de la Biósfera de Mapimí. Su nombre proviene de su peculiar forma, que asemeja el perfil de un rostro humano observando el horizonte. Esta formación rocosa no solo es un ícono visual del paisaje desértico de la región, sino también un punto ideal para quienes disfrutan del senderismo, la fotografía de naturaleza y el contacto con el entorno silvestre.

Ubicado dentro de un entorno semidesértico, este cerro está rodeado de dunas, suelos salinos y una vegetación rojiza que contrasta bellamente con el cielo despejado del norte de México. Aunque el acceso puede ser difícil debido a la falta de caminos pavimentados, la recompensa visual y la sensación de aislamiento lo hacen un destino único para aventureros y amantes de lo natural.

Durante la caminata hacia su cima se pueden observar diversas especies como lagartijas, aves rapaces, zorros y tortugas del desierto. Además, desde lo alto se obtiene una vista panorámica impresionante del Bolsón de Mapimí, haciendo del Cerro de la Bufa una parada obligada para quienes buscan experiencias auténticas en paisajes desérticos.

Los Cardos Otaez Durango Mx – Facebook – Foto

Puente colgante de Ojuela

El Puente colgante de Ojuela es una joya histórica e ingenieril ubicada en el corazón del desierto dentro de la Reserva de la Biósfera de Mapimí. Construido a finales del siglo XIX por ingenieros alemanes, este puente fue diseñado originalmente para conectar dos montañas que albergaban minas de metales preciosos, facilitando así el transporte de minerales y personal entre ellas.

Con una longitud aproximada de 326 metros, el puente se extiende sobre un profundo barranco, ofreciendo una vista espectacular del paisaje árido que lo rodea. Aunque su función original era minera, hoy en día se ha convertido en un atractivo turístico imperdible por su historia, su arquitectura única y la adrenalina que genera cruzarlo a pie.

El puente ha sido restaurado para permitir el paso seguro de visitantes, aunque aún conserva su estructura original de madera y acero, lo que le otorga un aire auténtico y rústico. Es ideal para los amantes del turismo de aventura, la fotografía y quienes desean conocer parte del legado minero de la región.

Cerca del puente también se pueden explorar túneles mineros antiguos, lo que convierte la visita en una experiencia completa que mezcla historia, emoción y naturaleza en un entorno incomparable.

Zona del Silencio

La Zona del Silencio es uno de los atractivos más misteriosos y fascinantes dentro de la Reserva de la Biósfera de Mapimí. Ubicada en el Bolsón de Mapimí, esta región ha ganado fama internacional por fenómenos inexplicables que, según visitantes y algunos científicos, ocurren en esta área. Se dice que las ondas de radio y telecomunicación fallan inexplicablemente, y que la radiación solar es hasta un 35% más intensa que en otras partes del planeta, lo cual ha alimentado mitos y teorías desde hace décadas.

Más allá de las leyendas, esta zona es también un importante centro de investigación. Desde 1978 se encuentra aquí el Laboratorio del Desierto, donde científicos nacionales e internacionales estudian el clima extremo, la adaptación de especies, la biodiversidad del desierto y el impacto ambiental.

Entre sus particularidades naturales destacan plantas con formas y colores extraños, tortugas con caparazones inusuales, e incluso la frecuente caída de meteoritos. La soledad, el silencio absoluto y el paisaje árido le dan un carácter casi místico.

Es ideal para viajeros que buscan ecoturismo, fotografía de naturaleza, observación astronómica o simplemente vivir la experiencia de un lugar que parece sacado de otro planeta.

Laboratorio del Desierto

El Laboratorio del Desierto, ubicado dentro de la Reserva de la Biósfera de Mapimí, es uno de los centros científicos más importantes en el norte de México dedicados al estudio de ecosistemas áridos. Fundado en 1978, este laboratorio fue creado con el objetivo de investigar las condiciones extremas del desierto, así como las especies que habitan esta singular región conocida también como la Zona del Silencio.

Se localiza al pie del cerro San Ignacio, en una planicie árida de difícil acceso, lo que ha permitido conservar su entorno natural prácticamente intacto. Desde su creación, ha recibido a investigadores nacionales e internacionales interesados en la ecología, climatología, biología, geología y conservación ambiental.

El laboratorio está equipado con tecnología adecuada para monitorear factores como la temperatura, la radiación solar, la humedad, y los patrones de vida de la flora y fauna del lugar. También funciona como centro de educación ambiental y alberga un albergue para científicos y visitantes especializados.

Aunque no está abierto al turismo masivo, en ocasiones se organizan visitas guiadas o colaboraciones con universidades. Su presencia ha sido clave para el repoblamiento de especies, como la tortuga del desierto, y la preservación de este valioso ecosistema árido.

Costos y horarios

La Reserva de la Biósfera de Mapimí se ubica en el Bolsón de Mapimí, entre los estados de Durango, Chihuahua y Coahuila. Para llegar, lo más común es partir desde Gómez Palacio, Durango, tomando la carretera hacia el poblado de Ceballos. Desde ahí, es necesario recorrer unos 80 km por caminos de terracería para acceder al corazón de la reserva. Otra opción es llegar desde el Pueblo Mágico de Mapimí, a unos 90 km de Gómez Palacio, ya sea en vehículo propio o con guía. No existen rutas de autobús directo a la reserva, por lo que se recomienda coordinar transporte local o tours privados.

Los principales atractivos tienen horarios variados. El centro histórico de Mapimí está abierto de 9:00 a 18:00 h. El Puente de Ojuela, la Mina Santa Rita y los recorridos guiados están disponibles todos los días de 10:00 a 17:00 h. Las Grutas del Rosario ofrecen visitas de 8:00 a 20:00 h.

Los costos de entrada también son accesibles. El tour combinado Puente de Ojuela y Mina Santa Rita cuesta alrededor de $120 pesos. Las tirolesas cercanas tienen un precio de $250 pesos y las Grutas del Rosario, $50 pesos por persona.

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