El cacao, símbolo universal de placer y herencia milenaria en México, inspira a chefs y mixólogos a diseñar experiencias que van más allá de lo cotidiano. En el marco del Día Internacional del Chocolate, celebrado cada 13 de septiembre, restaurantes y hoteles de distintas latitudes del país presentan creaciones que celebran la riqueza de este ingrediente en diálogo con sabores locales y tradiciones artesanales, dando vida a propuestas que conjugan memoria, innovación y el deleite de una experiencia sensorial inolvidable.
KAHAL | Mérida, Yucatán
Kahal Boutique Hotel presenta una experiencia efímera en colaboración con Chocolates Levêlez, reconocidos por su trabajo artesanal con cacao premium mexicano y galardonados en París con la Medalla de Oro AVPA 2025. Del 2 al 13 de septiembre estará disponible Raspberry Letters, un cóctel a base de Pox, Bourbon, cordial de frambuesa con té rojo y lima yucateca, acompañado de una pieza de chocolate Levêlez sabor frambuesa.
La experiencia se entrega en un sobre rojo con un mensaje especial para los comensales, celebrando el encuentro entre mixología y chocolatería de autor. Esta propuesta se suma al menú de coctelería de Kahal, diseñado por el mixólogo Daniel Augant, quien trabaja con ingredientes endémicos de la península —como la naranja agria, el licor Xtabentún o el chile xcatik— en diálogo con destilados de otras regiones de México. Preparaciones como el Ocaso, inspirado en los atardeceres de Mérida, el especiado KAAB o el fresco Trovador, conviven con grandes clásicos y consolidan la mixología del hotel como una experiencia sensorial que une técnica, historia y territorio.
LINA | Ciudad de México
Para conmemorar el Día Internacional del Chocolate, Lina, a cargo de la chef Mariana Villegas, presenta un postre que despierta los sentidos y honra al cacao oaxaqueño. El protagonista es un brownie tibio preparado con chocolate amargo al 70% de El Rey Oaxaqueño —proyecto que cultiva y transforma artesanalmente su propio cacao—, acompañado de un helado casero de guanábana fresca, tropical y cremoso.
La experiencia se completa con un caramelo caliente elaborado con cerveza artesanal estilo milk stout de la cervecería Falling Pianos, cuyas notas profundas contrastan con la frescura del helado y el carácter intenso del chocolate. El resultado: un juego de temperaturas, aromas y texturas que celebra la riqueza de México con un gesto dulce y memorable.
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ALMORADUZ | Puerto Escondido, Oaxaca
En el corazón de Puerto Escondido, Almoraduz conmemora la fecha con dos creaciones que rinden tributo a la tradición oaxaqueña y a la mirada de autor de los chefs Shalxaly Macías y Quetzalcóatl Zurita. El primero es el Ópera Oaxaqueño, un delicado bizcocho de almendra y chocolate que se entrelaza con café, vainilla y un sutil acento de limón. Capas equilibradas que evocan la repostería clásica francesa, reinterpretada con un espíritu local y vibrante.
La segunda propuesta es la Tarta de Cacao, donde el carácter profundo del chocolate dialoga con un toffee de piloncillo y un helado de leche quemada con vainilla, en una experiencia que combina lo rústico y lo sofisticado. Ambas creaciones condensan la esencia de Almoraduz: un lugar donde el producto oaxaqueño se convierte en un relato de territorio, memoria y placer gastronómico.
LOUNGE FERNANDO | Ciudad de México
Lounge Fernando––el lounge y cocktail bar de Hotel San Fernando, ubicado en la vibrante colonia Condesa––se suma a la celebración con un postre que reinterpreta un clásico. Su cheesecake de chocolate parte de una aterciopelada base de queso crema, cubierta con un sedoso ganache de chocolate oscuro que aporta profundidad y carácter. La propuesta se adorna con frutos rojos frescos, los cuales equilibran la intensidad del cacao con deliciosas notas ácidas. Este contraste de sabores y texturas convierte al postre en una experiencia refinada, ideal para rendir homenaje al chocolate como emblema universal del placer gastronómico.
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CASA IMPERIAL | Ciudad de México
Casa Imperial celebra esta fecha especial con dos bebidas que elevan el cacao a una experiencia cálida y reconfortante. Su chocolate caliente combina una generosa mezcla de chocolates de la casa, batidos en la mesa hasta alcanzar una espuma sedosa que invita a disfrutarse lentamente. Para quienes buscan tradición y autenticidad, el champurrado de chocolate, elaborado artesanalmente, ofrece notas profundas de cacao y maíz que evocan la riqueza de la cocina mexicana. Ambas preparaciones convierten el chocolate en un gesto de placer cotidiano, donde la textura, el aroma y el sabor se combinan en cada sorbo.
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